Mundo
Verónica Sarauz, esposa del asesinado Fernando Villavicencio, pide respuestas sobre la seguridad que no operó el día del crimen
Ecuador ha vivido paulatinamente una escalada de violencia durante lo corrido del 2023.
El asesinato de Fernando Villavicencio el 9 de agosto en Quito, quien era candidato presidencial en Ecuador y periodista de profesión, ha dejado una herida no solamente en sus seguidores y su familia, sino en toda la comunidad ecuatoriana por la manera en que la violencia cada día va en aumento en la nación sudamericana.
A pesar de que la Policía Nacional y la Fiscalía General trabajan sin descanso para esclarecer los hechos, responsabilizar a los autores intelectuales y materiales del atentado contra el político y atribuir las respectivas sentencias, la esposa, ahora viuda del sujeto, Verónica Sarauz, exige respuestas contundentes que develen la verdad sobre lo ocurrido esa noche del jueves en la capital del país.
A la espera de la verdad
Sarauz, visiblemente afectada por la pérdida de su compañero sentimental, habló en exclusiva con SEMANA sobre sus inquietudes acerca del esquema de seguridad que tenía su esposo durante toda la carrera por la presidencia, además de mostrar su optimismo ante las respuestas contundente que la fiscalía le pueda otorgar.
“Ellos tienen que explicarme por qué mi esposo salió con la seguridad de él, pero luego fue metido en una camioneta que no tenía resguardo, que no tenía chofer, para en el momento de los impactos salir huyendo del lugar. Alguien tiene que responder por esas cosas. Su guardia no actuó como debía actuar”, expresó la mujer en la entrevista concedida a SEMANA, en donde también consideró que el crimen que se cometió contra su esposo fue netamente político.
Lo más leído
“Estoy convencida de que el magnicidio que se cometió con Fernando es un crimen político, no es un crimen de delincuencia común, es un crimen político y al único partido que le beneficia el asesinato de mi esposo es a aquellos que tienen vínculos con los grupos delictivos de este país”, añadiendo “Incluso tenían a un representante en la Asamblea Nacional que era miembro de una banda delictiva”, sin dar nombres por miedo a represalias.
Sarauz, al preguntarle sobre la presunta amenaza de Piedad Córdoba, polémica política colombiana, hacia Fernando Villavicencio, aseveró que “Ese es el trabajo que le corresponde hacer a la Fiscalía. Es una telaraña que van a tener que ir zafando poco a poco”, pero no dudó en afirmar que “Es cierto, la señora Córdoba amenazó de muerte a Fernando”.
Los posibles implicados serían colombianos
Tras el asesinato de Fernando Villavicencio, la policía emprendió la búsqueda para hallar a los culpables del hecho en donde se capturaron a los colombianos Adey Fernando García García, Andrés Manuel Mosquera Ortiz, Camilo Andrés Romero Reyes, John Gregore Rodríguez Gomgora, José Neider López Hitas y Jules Osmin Castaño Alzate quienes se encuentran a disposición de las autoridades para la imputación de cargos dado que son los principales sospechosos del homicidio.
Por su parte, el sicario que asesinó al político también era de nacionalidad colombiana, no obstante, el delincuente fue neutralizado el mismo jueves en la noche en medio de un cruce de disparos con la policía.
Sarauz también se refirió en SEMANA sobre estas capturas” Lamentablemente son seis colombianos. En la audiencia de flagrancia se les dictó prisión preventiva. Cuando quieren hacer un trabajo así, mandan a traer a las personas de Colombia. Sé que es un crimen político, sé que muchos políticos deben estar involucrados aquí y no voy a descansar hasta llegar a las últimas consecuencias y dar con los autores materiales e intelectuales de este magnicidio que cometieron contra la vida de mi esposo”.
Sin embargo, aseguró que su esposo “Tenía un aprecio muy grande por Colombia. De hecho, siempre decía que nosotros estábamos comenzando a vivir lo que ustedes vivieron en los años ochenta, pero la diferencia es que no tenemos la capacidad para combatirlo”.
Reviva la entrevista completa por SEMANA
SEMANA: ¿Está tranquila con las primeras investigaciones sobre el magnicidio de su esposo, Fernando Villavicencio?
