Italia
Venecia preserva su estatus en la lista de patrimonio mundial de la Unesco
Se dio luz verde a una medida que requerirá de manera específica una contribución de 5 euros de los visitantes diurnos que deseen disfrutar de los encantos de la ciudad.
“El comité del patrimonio mundial (...) decidió en el día de hoy no inscribir Venecia y su laguna en la lista de patrimonio en peligro”, indicó en un comunicado la Unesco, que tiene su sede en París. “La decisión toma en cuenta los avances obtenidos en los últimos días por la Unesco, en particular la puesta en marcha a partir de 2024 de un sistema de gestión de flujos de los visitantes”, precisó a AFP un diplomático.
El martes, en un importante desarrollo, Venecia dio luz verde a una medida que, a partir del año 2024, requerirá de manera específica una contribución de 5 euros (equivalentes a 5,33 dólares) de los visitantes diurnos que deseen disfrutar de los encantos de la ciudad, mundialmente reconocida por sus canales pintorescos, sus emblemáticos puentes, sus opulentos palacios y sus invaluables obras de arte.
Esta tarifa, que podrá ser abonada de manera conveniente a través de plataformas en línea, se aplicará en un período que no excederá los 30 días al año. Estos días de aplicación de la tarifa se designarán cuidadosamente, teniendo en cuenta los momentos en los que la afluencia de turistas suele alcanzar sus niveles más elevados, especialmente durante la primavera y la temporada estival. Los detalles exactos del calendario de estos días específicos se darán a conocer en una fecha posterior.
Esta iniciativa surge como respuesta a la inquietante recomendación emitida por la Unesco a fines de julio, que sugería la inclusión de la Serenísima en la lista de Patrimonio Mundial en peligro. La Unesco expresó su preocupación por lo que consideró como medidas insuficientes adoptadas por Italia hasta el momento para preservar y proteger la invaluable herencia cultural y arquitectónica de Venecia.
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La agencia de la ONU para la Cultura, la Unesco, había argumentado de manera contundente que el impacto del cambio climático, en forma de una elevación significativa del nivel del mar, así como el creciente flujo de turismo masivo, representaban amenazas inminentes que podrían “causar cambios irreversibles en el valor universal y excepcional” que caracteriza al patrimonio de la majestuosa ciudad de Venecia.
Cuando se dio a conocer la decisión de este jueves, el ministro italiano de Cultura, Gennaro Sangiuliano, no pudo ocultar su alegría y la calificó como una “victoria para Italia y el sentido común”. No obstante, Venecia, la ciudad de los dogos, aún no está completamente exenta de riesgos.
El comité del patrimonio mundial de la Unesco, al comunicar su veredicto, subrayó la continuación de sus inquietudes profundas en relación con los notables desafíos que aún persisten en la preservación adecuada de este extraordinario sitio. Estas preocupaciones se centran especialmente en cuestiones relacionadas con el auge del turismo de masas, los planes de desarrollo en curso y la amenaza constante del cambio climático que afecta a Venecia de manera crítica.
En consecuencia, el comité llegó a la conclusión de que se necesitan avances adicionales y acciones concretas para abordar estas preocupaciones apremiantes y proteger la herencia cultural y arquitectónica única que representa Venecia para el mundo.
En este contexto, se solicitó enfáticamente a Italia que presente un informe detallado en febrero del próximo año, lo que allanará el camino para una exhaustiva reevaluación del estado de conservación del sitio, programada para el verano de 2024.
Venecia, esta joya arquitectónica e histórica, una ciudad insular cuyas raíces se remontan al siglo V y que experimentó su apogeo como una destacada potencia marítima en el siglo X, está compuesta por un intrincado tejido de 118 islotes.
Desde el año 1987, Venecia ostenta con orgullo su lugar en el selecto grupo de sitios inscritos en el patrimonio mundial de la Unesco. Esta distinción destaca su riqueza histórica y su belleza singular, convirtiéndola en un tesoro cultural invaluable que merece una atención y esfuerzos inquebrantables para su conservación a largo plazo.