Venezuela imputa por supuestos actos terroristas al policía argentino detenido y rechaza liberarlo: escala la tensión entre ambos países

La Fiscalía de Venezuela informó el viernes que el agente policial argentino detenido a inicios de diciembre es procesado por su supuesta vinculación con “acciones terroristas” en Venezuela, lo que tensa aún más la fracturada relación con Argentina, que ha requerido su liberación inmediata.

Nahuel Agustín Gallo fue detenido “al haber intentado ingresar irregularmente” al territorio venezolano, según señaló la Fiscalía en un comunicado, desmintiendo la versión de Argentina de que el gendarme había viajado desde Colombia —donde cumple sus funciones— hasta Venezuela para visitar a su pareja e hijo.

Ya el ministro de Interior venezolano, Diosdado Cabello, puso en duda a mediados de diciembre que el ingreso del policía argentino esté vinculado con una visita “sentimental”.

De acuerdo con el comunicado del viernes, suscrito por el fiscal general Tarek William Saab, Gallo está relacionado supuestamente con “grupos de la ultraderecha internacional” y será procesado por ejecutar acciones “desestabilizadoras y terroristas”.

Argentina acusó al gobierno de Nicolás Maduro de violar los derechos del agente, su libertad individual y su dignidad al haberlo detenido sin “motivo legítimo”, por lo que anunció que actuará ante instancias y organismos internacionales para exigir la inmediata liberación del suboficial.

La ministra del Interior argentina, Patricia Bullrich, también había advertido que habrá consecuencias si el agente no era liberado y calificó la detención como un “secuestro”.

El canciller argentino, Gerardo Werthein, respondió en una conferencia de prensa en Buenos Aires que el comunicado del fiscal venezolano “manifiesta una serie de hechos que son falsos” y que el proceder de Saab es “absolutamente ilegítimo”.

Werthein calificó a la acusación como “una gran mentira”, aunque señaló que el gendarme “pasó de ser un secuestrado de manera ilícita, de paradero desconocido, a ser reconocido por el Gobierno” y destacó el rol de Brasil en las gestiones.

La relación entre Argentina y Venezuela, hoy en tensiones diplomáticas, se deterioró a raíz de que el gobierno de Javier Milei desconociera los resultados electorales que proclamaron a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Tras ello, el gobierno venezolano expulsó al personal diplomático argentino de Caracas y su embajada quedó bajo custodio de Brasil.

En esa sede diplomática, se encuentran asilados desde marzo cinco opositores venezolanos para quienes Argentina y otros países de la región han exigido se entregue el salvoconducto que les permita abandonar el país. Uno de los refugiados dejó recientemente ese recinto y se puso a disposición de las autoridades venezolanas.

Un tribunal federal de la provincia argentina de Mendoza había exhortado a Caracas a informar el paradero de Gallo, al denunciar su “desaparición forzada” y considerar que el caso se enmarcaba bajo el principio de “jurisdicción universal”, que abriría un proceso contra Venezuela por delitos de lesa humanidad.

La familia de la esposa de Gallo, María Gómez, vive en Puerto La Cruz (este de Venezuela). Gómez estaba en su país desde hacía siete meses por “razones personales” y dijo a una radio argentina que ella y sus allegados estaban “muy angustiados”.

“No es ningún terrorista”, dijo por su parte su suegra, Yalitza García, a Voz de América la semana pasada.

Con información de AFP y Europa Press*