FRANCIA
Vigilancia extrema en Francia por incendios forestales ante pico de calor
Varias zonas prealpinas se mantienen en alerta roja por posibles incendios en las próximas horas.
Respaldados por refuerzos europeos, los bomberos en Francia continúan este viernes combatiendo incendios forestales en distintos puntos del país, reavivados por una nueva ola de calor.
Varios focos de incendio se mantenían vivos este viernes en el territorio francés, incluidas zonas prealpinas, al borde del mar, en el suroeste, en el centro montañoso.
En la Gironda (suroeste) las llamas quemaron desde el martes 7.400 hectáreas, y diez mil personas han sido evacuadas, algunas por segunda vez en lo que va del verano.
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Ronan Léaustic, subprefecto de Arcachon, un turístico balneario a 50 kilómetros de Burdeos, indicó que el incendio fue contenido en gran medida, pero las condiciones meteorológicas empujan a “extremar la vigilancia”.
“El día de hoy puede ser complicado, ya que las temperaturas siguen subiendo”, dijo Léaustic.
En total se han quemado más de 40.000 hectáreas este año en Francia, según las autoridades, mientras que las mediciones vía satélite arrojan la cifra de hasta 50.000 hectáreas.
En cualquier caso, las cifras multiplican la media anual de los 15 años precedentes, como en España. El fuerte calor estival afecta también a Alemania y Portugal.
Hacia las 05 de la mañana del viernes los termómetros marcaban más de 25 °C en el suroeste del país, y durante la jornada las temperaturas alcanzarán los 40 °C, según el servicio nacional de meteorología.
El umbral de 40 °C sólo se superó una vez en los años 60 y otra en los 70 en Francia. Ahora parece convertirse en algo frecuente en verano en algunos lugares del país.
Incluso en la capital, París, el calor es sofocante. Caroline Dubois, una jubilada de 72 años, deja todo el día las ventanas de su apartamento abiertas “para crear una corriente de aire”.
Stéphanie Ryan, de 36 años, intenta refrescarse poniendo toallas mojadas sobre su ventilador. “Es eficaz”, afirma.
El país se ha visto también afectado este verano por una sequía histórica que ha obligado a restringir el uso del agua.
En julio, las precipitaciones fueron un 84% inferiores a las habituales durante el período 1991-2020, según la oficina de meteorología.
En medio de la ola de calor que ha azotado en las últimas semanas a buena parte de Europa, y que se ha traducido en ingentes proliferaciones de incendios forestales, autoridades de varios países del occidente de este continente siguen reportando sus luchas para apaciguar las llamas y frenar el avance del fuego.
Según refieren medios internacionales, tres de los países más afectados por la ola de incendios forestales son los dos ubicados en la península Ibérica (España y Portugal), además de su vecina, Francia, donde la cifra de las hectáreas arrasadas ha llegado a niveles históricos, prendiendo aún más las alarmas de las autoridades locales e internacionales, necesitando algunos de estos incendios que, los cuerpos bomberiles, tuviesen que ser apoyados por expertos de países de la zona.
Según los expertos, la actual situación que atraviesan esos países es el resultado de tres ingredientes clave para la detonación de un coctel bomba, referido a las altas temperaturas, los vientos que ayudan a tu expansión y la presencia de material inflamable o vegetación seca, que hacen que la conflagración se propague rápidamente.
De acuerdo con declaraciones recabadas por medios internacionales este jueves, 11 de agosto, directivos de la Agencia Espacial Europea han elevado un llamado para que la comunidad pueda emprender ayudas que no solo sirvan a combatir la situación actual de fuertes proliferaciones de incendios, sino también, para que tomen conciencia sobre los efectos del cambio climático que ya son tangibles.
En terreno, según destacan medios de comunicación regional, un grupo de cerca de 1.100 bomberos se ha desplegado con la ayuda de elementos helicoportados y aviones para buscar contener la ya extensa conflagración.
AFP