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Vaticano: Quienes no se vacunen contra el coronavirus podrían perder su trabajo
Vacunarse es “la elección responsable” debido al riesgo de dañar a otras personas, advirtió el Vaticano.
En el mundo avanza el proceso de vacunación contra el coronavirus en medio de la discusión por las dificultades en la producción, y por consiguiente, en la distribución para lograr una mayor cobertura en la inmunización, no solo contra la covid-19 sino también contra las nuevas cepas de coronavirus.
Y a pesar de esos esfuerzos, muchas personas tienen dudas sobre la efectividad de las vacunas y hasta han aparecido teorías conspirativas que han generado controversia y aumentan las inquietudes sobre su aplicación. Muchas personas se niegan a la posibilidad de vacunarse.
Por eso, el Vaticano anunció este jueves que sus trabajadores pueden arriesgarse a perder sus trabajos si se niegan a vacunarse contra el coronavirus, sin que medien razones médicas debidamente justificadas.
En ese sentido, fue expedido un decreto por el cardenal Giuseppe Bertello, gobernador de la Ciudad del Vaticano, quien señaló que vacunarse era “la elección responsable” debido al riesgo de dañar a otras personas.
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La Ciudad del Vaticano, el Estado más pequeño del mundo con 44 hectáreas, tiene varios miles de trabajadores, la mayoría de los cuales viven en Italia. Su programa de vacunación comenzó el mes pasado y el Papa Francisco, de 84 años, fue uno de los primeros en recibir la vacuna.
El decreto de siete páginas dice que aquellos que no pueden vacunarse por razones de salud pueden ser destinados a otro puesto, presumiblemente donde tendrían contacto con menos personas, pero recibirán el mismo pago, incluso si el nuevo puesto es de menor grado.
Pero agregó que aquellos que se nieguen a vacunarse sin una razón suficiente estarán sujetos a una disposición específica en una ley de 2011 sobre los derechos y deberes de los trabajadores.
El artículo de la ley de 2011 dice que los trabajadores que rechacen “medidas preventivas” podrían ser sometidos a “diversos grados de consecuencias que podrían conducir al despido”. El decreto se firmó el 8 de febrero y luego se publicó en el sitio web del departamento del gobernador.
El Papa Francisco es un gran partidario de las vacunas para detener la propagación del coronavirus.
“Es una elección ética, porque estás jugando con tu salud, con tu vida, pero también estás jugando con la vida de los demás”, dijo en una entrevista con una cadena de televisión italiana el mes pasado.
El Vaticano ha hecho obligatoria la vacunación contra la covid-19 para los periodistas que acompañen al Papa Francisco en su viaje a Irak el próximo mes.
Bertello, quien firmó el decreto, dio positivo para coronavirus en diciembre y entró en autoaislamiento.
Hubo menos de 30 casos de coronavirus en Ciudad del Vaticano, la mayoría de ellos entre la Guardia Suiza, que vive en un cuartel comunal.
La vacunación es “una acción ética”
En una entrevista divulgada por la televisión italiana, Francisco definió la vacunación como “una acción ética, porque te juegas la salud, te juegas la vida, pero también te juegas la vida de los demás”.
Varios prelados, obispos y cardenales han contraído el virus en los últimos meses, entre ellos el cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles.
El papa Francisco canceló todos sus viajes al exterior desde el inicio de la pandemia en marzo del 2020 y puso en duda su visita a Irak, prevista del 5 al 8 de marzo próximos por la pandemia.
Hace dos semanas, el papa Francisco recibió la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, con lo que completa la inmunización contra la covid-19.
El pontífice, de 84 años, había recibido la primera dosis de la vacuna Pfizer hace dos semanas, junto con el papa emérito Benedicto XVI, de 93 años.
Los dos ancianos pontífices se encuentran en la lista de prioridades que incluye a los mayores de edad y el personal sanitario y de seguridad del pequeño Estado.
Francisco recibió la vacuna en el atrio del aula Pablo VI, que ha sido acondicionada para la campaña de vacunación del Estado Vaticano, indicó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.