VERÓNICA SARAUZ: Por supuesto que no. Todavía se tienen que responder muchas preguntas que están en el aire. Recién regresé a Ecuador, y estoy esperando, en el transcurso del día, comunicarme con las autoridades. Ellos tienen que explicarme por qué mi esposo salió con la seguridad de él, pero luego fue metido en una camioneta que no tenía resguardo, que no tenía chofer, para en el momento de los impactos salir huyendo del lugar. Alguien tiene que responder por esas cosas. Su guardia no actuó como debía actuar.
SEMANA: Pero entonces, ¿qué pasó?
V.S.: No quiero pensar que hubo infiltración, que vendieron a mi marido, que lo entregaron para que lo asesinaran a sangre fría, no quiero pensar todavía en esas cosas. Necesito que el Estado me dé respuestas y necesito respuestas claras y concretas. Entiendo que con el FBI hay la posibilidad de que estas investigaciones se vuelvan reales y concretas. Es con ellos con quienes también tengo que comunicarme porque todos sabemos que Ecuador está contaminado por el narcotráfico y por la delincuencia organizada, y la Policía no está exenta de estas contaminaciones.
SEMANA: ¿Quién ordenó el asesinato de su esposo?
V.S.: Estoy convencida de que el magnicidio que se cometió con Fernando es un crimen político, no es un crimen de delincuencia común, es un crimen político y al único partido que le beneficia el asesinato de mi esposo es a aquellos que tienen vínculos con los grupos delictivos de este país. Incluso tenían a un representante en la Asamblea Nacional que era miembro de una banda delictiva.
SEMANA: Hoy muchos recuerdan las fuertes frases del expresidente Rafael Correa, quien le dijo a su esposo: “Pronto se te acabará la fiesta” y “nuestra venganza personal será contundente”. ¿Cree que Correa tuvo algo que ver con el crimen de su esposo?
V.S.: Si él no está involucrado directamente, al menos tenía conocimiento de lo que pasaba, lo que iba a pasar y lo que pasó. Ellos, cuando le decían que se le iba a acabar la fiesta, hablaban muy en serio. Recordemos que en el gobierno de Rafael Correa mandaron a secuestrar en Colombia a Fernando Balda usando recursos públicos. Entonces, si una persona es capaz de mandar a un país extranjero a la Policía a secuestrar a otros ciudadanos, son capaces de cualquier cosa.
SEMANA: ¿Usted va a denunciar a Correa por esos mensajes amenazantes que emitió contra Fernando Villavicencio en campaña antes del magnicidio?
V.S.: Es que la Fiscalía está al tanto de todo porque Fernando ponía las denuncias. Amenaza que le llegaba, amenaza que era puesta en conocimiento de la Fiscalía y de la Policía. Por eso Fernando tenía 97 por ciento de riesgo en el estudio de seguridad. Era el candidato que tenía más custodia comparado con el resto, pero no desde ahora, sino desde que Fernando hacía su trabajo en la Asamblea.
SEMANA.: ¿Y en esas denuncias que su esposo presentó en la Fiscalía por las amenazas mencionó a Correa?
V.S.: Muchísimas veces. Incluso hay una donde están involucrados varios exlegisladores que fueron destituidos con la muerte cruzada y un sinnúmero de personas que siempre han amenazado a Fernando a través de cuentas falsas, troles, mensajes anónimos, etcétera. Lo cierto es que venimos casi diez años de un proceso de persecución por parte del Gobierno de Rafael Correa, que allanó nuestra casa, nos persiguió y nos quebró económicamente. Tuvimos que salir a pedir auxilio al vecino país del Perú. Venimos de años y años de amenazas hasta que al fin la amenaza se hizo realidad y todavía no logro entender cómo pasó esto. Fernando tenía conocimiento de todas las amenazas porque desde que fue asambleísta recibía muchas. De hecho, cuando viajó a Colombia por el tema de Álex Saab y la senadora Piedad Córdoba, ella también amenazó a mi esposo públicamente. Eso igualmente hay que recordarlo y no podemos dejar de mencionarlo. Fernando tenía mil y una amenazas por parte de todas estas personas que se veían expuestas gracias a todas las investigaciones periodísticas y a través del trabajo legislativo que él estaba desempeñando.
SEMANA: ¿Cómo así que Piedad Córdoba amenazó a Fernando Villavicencio?
V.S.: Ese es el trabajo que le corresponde hacer a la Fiscalía. Es una telaraña que van a tener que ir zafando poco a poco. Es cierto, la señora Córdoba amenazó de muerte a Fernando.
