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Video | El conmovedor reencuentro de una pareja de ancianos tras pasar meses separados por la pandemia
La pandemia por el coronavirus ha llevado a que muchas parejas en el mundo se tengan que distanciar por varios meses, debido a diferentes circunstancias.
Aunque en el mundo la cifra de fallecidos por el coronavirus se ubica hasta el momento en 3.061.309 y 143.721.649 contagiados, también hay historias de esperanza y alegría en medio de este complicado panorama, como el reencuentro entre Mary y Gordon, un matrimonio que llevaba meses sin verse en Reino Unido debido a la pandemia.
De acuerdo con medios locales, Mary Davis y su esposo Gordon, ambos de 89 años, llevaban ocho meses sin poder verse. Aseguran que una vez apareció la pandemia por el coronavirus, el hombre fue enviado a un centro especializado en el cuidado de ancianos, mientras su pareja continuó viviendo en su casa
Sin embargo, con el pasar de los días, Mary fue internada en Baily House Care Home, una residencia en Mansfield, distinta a la que acogió a Gordon.
No obstante, el personal de Baily House Care Home sorprendió a Mary con la visita de su esposo, con quien lleva 68 años de casada. Una vez el matrimonio volvió a verse, se fundieron en un fuerte abrazo después de pasar meses separados, y también se dieron un beso.
Mientras ambos lloraban de la alegría, Mary preguntó: “No podemos tocarnos, ¿verdad?” La residencia compartió en su perfil de Facebook el video del momento, además de un texto que resume lo ocurrido: “Nuestra encantadora Mary ha tenido una verdadera sorpresa hoy… su amado esposo Gordon ha venido a vivir a Baily House con ella. Después de estar sin verse durante varios meses, sin duda fue un reencuentro muy emotivo”.
Our lovely Mary has had a real surprise today... her beloved husband Gordon has come to live here at Baily House with...
Posted by Baily House Care Home on Monday, April 12, 2021
El coronavirus ha impactado a todos, en especial a las personas de mayor edad, las más vulnerables ante el virus. La crisis ha tenido un efecto especial en los abuelos, pues la pandemia y el confinamiento les arrebataron la posibilidad de conocer a un nieto o de verlos crecer.
De esa experiencia dan cuenta muchas personas en el mundo. Una de ellas es Kathy Koehler, quien vive en Ann Arbor, Míchigan, y debe llamar por Skype para ver a su pequeño nieto Elya, que vive en Londres y nació al principio de la pandemia.
Por ese motivo, Kathy no ha podido conocerlo en persona. En una entrevista con The New York Times, ella cuenta que no poder estar ahí en su primer año le provoca una inmensa tristeza.
Elya cumplió ya un año en marzo 13, y su abuela materna no lo ha podido alzar ni besar. “Es como una doble pérdida”, dijo al diario neoyorquino. “Estoy perdiendo tiempo con él que nunca recuperaré. Pero tampoco estoy viendo a mi hija y a mi yerno tener esa experiencia como padres”.
Por donde se mire, la experiencia ha sido muy parecida. Una quinta parte de las abuelas en Gran Bretaña dijeron que no habían visto a sus nietos en un año, lo que para ellas representa una pérdida muy grande, pues, con esa separación, pierden también esos momentos importantes: sus primeros pasos, sus primeras palabras y otros hitos de la crianza.
El sondeo, efectuado por YouGov, además encontró que 21 por ciento de los abuelos no han visto a sus nietos por más de diez meses. Otra consulta realizada por el sitio web Gransnet, con sede en Reino Unido, mostró que 69 por ciento no había conocido a sus nuevos nietos desde finales de marzo pasado, y 76 por ciento no había abrazado ni tocado a ninguno de sus nietos durante el mismo periodo.
A muchos abuelos esto los afecta gravemente. Antes de la pandemia, muchos investigadores habían concluido que el aislamiento social impactaba mucho más a los adultos mayores. En varios estudios, un cuarto de ellos se sintieron aislados y más del 40 por ciento reportó sentirse solo, lo cual puede afectarlos psicológica y físicamente. Con la llegada del coronavirus esa situación se agravó.
No poder ejercer como abuelos trae consigo una idea particular de pérdida. De hecho, Emma Payne, fundadora de la firma Grief Coach, lo llama duelo de abuelos, porque involucra otra dimensión y es la sensación de que el tiempo con sus familias cada vez será más escaso. La edad promedio para llegar al estatus de abuelo es alrededor de 50 años, pero muchos lo son a edades más avanzadas cuando ya tienen achaques y problemas de salud.
Así, un año sin los nietos y sus familias significa más tiempo para una persona de 75 que para una de 55. Además, en esta etapa los niños cambian más rápido que los adultos, y perder ese tiempo sin ellos implica pasar de largo por etapas que nunca más podrán vivir juntos, y, en estos tiempos, solo se podrán conocer a través de una videollamada.