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Vladimir Putin firma la ley que le permite optar a dos mandatos más en Rusia
Tras llegar al poder en el año 2000, Putin se retiró al finalizar su segundo mandato, en 2008, instalando en el Kremlin a su primer ministro, Dmitri Medvédev. Tras este intermedio, Putin fue reelegido presidente en 2012 y 2018.
El presidente ruso, Vladimir Putin, de 68 años, firmó este lunes la ley que le permite presentarse a dos nuevos mandatos presidenciales de seis años, abriendo la puerta a su continuidad en el Kremlin hasta 2036.
Esta ley, publicada en el diario oficial del gobierno ruso, la adoptó el parlamento en marzo, tras un referéndum constitucional organizado en el verano de 2020.
Tras llegar al poder en el año 2000, Putin se retiró al finalizar su segundo mandato, en 2008, instalando en el Kremlin a su primer ministro, Dmitri Medvédev. Tras este intermedio, Putin fue reelegido presidente en 2012 y 2018.
En teoría, el presidente ruso debería haberse retirado al final de su mandato actual en 2024, ya que la legislación rusa no autoriza más de dos mandatos presidenciales consecutivos.
Pero según el texto promulgado este lunes, esta restricción “no se aplica a aquellos que ocupaban el cargo de jefe de Estado antes de la entrada en vigor de las enmiendas a la Constitución”.
La revisión constitucional aprobada en referéndum en 2020 introduce también en la Constitución principios conservadores como la fe en Dios, el matrimonio reservado a los heterosexuales y la educación patriótica, así como la inmunidad vitalicia de los presidentes.
Vale mencionar que los diputados rusos aprobaron la semana pasada dicha ley que otorga a Putin el derecho a postularse a dos nuevos mandatos presidenciales, facilitando el camino para su posible residencia en el Kremlin hasta 2036.
Esta ley fue concebida para poner “la legislación electoral en conformidad con las nuevas normas de la Constitución”, de acuerdo al sitio web de la cámara alta del Parlamento, consecuencia del referéndum constitucional del verano (boreal) de 2020.
El límite de dos mandatos consecutivos existirá siempre, pero “esta restricción no se aplica a quienes hayan ocupado el cargo de jefe de Estado antes de la entrada en vigencia de las enmiendas a la Constitución”, señala el texto votado por los legisladores, por lo que Putin a puesto su contador nuevamente a cero.
La revisión votada en el verano introduce también en la Constitución principios conservadores deseados por el presidente --la fe en Dios, matrimonio reservado a los heterosexuales, educación patriótica--, y también garantías sociales, como la indexación de las jubilaciones.
Retrasada una semana por la pandemia de covid-19, la votación, cuyo resultado no despertaba la menor duda, finalizó oficialmente con la victoria del sí con el 77,92% de los votos y una participación del 65% de los diputados, de acuerdo a cifras oficiales.
El opositor Alexéi Navalni había calificado esta consulta de “gran mentira” y la oenegé Golos, especializada en el monitoreo de elecciones, la denunció como un atentado “sin precedentes” a la soberanía del pueblo ruso. Inclusive, el opositor anunció que iniciaba una huelga de hambre para denunciar la falta de acceso a cuidados médicos y que está siendo “torturado mediante la privación del sueño”.
Navalni, incansable activista anticorrupción y principal detractor del Kremlin, ha denunciado en varias ocasiones en las últimas semanas sus condiciones de detención en el campo de Pokrov, 100 km al este de Moscú, considerado uno de los más duros de Rusia.
“Declaro una huelga de hambre para pedir la aplicación de la ley y para que un médico venga a verme”, escribió en su cuenta de Instagram Navalni, que afirma sufrir de dolores en la espalda y en las piernas.
El miércoles, el opositor, de 44 años, afirmó que ahora también sufre de la pierna izquierda. “Ya no siento partes de mi pierna derecha, y ahora también de mi pierna izquierda”, escribió.
“¿Qué más puedo hacer? Tengo derecho a ser visitado por un médico y a recibir medicamentos”, continuó.
Según él, la administración también se niega a darle libros aparte de la Biblia y habría hecho que los otros detenidos “no limpiaran” alrededor de su cama.
“Simplemente dicen: ‘(Alexei), lo siento, pero simplemente tenemos miedo (...) La vida de un prisionero vale menos que un paquete de cigarrillos’”, escribió.
Los servicios penitenciarios rusos reaccionaron mediante un comunicado en el que aseguraron que el opositor “recibe toda la atención médica necesaria” y que los guardias “respetan estrictamente el derecho de todos los condenados a un reposo ininterrumpido de ocho horas”.
AFP