SEMANA: Entre los capturados hay seis colombianos que estarían implicados en el magnicidio. ¿Qué piensa?
V.S.: Lamentablemente son seis colombianos. En la audiencia de flagrancia se les dictó prisión preventiva. Cuando quieren hacer un trabajo así, mandan a traer a las personas de Colombia. Sé que es un crimen político, sé que muchos políticos deben estar involucrados aquí y no voy a descansar hasta llegar a las últimas consecuencias y dar con los autores materiales e intelectuales de este magnicidio que cometieron contra la vida de mi esposo.
SEMANA: Para usted, ¿el caso de Fernando Villavicencio es similar al de Luis Carlos Galán en Colombia?
V.S.: Fernando está muerto, pero no han matado sus ideas, no han matado su legado y no han matado la esperanza que tenemos todos los que creemos en él de cambiar este país. Cuando empezó la campaña presidencial siempre recordaba al señor Galán, que fue asesinado en los años ochenta, cuando ustedes vivían la peor época con el narcotráfico; una época que nosotros recién estamos comenzando a vivir, con la diferencia de que en los ochenta no había el armamento sofisticado que tienen ahora ni la tecnología de la que gozan los delincuentes. Entonces, básicamente, pasó lo mismo que le pasó al señor Galán.
SEMANA: ¿Sabe cuáles son los políticos ecuatorianos que estarían relacionados con los colombianos capturados por el magnicidio?
V.S.: Por ahora esa información la maneja la Fiscalía. Llegará el momento en el que nos hagan conocer esos nombres y no solo a mí, sino al país. Pero no será ahora. Las autoridades están haciendo su trabajo. No podemos saltarnos el debido proceso.
SEMANA: Su esposo había criticado fuertemente también al presidente Gustavo Petro y a su hijo Nicolás por los escándalos que los rodean en Colombia. ¿Qué sabe de eso?
V.S.: El tema del señor Petro también involucra acá a una asambleísta por el partido del señor Correa que está vinculada sentimentalmente con un pariente del hijo del presidente. Ustedes lo saben mejor que yo. Él está involucrado en el tema del financiamiento ilícito para su campaña. Todas estas evidencias que tenía Fernando, todo lo que se logró recopilar, claro, tiene que ir directamente a la Fiscalía.
SEMANA: ¿Usted cree que el correísmo va a ganar estas elecciones?
V.S.: No. Estoy completamente segura de que no va a ganar.
SEMANA: ¿Por qué?
V.S.: Porque el magnicidio de Fernando marca un antes y un después para este país y todos los dedos apuntan a este partido político. Porque sus miembros están involucrados en actos de corrupción, incluso tienen candidatos que están vinculados con el narcotráfico. Su líder está condenado en Ecuador con una sentencia ejecutoriada. Entonces, ellos lo que pretendían era eliminar la sentencia por sobornos en un caso llamado ‘Arroz verde’, y Fernando los denunció.
SEMANA: ¿Tiene otros nombres de políticos que puedan estar involucrados en el magnicidio?
V.S.: Los nombres que Fernando mencionaba son públicos, ustedes pueden revisar los videos de él, los nombres que conocemos se los daremos a la Fiscalía, no es momento de hacerlo públicamente, porque además temo por mi vida y la vida de mis hijos. Justamente ahora necesitamos ser cautos y estar un poco tranquilos por la tragedia que estamos viviendo.
SEMANA: Si usted tuviera en frente en este momento a Rafael Correa, ¿qué le diría?
V.S.: ¿Por qué? Solo eso. ¿Por qué?
SEMANA: ¿Por qué?
V.S.: Sí. ¿Por qué?
SEMANA: Tuvo que haber muchas complicidades en el asesinato del candidato…
V.S.: Todavía es muy temprano para dar certezas de lo que está sucediendo. Tengo fe de que eso no haya sucedido, pero también tienen que darme respuestas. Mi esposo se movilizaba en un auto blindado, y el auto no estaba esperándolo a la salida. No entiendo por qué lo sacaron por esa calle que es transitada y no por la parte de atrás del coliseo, donde sí hay seguridad y podían irse en contravía si era el caso. Es decir, hay un montón de fallas en el esquema de seguridad que tienen que ser respondidas.
SEMANA: Hay un video circulando en redes sociales de un grupo delincuencial llamado ‘los Lobos’. En él se atribuyen el crimen. ¿Cree que fueron ellos?
