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Video: jugador de rugby involucrado en la muerte de Fernando Báez en Argentina se desmayó al saber que pagará cadena perpetua
El caso de ocho jugadores de rugby que mataron a un joven de 18 años a golpes mantuvo en vilo por varias semanas a la sociedad argentina, que pedía justicia.
Este lunes finalmente se dio a conocer la sentencia para ocho jóvenes jugadores de rugby en Argentina, acusados de matar a Fernando Báez Soza, de 18 años, en enero de 2020, en una emboscada en la que lo golpearon durante 60 segundos y de manera tan brutal que le arrebataron la vida en instantes.
Máximo Thomsen, ahora de 23 años, fue quien comenzó a tambalearse, al conocerse la pena a la que fue condenado él, junto con otros cuatro jóvenes del grupo: cadena perpetua.
El reconocido abogado penalista Fernando Burlando, quien defendió a la familia de Fernando Báez durante el juicio, dijo ante los medios de comunicación luego de la lectura del veredicto: “¿Vieron lo que le pasó a Thomsen, que se desmayó? ¡Así le pegaron a Fernando, desmayado!” aseguró con contundencia.
Cómo sucedió el crimen
Fernando Báez era el hijo único de dos paraguayos inmigrantes en Argentina. Su padre es empleado de construcción y su mamá trabaja como cuidadora de adultos mayores.
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Báez acababa de inscribirse en un plantel de educación superior para iniciar estudios de Derecho y ese verano de 2020 se encontraba haciendo unas “minivacaciones” en Villa Gesel, un balneario que muchos jóvenes visitan y en el que realizaba por primera vez un viaje lejos de sus padres. Estaba celebrando la finalización de sus estudios de bachillerato.
Desde que sucedió el crimen, se han dado a conocer distintos videos en los que se muestra el feroz ataque de los jóvenes contra Báez y varios han sido repasados durante el juicio.
El altercado con Báez comenzó entre su grupo de amigos y el de los hoy acusados, dentro de una discoteca. Los ocho jóvenes terminaron golpeando a Báez con tal fuerza que en apenas en un minuto habría perdido la vida.
Máximo Thomsen se desvanece en el momento de la sentencia. Según cuentan, la que grita "un médico, por favor!" es Graciela, la mamá de Fernando. Que mujer, que corazón, por favor. pic.twitter.com/EOpqGLn3OI
— Pablo Mosquera (@pablomosquera) February 6, 2023
Fue una especie de emboscada que, según parece, por los testimonios de testigos y los propios chats de los jóvenes analizados en el proceso, era usual que ejecutaran como parte de lo que ellos consideraban ‘diversión’.
Los amigos de la víctima que han declarado en el juicio han manifestado cómo les resultó imposible defender a su amigo, pues los acusados también los golpeaban y les impedían interponerse.
Distintos detalles han generado profundo impacto entre los argentinos. La defensa ha mostrado, por ejemplo, videos que muestran a dos de los jóvenes comiendo una hamburguesa después del crimen, uno de esos dos jóvenes es Máximo Thomsen.
Otro video mostrado en el juicio de una cámara de seguridad de la ciudad muestra a dos de los jóvenes dándose un abrazo antes de salir del todo de la escena del crimen, como celebrando lo que acababan de hacer.
Máximo Thomsen
El joven que aparentemente se desmayó durante la lectura de la sentencia fue claro: cadena perpetua contra Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Matías Benicelli, Luciano Pertossi y Enzo Comelli.
Los tres jóvenes, Blas Cinalli, Lucas Pertossi y Ayrton Viollaz, fueron sentenciados a 15 años de prisión, al ser considerados partícipes secundarios.
La lectura de la sentencia, acordada por unanimidad, fue transmitida en directo por televisión. En las imágenes puede verse que Thomsen se desvanece, aunque no queda claro si está completamente inconsciente.
Máximo Thomsen fue señalado durante el juicio, de parte de muchos testigos, como la persona que le dio los golpes más fuertes a Báez, especialmente un golpe en la cabeza que le robó el último aliento de vida. Thomsen es señalado por haber actuado como el líder del grupo en el momento del ataque.
Después del brutal ataque, Thomsen salió tranquilamente a comerse una hamburguesa, un detalle que demuestra el profundo desinterés frente al delito que habría cometido.
Durante el quinto día del juicio se supo que fue él, quien dio el nombre de Pablo Ventura, un joven al que escasamente conocía, como dueño de un zapato que la policía utilizó para identificar al autor del crimen.
Finalmente, las pruebas escopométricas determinarían que la huella que quedó grabada en la cara de Fernando Báez, tras el último golpe que recibió, correspondía al zapato de Thomsen, así como el ADN allí encontrado.
Por esa acusación falsa, Pablo Ventura pasó cuatro días detenido y en innumerables ocasiones ha contado como este hecho le cambió la vida.