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Unión Europea se abstiene de opinar sobre el envío de bombas racimo por EE. UU., pero apoya que Ucrania “se defienda”
La Convención Internacional sobre Municiones en Racimo prohíbe, desde 2008, su uso.
La Comisión Europea ha evitado este lunes tomar posición sobre la decisión de Estados Unidos de enviar bombas racimo a Kiev, a pesar de que varios países de la Unión Europea, incluido España, se han mostrado en contra; no obstante, ha apuntado que “de manera general” en Bruselas apoyan el programa europeo para el suministro de armas a Ucrania para que “se defienda”.
“Evidentemente es un asunto entre los países que suministran armas y Ucrania”, ha advertido la portavoz comunitaria para Asuntos Exteriores, Nabila Massrali, quien ha precisado que el Ejecutivo comunitario está “al tanto” de la decisión de Washington, pero no ha contestado a la pregunta de si el presidente estadounidense, Joe Biden, consultó la medida con la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.
“Lo que puedo decir, de manera general, es que apoyamos el suministro de munición y tenemos un gran paquete de suministro de armas a Ucrania, con el fin de que se defienda por sí misma”, ha razonado la portavoz, preguntada por el anuncio de Estados Unidos en una rueda de prensa en la capital comunitaria.
La Convención Internacional sobre Municiones en Racimo prohíbe desde 2008 el uso, desarrollo, producción, adquisición, almacenamiento y transferencia de esta clase de armamento. Se trata de un tratado internacional jurídicamente vinculante, al que se han adherido más de un centenar de países, incluidos España, Francia, Alemania, Reino Unido o Italia, pero no Estados Unidos.
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Rusia asegura que al defender bombas de racimo, Estados Unidos admite “la comisión de crímenes de guerra”
Rusia ha afirmado en las últimas horas que Estados Unidos ha admitido haber cometido crímenes de guerra durante el conflicto ucraniano tras haber defendido la necesidad de entregar bombas de racimo a Kiev.
El embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov, ha indicado que el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha admitido “de facto la comisión de crímenes de guerra” al declarar “abiertamente que los civiles morirían por las armas de racimo estadounidense”.
Según un comunicado de la Embajada, “en la visión pervertida del funcionario de la Casa Blanca, esto hace ‘menos daño’ que las acciones de Rusia”. “Si hay alguna lógica en la decisión de la Administración (Biden) de transferir municiones de racimo, esto se reduce a que la situación ‘no empeorará’” (sic), dijo.
Antonov ha sostenido que Washington “está listo para destruir todos los seres vivos lejos de sus propias fronteras con las manos de los ucranianos” con el fin de conseguir “el sueño irrealizable de una derrota estratégica” frente a Moscú.
“Estamos luchando contra los criminales de Kiev que abrazan a los terroristas de Azov (considerados organización terrorista en Rusia), mientras que Estados Unidos ayuda a los nazis ucranianos a cometer actos inhumanos”, ha expresado el diplomático ruso.
Kirby defendió este domingo, en una entrevista con la cadena ABC, la decisión del Gobierno estadounidense de enviar bombas de racimo a pesar del riesgo que suponen para los civiles. Además, indicó que Ucrania buscará limitar el impacto de las bombas fuera del campo de batalla.
“Creo que todos podemos estar de acuerdo en que más civiles han sido y seguirán siendo asesinados por las fuerzas rusas (ya sea por municiones de racimo, drones, ataques con misiles o simplemente ataques frontales) que los que probablemente resulten heridos por el uso de dichas municiones disparadas contra posiciones rusas dentro del territorio ucraniano.
El portavoz, además, explicó que este suministro se ha dado en este momento para compensar la rapidez con la que las Fuerzas Armadas ucranianas están utilizando el resto de artillería, debido a que se están quedando sin inventario y la producción de artillería no cumple con estos niveles.
Por ello, sugirió que este tipo de munición está destinado a ser temporal, puesto que tiene el objetivo de “ayudar a cerrar la brecha a medida que aumentamos la producción de proyectiles de artillería normales”.
Con información de Europa Press.