BIELORRUSIA
Unión Europea no llegó a un acuerdo para sancionar al gobierno bielorruso
Después de la intervención de la líder opositora Svetlana Tijanóvskaya, los 27 diplomáticos discutieron el plan de sanciones. Sin embargo, el voto de Chipre cambió la balanza.
La líder opositora Svetlana Tijanóvskaya abrió este lunes en Bruselas la reunión de los 27 cancilleres de los países de la Unión Europea, que tenía como objetivo discutir sanciones en contra del gobierno bielorruso.
En su intervención, mostró fotos de miles de personas protestando y algunas de manifestantes golpeados y maltradados por las fuerzas policiales. Tijanóvskaya ha pedido en más de una ocasión que se sancione al régimen de Alexander Lukashenko, quien lleva 26 años en el poder, por la brutalidad con la que ha respondido a las manifestaciones pacíficas de los ciudadanos. Así lo hizo la semana pasada en una intervención virtual ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
De igual manera, la líder opositora, que antes de este año nunca había participado en política, hizo una fuerte declaración sobre el carácter nacional de las protestas: "Déjenme decirlo una vez más. Este alzamiento no es una revolución geopolítica. No es una ni prorrusa ni antirrusa. Tampoco es proeuropea ni antieuropea. Es una revolución probielorrusa y a favor de la democracia”.
Tijanóvskaya recurrentemente ha hecho esta declaración ante el peligro de que el país se convierta en el campo de lucha de poderes extranjeros, específicamente de Rusia y la Unión Europea. Sin embargo, las tensiones geopolíticas ya son una realidad.
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El presidente ruso, Vladímir Putin, ha expresado su apoyo a Lukashenko y en una última reunión le prometió un préstamo de 1.500 millones de dólares para enfrentar la crisis económica y política en Bielorrusia. Por su parte, Tijanóvskaya se ha acercado a la Unión Europea.
Durante su paso por Bruselas también dijo: “Todos estos años hemos estado con miedo, dormidos, pero el pueblo ha despertado”. Además, agradeció a los países europeos por no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, que la oposición y la comunidad internacional han calificado de fraudulentos.
Después de su intervención, los cancilleres europeos empezaron la sesión formal en la que se discutieron posibles sanciones contra el gobierno de Lukashenko. Al final, el resultado no fue el que esperaban Tijanóvskaya ni la mayoría de diplomáticos.
Los asistentes no alcanzaron unanimidad para aplicar las sanciones por el bloqueo de Chipre. El país señala que votará a favor del plan cuando la Unión Europea también sancione a Turquía por sus movidas en el Mediterráneo oriental. Esto en el marco de un largo conflicto entre el país, Turquía y Grecia por la soberanía de áreas marítimas.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, lamentó la decisión en una rueda de prensa: “Los ministros discutieron la cuestión y aunque hay una clara voluntad, no ha sido posible hacerlo hoy porque la unanimidad requerida no ha sido alcanzada”. No obstante, el diplomático también expresó su confianza de que las medidas serían aprobadas pronto. “Es un asunto personal, porque creo que la credibilidad de la UE depende de esto”, dijo.
Otros diplomáticos también expresaron su decepción ante la situación. Uno de ellos fue el canciller de Letonia, Edgards Rinkevics: “Es lamentable que no hayamos podido decidir sobre sanciones por violaciones a derechos humanos”.
Aunque las sanciones no fueron aprobadas, la Unión Europea tenía preparada una lista de unas 40 personas a las que considera responsables por la manipulación electoral y la represión de los manifestantes en Bielorrusia. Si en una próxima sesión los países alcanzaran unanimidad, ellos serían los principales sancionados.
*Con información de la AFP.