Estados Unidos
Veinte años de persecución: los detalles de la cacería de la CIA a Ayman Zawahiri, sucesor de Bin Laden
El operativo, por petición del presidente Biden, requería de un elevado grado de exactitud, precisión y certeza para no comprometer la seguridad de ninguna otra persona.
Tras la acción militar adelantada el pasado domingo, por autoridades y cuerpos de inteligencia de Estados Unidos, y en las que lograron abatir al líder del grupo terrorista Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, de 71 años, sucesor de Bin Laden, medios como el Daily Mail, han revelado detalles de la ingente cacería desplegada para tal fin.
El operativo, según describe el medio británico, es el resultado de más de 20 años de seguimientos y labores de inteligencia que permitieron que, el pasado domingo, pasadas las 6:00 a. m., y en momentos en los que el referido terrorista se encontraba en el balcón de una casa en Kabul, capital afgana, se pudiera desplegar la operación con un dron, y misiles R9X ‘Ninja’ Hellfire. Fue así como lograron abatirlo.
La complejidad de la operación refiere, según el medio británico, que al momento de disparar los dos misiles, el dron, se encontraba volando a cerca de 50.000 pies de distancia, lo que lo hacía imperceptible para el hombre objeto del ataque, quien había acabado de culminar sus oraciones matutinas, y simplemente se encontraba contemplando el amanecer.
Ayman al-Zawahiri era el hombre que, tras ser el lugarteniente de Osama Bin Laden, había ascendido al poder de la famosa organización criminal, recordada por ser los autores del atentado de 2001 contra las Torres Gemelas, desde hace 11 años.
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Su vida, encontró su final apenas pocos segundos después de que, de manera silenciosa, el dron disparara una ojiva de metal reforzado de 100 libras y seis hojas con forma de katana.
Un nuevo momento icónico para Estados Unidos, y su búsqueda por la justicia, en una herida que 21 años después sigue presente en la memoria de los estadounidenses y el mundo occidental, tras un atentado que cobró más de 3.000 víctimas.
Según medios internacionales, el operativo contra Zawahiri, también era el momento cumbre de un despliegue de inteligencia para lograr neutralizar al hombre, también señalado como uno de los ideólogos y responsables de múltiples atentados que atemorizaban a Estados Unidos, y que incluso presentaron ataques contra sus representaciones diplomáticas en Tanzania y Kenia, así como contra el USS Cole.
Con su muerte, según detalla el Daily Mail, Estados Unidos ha logrado capturar o matar a “todos los conspiradores del 11 de septiembre”, y su asesinato se derivó de una operación especial que se extendió por cerca de seis meses en los que la CIA detalló la ubicación y rutinas diarias del peligroso terrorista, dando espacio así a un operativo preciso.
“No importa cuánto tiempo tome, no importa dónde se esconda, si es una amenaza para nuestro pueblo, Estados Unidos lo encontrará y lo sacará”, afirmó al respecto el presidente Joe Biden, al confirmar al mundo, el pasado lunes, la muerte del sucesor de Bin Laden.
Según recogen medios internacionales, basados en declaraciones de altos funcionarios estadounidenses, uno de los puntos claves en la investigación que permitió neutralizar a Zawahiri, provino de su núcleo familiar, tras identificar que la esposa e hijos del abatido líder de Al Qaeda, se habían mudado a una residencia en la ciudad de Kabul, ubicada en una zona que, en el pasado, estaba habitualmente ocupada por residencias diplomáticas.
En aquel lugar, la familia del terrorista contaba con una escolta particular, asociada a la red Haqqani, un grupo que tiene relación con Al Qaeda, pero también sostiene nexos con la organización Talibán, que recientemente regresó el poder de Afganistán, siendo Sirajuddin Haqqani, uno de los hijos del fundador del grupo, el actual ministro del Interior.
Tras la identificación de la familia, el paso siguiente de la operación estadounidense, consistió en lograr determinar que el líder también moraba en aquel lugar, por lo que se instauró una vigilancia prolongada a la residencia, logrando identificar que, en efecto, el hombre de 71 años residía en el lugar, y que, dentro de su rutina diaria, existía un factor que podría ser determinante para su eventual neutralización: pasaba períodos prolongados en el balcón de la vivienda.
Tras el juicioso estudio por parte de los organismos de inteligencia y sus espías, se fue conformando un plan detallado que fue presentado al presidente Biden en los meses de mayo y junio, para finalmente, el 1 de julio, un mes antes de que se hiciera pública la muerte del terrorista, se diera luz verde para el estudio de la operación.
De acuerdo con el Daily, en una nueva reunión, el pasado 25 de julio, Biden conoció nuevos detalles del plan, dando luz verde a los ataques aéreos, enmarcados en una característica especial: eran personalizados, y permitían, dadas sus características, minimizar el riesgo de la ocurrencia de asesinato de víctimas civiles.
Aunque las imágenes que han trascendido de la operación han mostrado que los misiles atravesaron el piso del balcón e ingresaron a la habitación ubicada justo debajo, causando también daños en otras estructuras de la vivienda, las autoridades de EE. UU. han apuntado a que la única víctima de la operación fue Zawahiri, pese a que otros miembros de su núcleo familiar se encontraban en la vivienda.
Tras la operación que dio de baja a Zawahiri, la inteligencia de Estados Unidos desplegó una segunda parte del plan antes de confirmar el deceso, informando de este a Biden, solamente cuando no existían dudas sobre el éxito de este.
