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Venezuela debe responder en pleito internacional ante la Corte Internacional de Justicia. Las razones aquí
La CIJ “celebrará audiencias públicas (...) el martes 14 de noviembre de 2023 en el Palacio de la Paz de La Haya, sede de la corte”, en respuesta a la solicitud de Guyana para tratar la convocatoria de un referendo en Venezuela sobre el Esequibo, informó el principal órgano de justicia de Naciones Unidas en un comunicado.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) programó una audiencia sobre el Esequibo, una región rica en petróleo que se disputan Guyana y Venezuela, para el 14 de noviembre, tres semanas antes de un referendo que Caracas organiza y Georgetown rechaza.
La CIJ “celebrará audiencias públicas (...) el martes 14 de noviembre de 2023 en el Palacio de la Paz de La Haya, sede de la corte”, en respuesta a la solicitud de Guyana para tratar la convocatoria de un referendo en Venezuela sobre el Esequibo, informó el principal órgano de justicia de Naciones Unidas en un comunicado.
“Según el solicitante (Guyana), el propósito de este referendo es obtener respuestas que respalden la decisión de Venezuela de abandonar (el actual procedimiento ante la Corte), y recurrir, en cambio, a medidas unilaterales para ‘resolver’ la controversia con Guyana mediante la anexión formal a Venezuela del territorio objeto del presente proceso, que comprende más de dos tercios de Guyana”, añadió la CIJ.
Guyana solicitó ante la CIJ, a cargo de dirimir esta controversia, tomar medidas provisionales para pedir que Venezuela no proceda con el referendo consultivo, algo que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, considera una “pretensión temeraria”.
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El Esequibo, también llamado Guayana Esequiba, es un territorio de 160.000 kilómetros cuadrados, bajo la administración de Guyana (125.000 habitantes de 800.000 guyaneses en 2012) y donde se habla inglés. Contiene depósitos de petróleo y minerales y ricas cuencas hidrográficas.
Los cruces de señalamientos entre ambos gobiernos se han incrementado tras el llamado a referendo consultivo el 3 de diciembre por Venezuela, que plantea la creación de un estado (provincia) en el territorio en disputa y nacionalizar a sus habitantes.
La tensión aumentó luego del otorgamiento de licitaciones petroleras en el área por parte de Guyana.
Venezuela y Guyana se disputan la región del Esequibo desde hace más de un siglo. Georgetown defiende un límite establecido en 1899 por una corte de arbitraje en París, mientras que Caracas reivindica el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966 con Reino Unido antes de la independencia guyanesa, que establecía bases para una solución negociada y desconocía el laudo anterior.
La polémica
El Gobierno y la oposición de Venezuela, normalmente con posturas antagónicas en todo, coincidieron este jueves en condenar la postura del secretario general de la OEA, Luis Almagro, sobre la centenaria disputa con Guyana por el territorio Esequibo, zona rica en petróleo.
Almagro, un férreo crítico del gobierno del presidente Nicolás Maduro y aliado natural de la oposición, señaló el miércoles a Venezuela de “provocar” a Guyana con un “lenguaje preocupante” y la convocatoria de un referendo sobre el diferendo. Maduro rechazó el jueves las declaraciones y las tachó de “infames”, al tiempo que la Cancillería señaló en un comunicado que “el odio del señor Almagro a Venezuela le hace nuevamente colocarse al margen de la legalidad internacional”.
Venezuela convocó para el 3 de diciembre este referendo consultivo, no vinculante, que plantea la creación de un estado (provincia) en esa zona y nacionalizar a sus habitantes. “El régimen (de Venezuela) debe respetar los principios de paz y evitar cualquier confusión y mensaje lesivo”, dijo Almagro, que alertó sobre “provocaciones” y de movimientos de tropas a la frontera.
“Su silencio sobre las concesiones en territorio en disputa e incluso en aguas que son de Venezuela y no están en discusión es grave. Sea al menos imparcial”, indicó por su parte Gerardo Blyde, miembro de la delegación opositora, en negociaciones con el gobierno de Maduro auspiciadas por Noruega. “El Esequibo es un asunto de Estado que nos involucra a todos los venezolanos, más allá de quien ejerza el poder”, zanjó Blyde.
“Campaña contra el referendo”
Biagio Pilieri, otro vocero de la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), dijo durante una rueda de prensa el miércoles que los partidos agrupados en este bloque defienden que “el Esequibo es territorio venezolano”. “De eso no puede haber duda, no la ha habido, ni la hay, ni la habrá jamás”, remarcó Pilieri, que señaló la PUD fijará posición sobre si la consulta “ayuda o no” a la causa venezolana por el Esequibo.
“Venezuela tiene un punto de unidad alrededor de la defensa del territorio y del Esequibo, que no se tiene que confundir la defensa de los venezolanos al Esequibo con un apoyo político a nadie”, dijo a periodistas el consultor político Luis Vicente León, director de la firma Datanálisis.
No obstante, siguiendo esta tradición antagonista, Maduro ignoró el reclamo opositor e insistió que Almagro era el “padrino político de la Plataforma Unitaria”.
Ya el lunes había acusado a la oposición de encabezar una campaña contra el referendo consultivo organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano.
“Empezaron una campaña contra el referendo consultivo, denuncio la campaña de la ultraderecha de la Plataforma Unitaria que viola los acuerdos de Barbados y que ofende al pueblo de Venezuela y que le hace el trabajo a la Exxon Mobil”, dijo entonces el mandatario mostrando un supuesto panfleto.
Pugna centenaria
En la pugna, reavivada en 2015 tras el hallazgo de yacimientos petroleros por parte de la estadounidense ExxonMobil, Guyana solicitó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) suspender el referendo consultivo, algo que Maduro tachó como una “pretensión temeraria”.
El Esequibo, de 160.000 km² y rico en minerales y biodiversidad, es administrado por Guyana, que se ampara en un laudo suscrito en París en 1899 que fija unos límites que Venezuela rechaza. El Acuerdo de Ginebra, que firmó Venezuela en 1966 con Reino Unido antes de la independencia guyanesa, establecía bases para una solución negociada, desconociendo el documento anterior.
La CIJ dictaminó en 2020 que tenía jurisdicción para analizar el litigio, pese al rechazo de Venezuela, que terminó participando en el proceso. Almagro recalcó que Venezuela debe “esperar en paz la decisión de la CIJ”.
“No sorprende la actitud de este sicario, enemigo declarado de Venezuela”, zanjó el ministro venezolano de Defensa, Vladímir Padrino, en X, antes Twitter. “Nuevamente, se manifiesta la estupidez de este triste y adulante fantoche, archienemigo de la Patria”, le siguió Domingo Hernández Lares, número dos de la Fuerza Armada.
*Con información de la AFP.