V.S.: El video ha sido desmentido por miembros de esa banda delictiva. Fernando jamás ha tenido que ver con esos grupos delincuenciales. Fernando fue un hombre honesto, íntegro durante toda su vida. A él le quitaron su vida de la manera más infame y no van a ahora pretender dañar su nombre y su memoria. Eso no lo voy a permitir.
SEMANA: ¿Quién o quiénes se benefician con la muerte de Fernando Villavicencio?
V.S.: Todos aquellos que están involucrados en actos de corrupción, porque Fernando tenía como plan de gobierno fortalecer la Uafe (Unidad de Análisis Financiero y Económico) para investigar a todos los funcionarios públicos, jueces y fiscales que no pueden justificar las fortunas enormes que tienen. Acá un funcionario, con los sueldos que nosotros tenemos, no puede darse la vida que ellos se dan. Ese era un problema enorme que tenían estas personas.
SEMANA: ¿Quién retomará las banderas de Fernando Villavicencio?
V.S.: Mi esposo es irremplazable, no hay nadie que le dé la talla, él además dejó la vara muy alta. Si se da que alguien lo reemplace, ya se verá si le apoyo o no. No es el momento de tomar esas decisiones, porque debo estar con mis hijos, debemos despedirnos de mi esposo y ellos tienen que despedirse de su padre. Entonces son momentos para estar con un poco de calma.
SEMANA: ¿Qué se puede hacer en este momento para salvar a Ecuador?
V.S.: Ser valientes y unirnos como ecuatorianos. Que este crimen, que este sacrificio que ha hecho Fernando, no quede en la impunidad, que no quede en el olvido. Necesitamos exigir a las autoridades, al menos hasta que se acabe este Gobierno, que nos garantice la seguridad. Este país no puede seguir contando cadáveres en las calles, ni contando cadáveres en las prisiones. No podemos seguir con la inseguridad de no poder salir como madres con los hijos al parque porque nos asaltan por robarnos un teléfono y, en el mejor de los casos, solo nos roban. En el peor nos disparan por llevarse ese teléfono.
SEMANA: ¿Se acuerda de qué habló por última vez con su esposo? ¿Estaba preocupado?
V.S.: El martes hablamos porque teníamos unos temas pendientes sobre dónde estábamos y cómo estaban los niños. Pero sí, él estaba preocupado, aunque por esa preocupación no iba a dejar de hacer campaña. Fernando estaba seguro y todos estábamos seguros de que él iba a pasar a segunda vuelta e iba a ser el nuevo presidente de Ecuador.
SEMANA: ¿Cómo recibió la trágica noticia del asesinato de su esposo, teniendo en cuenta que usted estaba fuera del país?
V.S.: No tengo palabras para describir lo que sentí cuando me dijeron que Fernando fue asesinado. No tengo palabras, no podría decirlo en palabras. Es una noticia que nadie espera recibir, mucho menos por teléfono. Mucho menos estando tan lejos del país. Tuve que mover cielo y tierra para conseguir un vuelo. Nos encontrábamos en Estados Unidos porque días atrás me comuniqué con el coordinador de la protección a los candidatos presidenciales porque había un sinnúmero de amenazas en contra de mi esposo. Varias de ellas eran creíbles y una de ellas resultó fatal con el desenlace de su muerte. Solicité protección y ellos me indicaron que no podían extender la protección hacia los familiares, solo al candidato. Dije: bueno, como no nos quieren dar protección, me llevaré a los hijos, porque Fernando me dijo que la campaña se iba a tornar muy violenta estas últimas semanas. Tanto fue así que terminó siendo asesinado mi esposo.
SEMANA: ¿Él confiaba en que iba a ser el nuevo presidente de Ecuador?
V.S.: Tengo la certeza absoluta de que él iba a ser el nuevo presidente del Ecuador. Por eso lo mandaron matar.
SEMANA: Descríbanos a su esposo.
V.S.: Era un hombre que amaba demasiado a su país, un padre que amaba a sus hijos, un esposo, compañero, amigo, un hombre que no se repite en la historia de los países. Fernando no debió haber muerto de la manera en que murió. No merecía ese destino.
SEMANA: ¿Qué pensaba su esposo de Colombia?
V.S.: Tenía un aprecio muy grande por Colombia. De hecho, siempre decía que nosotros estábamos comenzando a vivir lo que ustedes vivieron en los años ochenta, pero la diferencia es que no tenemos la capacidad para combatirlo.