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Varios países en los Andes celebran el Año Nuevo Andino Amazónico. ¿De qué se trata?

La llegada del solsticio de invierno en el hemisferio sur marca el inicio de ciclo para algunas comunidades en Sudamérica.

Semana
22 de junio de 2023
La cultura boliviana y peruana se unen para celebrar esta festividad en el solsticio de invierno.
La cultura boliviana y peruana se unen para celebrar esta festividad en el solsticio de invierno. | Foto: Captura de pantalla / Twitter / @LuchoXBolivia

El 21 de junio ha marcado el solsticio de verano en el hemisferio norte, un acontecimiento considerado de suma importancia mística en el pasado para las civilizaciones que se situaban en México y Reino Unido milenios atrás. Sin embargo, en el hemisferio sur, especialmente en Perú y Bolivia, también tiene repercusión este solsticio, solo que en ese caso es el de invierno, al estar ubicados al otro lado del planeta.

Las comunidades andinas celebran el 21 de junio el Año Nuevo Andino Amazónico 5531, en el cual, por medio de cánticos, bailes tradicionales y estando en unión con varias sociedades indígenas de Perú y Bolivia, conmemoraron el “Willka Kuti” (Retorno del Sol) en las ruinas arqueológicas de Tiwanaku, a más de 70 kilómetros de La Paz.

La celebración desde Bolivia

Este Estado plurinacional tiene un gran arraigo con las comunidades indígenas, por lo que el presidente de la nación, Luis Arce, y el vicepresidente David Choquehuanca, estuvieron presentes en esta celebración con el fin de demostrar la importancia que tienen las tradiciones ancestrales para todo el aparato estatal boliviano.

Esta fecha es feriada desde el 2009 en Bolivia, por lo que los habitantes tuvieron el tiempo disponible para realizar las actividades tradicionales que esta fiesta exige.

La cuenta de 5531 se remonta a lo más de cinco mil años de antigüedad de los pueblos indígenas en la zona y a los 531 años que han pasado luego de la llegada de Cristóbal Colón a América.

Hoy renovamos nuestra devoción a la vida, nuestra devoción a la naturaleza, el vivir bien. Hoy es un día importante, hermanas y hermanos, en todo nuestro país. En el oriente, donde también están celebrando el Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco. En todo lado, hoy es un día para llenarse de energía, para nuevamente ratificar el compromiso de trabajar, de que nos vaya bien, de buenos augurios para todos nosotros”, dijo Arce ante los medios durante la celebración.

Perú: El extinto imperio Inca también celebra este solsticio

La influencia indígena en Perú no pasa desapercibida en esta nación. Siendo el foco del imperio Inca, no se perdió la importancia de celebrar este solsticio dada la creencia religiosa de enaltecer al sol por su capacidad de creación y destrucción.

Cusco y Puno fueron las ciudades en donde más se celebró este año nuevo andino, debido al contexto histórico con el imperio Inca, además del atractivo turístico que ambas poblaciones tienen para así promover de mejor manera el conocimiento indígena. Varios turistas presenciaron los actos de celebración por parte de las comunidades primitivas.

El elemento del fuego tuvo un gran simbolismo para esta celebración, ya que las ofrendas eran arrojadas a las fogatas con el fin de demostrar que los elementos quemados significan la vida que se deja atrás y se le da paso a lo nuevo que renueva y purifica el cuerpo.

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El imperio Inca fue una de las civilizaciones más desarrolladas en la América precolombina. | Foto: Getty Images / Nur Photo

La importancia del 21 de junio para la fe y la razón

Los solsticios son vistos como un acontecimiento importante para la ciencia y el misticismo. Por un lado, desde la astronomía, estos eventos, junto con los equinoccios, han hecho posible el estudio y entendimiento de cómo se relaciona la tierra con el sistema solar y del porqué de algunos fenómenos y cambios en el clima que tienen que ver con el eje de rotación de la tierra.

Por otro lado, dependiendo del credo, el 21 de junio y el 21 de diciembre tienen un carácter religioso especial porque es cuando el sol se encuentra en el punto más cercano o más lejano de las comunidades, creando así un culto en torno a esa estrella que se evidencia en la abundancia o en la carencia de las cosechas, manifestando así su concepción de la relación que existe entre lo humano y lo divino.