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Unión Europea condenó “agresivos” ejercicios militares de China respecto a Taiwán
Borrell consideró que la visita de la titular de la Cámara de EE. UU. “no era una justificación” para ellos.
En medio de la tensión mundial emanada de la situación que actualmente se vive en Asia por cuenta de las amenazas y acciones militares de disuasión emprendidas por el Gobierno de China, como reacción a la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, el jefe diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, condenó el jueves los ejercicios militares que China planea realizar alrededor de Taiwán.
Adicionalmente, consideró que la visita a la isla de la titular de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, “no era una justificación” para ellos.
“No hay justificación para usar una visita como pretexto para una actividad militar agresiva en el estrecho de Taiwán. Es normal y rutinario que los legisladores de nuestros países viajen internacionalmente”, tuiteó Borrell desde Phnom Penh, donde mantiene conversaciones con las potencias regionales.
A su vez, el G7, grupo que reúne a parte de las principales economías del mundo, emitió un comunicado en el que expresó su preocupación y rechazo a dicha actuación por parte del régimen de Xi Jinping.
“Estamos preocupados por las acciones amenazantes recientes y anunciadas por parte de la República Popular China (RPC), en particular los ejercicios con fuego real y la coerción económica, que corren el riesgo de una escalada innecesaria”, reza un aparte del comunicado, firmado por los ministros de asuntos exteriores de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos, grupo al que también se adhirió el alto representante de la Unión Europea.
En el comunicado dado a conocer, entre otros, por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a través de sus redes sociales, los países antes mencionados señalaron que con este buscan reafirmar su “compromiso compartido de mantener el orden internacional basado en reglas, la paz y estabilidad a través del estrecho de Taiwán y más allá”.
I join my fellow G7 foreign ministers in reaffirming our shared commitment to maintaining the rules-based international order, peace and stability across the Taiwan Strait and beyond. https://t.co/jNk62NM1Dw
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) August 3, 2022
Según los firmantes, “no hay justificación para utilizar una visita como pretexto para una actividad militar agresiva en el estrecho de Taiwán”, haciendo referencia al despliegue militar del que hizo gala el régimen de Xi Jinping en días pasados, previo, durante y después de que la congresista estadounidense llegara, el pasado martes, a territorio de la ciudad de Taipéi, donde sostuvo un encuentro bilateral con las autoridades locales, elegidas por los 23 millones de habitantes de la isla, pero que no cuentan con el reconocimiento por parte del régimen chino.
En el comunicado, los países miembros del G7 advirtieron que la visita de Pelosi no debería haberse visto como una amenaza por parte de China, admitiendo que “es normal y rutinario que los legisladores de nuestros países viajen internacionalmente”.
Por el contrario, para los encargados de las relaciones exteriores de los países miembros del G7, la actuación por parte de China, una de las principales potencias mundiales, sí es vista con preocupación, advirtiendo que con esta se “corre el riesgo de aumentar las tensiones y desestabilizar la región”.
En ese sentido, a través de su comunicado, el G7 elevó un llamado especial a los encargados de la política en la República Popular China, “para que no cambie unilateralmente el statu quo por la fuerza en la región”.
En el mismo modo, y conscientes de la coyuntura que vive China en sus tensiones por tomar el control efectivo en Taiwán, el conglomerado de países advirtió la importancia de que dicho proceso pueda adelantarse, a través de ‘medios pacíficos’.
Sobre el particular, los firmantes también advirtieron que por el momento no existe, por parte de los países miembros del G7, un cambio de posición frente a Taiwán, la cual es reconocida internacionalmente como parte de China; no obstante, algunos países, incluido Estados Unidos, mantienen relaciones amistosas y de cooperación con las autoridades localmente electas.