El valiente sacerdote que lideró una cadena humana para salvar las reliquias de Notre Dame

Al interior de la Catedral de Notre Dame de París había cientos de reliquias valiosas para la religión católica y para la humanidad. En el momento en el que se produjo el incendio que consumió gran parte de la iglesia, varias personas mostraron su valentía para salvar algunos de estos objetos.

En el momento en que los bomberos intentaban controlar el fuego se formó una cadena humana para salvar los objetos de valor histórico que guardaba la Catedral.

Jean-Francois Martins, alcalde encargado de turismo de París, explicó que a CBS que: “Rápidamente un equipo se dedicó a salvar esas figuras sagradas, específicamente las reliquias y la corona".

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La corona a la que se refiere el funcionario es la corona de espinas de Jesucristo, una pieza que supuestamente contiene una astilla de la cruz que llevó Jesús a cuestas y en la que después fue crucificado.

Quién encabezó la cadena humana, poniendo su vida en riesgo, fue el padre Jean-Marc Fournier, capellán del departamento de bomberos de París.

Etienne Loraillere, editor del medio católico KTO, trinó una foto del sacerdote diciendo que Fournier: “fue con los bomberos adentro de la Catedral para salvar la Corona de Espinas y el Santo Sacramento”.

Previamente, Fournier había sido capellán militar y había estado en la Guerra de Afganistán. Además, apoyó las víctimas del atentado terrorista al teatro Bataclan en 2015.

Patrick Chauvet, monseñor de la Catedral, dijo que la túnica de San Luis, y una colección de cálices que hacían parte del tesoro de la iglesia también se salvaron del fuego que devoró la torre central y dos terceras partes de la construcción.

También se salvó una pieza de madera y un clavo,  que también habrían sido usadas en la cruz original en la murió Cristo.

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Entre tanto, el ministro de Cultura, Franck Riester, confirmó que gran parte de los objetos serán transferidos a otro lugar icónico de la Capital francesa, el Museo de Louvre, por temas de seguridad.

Otra de las buenas noticias que se produjo cuando se conocieron las primeras imágenes del interior de la Catedral. La cruz del altar principal, conocida como Piedad, no fue afectada por las llamas.

En los pies de la cruz estaba la escultura Descendimiento de la cruz, que fue realizada por Nicolas Coustou en el siglo XVIII y que también se salvó de la tragedia.

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Los rosetones medievales, tres rosetas de amplias dimensiones también quedaron intactos. Sus vidrieras albergan representaciones cristianas, como las flores del paraíso, profetas o santos. Esta era una de las obras más icónicas de la catedral porque había sido creada durante los siglos XII y XIII.

El gran órgano de la catedral, el principal de los tres que estaban en la iglesia, también se salvó pero estuvo en serio peligro por el lugar en el que estaba ubicado, explicó André Finot, portavoz de la Catedral.

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