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Video estremecedor: cubana cuenta cómo su mamá enferma no puede acceder a medicamentos y debe sembrar calabaza para alimentarse
“No hay de nada aquí”, es lo que dice Daisy para explicar que no consigue medicamentos para su mamá, ni para ella, además de la falta alimentos.
Daisy Cuestas, una cubana de la ciudad de Trinidad muestra las brutales condiciones en que se mantienen ella y su mamá, ambas enfermas en casa y sin acceso a medicamentos y alimentos.
La mamá de Daisy se mantiene en cama desde hace más de dos años, cuando se fracturó una cadera, sufre de varias alergias importantes y de epoc, enfermedad pulmonar obstructiva crónica. En el video se puede ver las pobres condiciones en que su madre se mantiene. De acuerdo con Daisy su madre debería encontrarse sondeada, pero no cuenta con sondas. Sobre los medicamentos, dice: “no tengo medicamentos que darle porque son muy caros y en la farmacia nunca los hay”.
La denuncia fue hecha por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, una organización sin ánimo de lucro fundada en España, conformada principalmente por exprisioneros de conciencia cubanos.
Daisy Puerta y su madre, en Trinidad, Sancti Spiritus, atraviesan por una situación lamentable, ambas muy enfermas, no logran conseguir medicamentos o el mínimo de alimentos para sobrevivir. El estado no se digna a ofrecerles ayuda.#SOSCuba #CubaTieneQueCambiar #Cuba pic.twitter.com/cjBpqDuwMG
— Observatorio Cubano de Derechos Humanos (@observacuba) October 3, 2022
“No hay de nada aquí”
“No hay de nada aquí” es la forma coloquial en que un cubano dice que no hay nada. Es también una frase recurrente de Daisy al explicar su situación. Cuando habla de los alimentos, dice que ha tenido que sembrar la tierra ella misma, para poder alimentar a su mamá.
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“He tenido que sembrar calabazas… Sembrar calabazas, sembrar unas maticas de malanga para tener la esperanza de poderle dar algo”, dice, y más adelante añade que los productos en el mercado son muy costosos. “Una libra de malanga es carísima, la calabaza está carísima, es lo que come ella y de lo que puedo hacerle el caldo”. La malanga es un tubérculo similar a la yuca, pero más pequeño, utilizado tradicionalmente en la cocina cubana.
Ella misma explica que su propia situación de salud es penosa. “Tengo angina en el pecho, tengo epoc, tengo artrosis generalizada”, cuenta mientras muestra sus manos deformadas por la enfermedad. En la imagen puede verse cómo la rigidez y la deformación de los dedos por la artritis impide que Daisy pueda cerrarlas. “Ya las manos mías no cierran”, explica.
Daisy tiene en un costado de la cara una pequeña hoja de una planta, como si fuera una cura. Según explica, esa es la forma en que encuentra para aliviar el dolor de cabeza que tiene permanentemente: “yo tengo que estar buscando hojitas para ponerme ahí, porque no tengo un medicamento que tomarme”.
Los ancianos y enfermos en Cuba, una situación preocupante
La situación de los ancianos con condiciones precarias de salud en Cuba es cada vez peor, así como la de las madres solteras a cargo de hijos enfermos. El principal motivo es el gran éxodo de cubanos jóvenes, que antes de partir eran los cuidadores de muchos enfermos.
La creciente inflación es otro factor preocupante. De acuerdo con el propio diario oficial de la isla Granma, recientemente cerca de 39.000 personas ya pensionadas, se reincorporaron al trabajo en Cuba. Las razones para el permanente regreso de los ancianos a la vida laboral son la crisis generalizada y el aumento de precios.
De acuerdo con el portal Cibercuba, la inflación en este país sería la segunda más alta a nivel mundial. Además, la tasa de suicidio en este grupo poblacional de los más ancianos ha venido aumentando por la poca capacidad de compra que tienen, cada vez que hay un aumento de la inflación, a pesar de que sus pensiones permanecen siendo iguales.
De hecho, la misma Daisy en su video cuenta que ni ella ni su mamá tienen acceso a pensión. “No me dan chequera a mí ni le dan a ella tampoco”. La chequera es el nombre del documento para el cobro de las pensiones de jubilación y seguridad social en Cuba, pero según el testimonio, ni Daisy ni su mamá tienen acceso a la chequera.