Una vez conocido el resultado del operativo, y en una alocución presidencial, Biden confirmó al mundo la noticia, advirtiendo que “se ha hecho justicia”, recordando que, además del atentado de las torres gemelas (y otros del 11-S), el terrorista era el responsable de varios ataques a funcionarios de los gobiernos de EE. UU., entre los que se encontraban trabajadores diplomáticos, y personas relacionadas con otros intereses de ese país.
En la planeación de dicha operación, según detalla el Daily, solamente pudo participar un reducido número de funcionarios, incluida la vicepresidenta Harris, considerando que la acción era ‘altamente clasificada’.
De acuerdo con medios locales, la muerte del líder de Al Qaeda, es considerado el logro más grande de Estados Unidos, en materia antiterrorista, desde el asesinato de Bin Laden en 2011.
Sobre Al-Zawahiri, este también se encontraba en el listado de las personas más buscadas por parte del FBI, entidad que ofrecía una recompensa de hasta 25 millones de dólares por información que condujera directamente a él.
¿Quién era al-Zawahiri?
De acuerdo con su reseña, el sucesor de Bin Laden, había nacido en 1951 en la ciudad de El Cairo, Egipto, y pertenecía a una de las familias más acomodadas de ese lugar.
Fue reseñado por las autoridades de Estados Unidos en los años 90, como parte de la organización delictiva fundada por Bin Laden, con quien se habría conocido a finales de los años 80, época en la que este habría servido al fundador de Al Qaeda, quien se refugiaba en Afganistán de los ataques soviéticos
Según medios extranjeros, tras convertirse en el lugarteniente de Bin Laden, Zawahiri, empezó a ser más visible, pues su rostro comenzó a hacerse común durante los pronunciamientos de la organización terrorista, en los que se expresaban posturas antiestadounidenses, y se animaba a musulmanes a unirse a su causa.
Su primera acusación formal, se remite al año 1998, señalado de ser el responsable de los ataques contra las embajadas estadounidenses en Tanzania y Kenia, los cuales consistieron en bombas que estallaron de forma simultánea, causando la muerte a cerca de 220 personas, entre las que se encontraban, obviamente, ciudadanos estadounidenses.
Dichos ataques, además dejaron más de 4.500 personas heridas.
Tras los atentados del 11-S, al-Zawahiri, al igual que otros miembros de la organización de AL Qaeda, se intentaron ocultar de la arremetida estadounidenses que los buscaba, y se dedicó a reconstruir el papel de la organización en la zona fronteriza de Afganistán y Pakistán, siendo a su vez considerado el líder en la región de Irak, y Yemen, responsabilizándose a su vez de algunas acciones en África y Europa.
Tras la operación que, con ayuda de focas de la Marina de Estados Unidos, permitió abatir a Bin Laden en Pakistán, al-Zawahiri asumió el liderazgo del grupo.
Pese a que en 2020 algunos rumores advertían que Zawahiri había fallecido a causa de una enfermedad, estos terminaron por desmentirse en 2021 cuando, con ocasión del 20 aniversario del atentado a las Torres Gemelas, el terrorista apareció en un video celebrando la retirada de las tropas de EE. UU. en Afganistán.
Rifirrafe entre Afganistán y EE. UU.
Con ocasión de la operación, las autoridades de Afganistán se habrían manifestado, advirtiendo que la operación podría haberse convertido en una experiencia fallida, señalando que las acciones desplegadas en los últimos años van en detrimento de EE. UU., Afganistán y la región.
No obstante, desde EE. UU., el secretario de Estado, Antony Blinken, afirmó que el gobierno Talibán no había logrado el objetivo con el que se habían comprometido en un acuerdo firmado en la era Trump, para evitar que Al Qaeda operara en áreas bajo su control.
“Ante la falta de voluntad o la incapacidad de los talibanes para cumplir con sus compromisos, continuaremos apoyando al pueblo afgano con una sólida asistencia humanitaria y abogando por la protección de sus derechos humanos, especialmente los de las mujeres y las niñas”, dijo Blinken el pasado lunes, quien a su vez aplaudió la acción para dar fin a la vida de Zawahiri.
“Hemos cumplido con nuestro compromiso de actuar contra las amenazas terroristas que emanan de Afganistán”, dijo, a la vez que aseguró que “el mundo está más seguro tras la muerte del líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri”.
We have delivered on our commitment to act against terrorist threats emanating from Afghanistan. The world is safer following the death of al Qa’ida leader Ayman al-Zawahiri. The U.S. will continue to act against those who threaten our country, our people, or our allies.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) August 2, 2022
En ese mismo sentido, el secretario de Estado sentenció que “Estados Unidos seguirá actuando contra quienes amenacen a nuestro país, a nuestro pueblo o a nuestros aliados”.
Otras figuras de la política estadounidense, como el congresista republicano Kevin McCarthy, han afirmado tras la muerte del líder terrorista que “esta noticia arroja luz sobre el posible resurgimiento de al-Qaeda en Afganistán tras la desastrosa retirada del presidente Biden hace un año”, el referido político también pidió que el actual gobierno comparezca en el Congreso para ‘discutir el resurgimiento de al-Qaeda en la región’, advirtiendo que riesgo que para EE. UU. representa el resurgimiento de la organización criminal.
Lo anterior se suma a una aseveración hecha desde la ONU el pasado mes de junio, cuando se advirtió que Afganistán se había convertido nuevamente en un ‘refugio seguro’ para Al-Qaeda, mostrando su preocupación de que el país, bajo el dominio talibán, se volviera a convertir en base para el terrorismo internacional.