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Video | Así es la angustiosa salida de afganos de su país
Estados Unidos terminará la evacuación el próximo 31 de agosto, tal como habían exigido los talibanes.
Después de que los talibanes se tomaron el poder hace cerca de un mes y de que permitieran la evacuación de las personas que quieren abandonar el país, miles de ciudadanos buscan todos los pasos fronterizos para salir, como se ve en las impactantes imágenes recogidas por medios de comunicación.
En los videos se puede ver cómo cientos de ciudadanos buscan escapar de ese país a través de una de las zonas de frontera, intentan llegar a lo alto de un muro que parece dividir al país y saltan agarrados de lazos. Entre tanto, muchas personas esperan su turno en medio de una calle abarrotada y en la que se oye el pitido de vehículos que pasan por el lugar.
“Contrarreloj, miles de afganos intentan salir de su país. Aunque Estados Unidos se puso la meta de terminar la evacuación el 31 de agosto, países europeos han pedido que se prolongue la operación. Así está el panorama”, destacó en su cuenta de Twitter el diario El Colombiano al recopilar varias imágenes de la situación.
Contra reloj, miles de afganos intentan salir de su país. Aunque Estados Unidos se puso la meta de terminar la evacuación el 31 de agosto, países europeos han pedido que se prolongue la operación. Así está el panorama 👇 pic.twitter.com/AWyiRAjSLE
— El Colombiano (@elcolombiano) August 24, 2021
Los talibanes anunciaron que las evacuaciones deben terminar el 31 de agosto, pese a los pedidos occidentales de prolongar el plazo, y exigieron que los afganos más cualificados permanezcan en el país.
Hasta el momento, casi 60.000 personas, entre extranjeros y afganos, han sido evacuadas del país desde el aeropuerto de Kabul, la mayoría de ellos en vuelos militares estadounidenses, según cifras de Washington. Pero una multitud sigue congregada fuera de las instalaciones esperando la oportunidad de salir.
Los fundamentalistas reiteraron el martes que se oponían a que se extienda el plazo más allá del 31 de agosto, fecha en la que está prevista la retirada total de las tropas extranjeras.
Uno de los portavoces del movimiento, Zabihullah Mujahid, acusó a las potencias extranjeras de evacuar a “expertos afganos” como ingenieros. “Les pedimos que cesen estas operaciones”, exigió.
“Tienen aviones, tienen el aeropuerto, deberían sacar a sus ciudadanos y contratistas de aquí”, dijo. Pero “no deberían incitar a los afganos a huir de Afganistán”, añadió el vocero.
“El tiempo que sea necesario”
En la víspera, los talibanes, que pusieron fin a dos décadas de guerra con una ofensiva fulgurante que les hizo apoderarse de Kabul el 15 de agosto y controlar la mayoría del país, ya dijeron que el plazo del 31 de agosto era una “línea roja” y amenazaron con “consecuencias” si los países occidentales alargaban la “ocupación”.
Horas después de las nuevas advertencias talibanas, el presidente estadounidense, Joe Biden, decidió ceñirse a la fecha límite establecida, informaron las cadenas CNN, Fox News y otros medios, citando a altos funcionarios estadounidenses.
Biden tomó la decisión tras participar en una cumbre telemática con los dirigentes del G7 en la que la Unión Europea le pidió mantener la seguridad del aeropuerto de Kabul “el tiempo que sea necesario” para “completar” las operaciones de evacuación.
El G7 parece, sin embargo, confirmar la decisión de Biden. En su comunicado final, pidió a los talibanes “garantizar” un “paso seguro” más allá del actual plazo del 31 de agosto para quienes quieren abandonar Afganistán.
Este pedido es la “primera condición que ponemos” al nuevo régimen talibán “en tanto que G7 decide”, indicó el primer ministro británico, Boris Johnson.
El G7 advirtió también a los fundamentalistas que “tendrán que rendir cuentas por sus acciones para prevenir el terrorismo y sobre los derechos humanos, especialmente los de las mujeres”. Y subrayaron que Afganistán “no debe volver a ser un refugio para el terrorismo y una fuente de ataques terroristas contra otros países”.
Mujeres funcionarias
En Afganistán, aquellos ciudadanos que trabajaron para gobiernos o empresas extranjeras en los últimos años, artistas o aquellas personas que defendieron la apertura del país y los derechos de mujeres o minorías, saben que son blancos de los extremistas.
Este martes, en su rueda de prensa, el portavoz talibán aseguró, sin embargo, que las funcionarias afganas podrán volver al trabajo cuando esté “garantizada la seguridad”.
“Queremos que trabajen, pero también que la seguridad sea buena” para ello, afirmó Zabihullah Mujahid, que recalcó que por el momento las mujeres deben quedarse en casa.
Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió este martes que el trato que los talibanes reserven a las mujeres, especialmente en lo relativo a su derecho a la educación, representará una “línea roja”.
Bachelet, que a principios de agosto había mencionado “informes que mostraban violaciones que podrían constituir crímenes de guerra” en Afganistán, subrayó este martes que había recibido “informaciones creíbles sobre graves violaciones del derecho humanitario internacional y ataques contra los derechos humanos en numerosas zonas bajo control talibán”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió por su parte que solo cuenta con suficientes suministros sanitarios en el país para “una semana”.
Los talibanes, que trabajan en la formación de un nuevo gobierno, aseguran haber cambiado con respecto a hace 20 años, cuando instauraron un régimen fundamentalista y brutal entre 1996 y 2001.
Pero un informe de un grupo de expertos de la ONU publicado la semana pasada concluyó que los islamistas van de “puerta por puerta” buscando gente que trabajó con el antiguo gobierno o las tropas internacionales.
Los fundamentalistas han impuesto cierta calma en la capital, donde patrullan las calles, pero el miedo sigue presente y muchos ciudadanos, sobre todo mujeres, no se arriesgan a salir.
Un núcleo de resistencia a los talibanes persiste en el valle del Panshir, al noreste de Kabul, llamado el Frente Nacional de Resistencia (FNR). Está liderado por Ahmad Masud, hijo del célebre comandante Masud, asesinado en 2001, y por Amrullah Saleh, vicepresidente del gobierno derrocado.
El lunes, los talibanes afirmaron que habían rodeado la zona de Panshir, pero que preferían negociar antes que luchar. El portavoz del FNR, Ali Maisam Nazary, dijo a la AFP que se preparaba “un conflicto de larga duración” con los talibanes si no se lograba un “acuerdo para un sistema de gobierno descentralizado”.
Con información de la AFP.