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Vladimir Putin habla sobre la confianza con Estados Unidos con una frase que sonó a la de un villano de James Bond
“No hay felicidad en la vida, solo un espejismo en el horizonte”, fue la respuesta del presidente ruso a si había una creciente felicidad y confianza con EE. UU.
El presidente ruso Vladimir Putin lanzó este miércoles “un comentario oscuro” luego de su reunión con su homólogo estadounidense Joe Biden en Ginebra. En una conferencia de prensa, un periodista cuestionó al mandatario ruso sobre si había una creciente confianza y felicidad entre él y el presidente de Estados Unidos luego de su encuentro.
La respuesta de Putin fue una cita del novelista León Tolstoi, que a los usuarios de las redes sociales les recordó a un villano de James Bond: “No hay felicidad en la vida, solo un espejismo de ella en el horizonte, así que aprecia eso”.
„There‘s no happiness in life, Mr. Bond“ https://t.co/13I1ItweV6 pic.twitter.com/33ytPrgyl2
— Kat (@katcontent_) June 16, 2021
La historia de la frase se remonta a finales del siglo XIX. Según se cuenta, aunque la frase fue atribuida al clásico novelista ruso León Tolstói, fue su colega, Ivan Bunin, quien se la comentó. Bunin, entonces, tenía poco más de 20 años.
Bunin conoció a Tolstoi en una noche helada en Moscú en 1894, cuando el autor de Guerra y paz tenía 65 años, y le enseñó varias cosas, entre estas, recuerda la frase en la que le aconsejó que “no esperara demasiado de la vida”.
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Era tal la admiración de Bunin hacía Tolstoi que trató de emularlo, por lo que visitó en reiteradas ocasiones asentamientos sectarios e incluso distribuyó de forma ilegal literatura tolstioana.
Años después de estos sucesos, Bunin fue considerado un verdadero heredero de la tradición realista en la literatura rusa iniciada por Tolstoi y su contemporáneo Anton Chéjov.
¿Cuáles fueron los temas que trataron Putin y Biden?
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de Rusia, Vladímir Putin, se mostraron moderadamente satisfechos este miércoles con los resultados de su primera cumbre, en Ginebra, que buscaba rebajar la tensión, aunque el mandatario norteamericano trazó una línea roja en torno a futuros ciberataques.
“Las conversaciones fueron absolutamente constructivas”, dijo en rueda de prensa Putin sobre la reunión de tres horas y media con Biden, quien en una conferencia de prensa distinta calificó de “bueno” y “positivo” el tono de la cumbre. Sin embargo, en una clara ruptura con la ambigüedad de su predecesor Donald Trump, el mandatario estadounidense aseguró que advirtió claramente a su par ruso contra los ciberataques y la injerencia rusa.
“Le dije claramente que no toleraríamos los intentos (...) de desestabilización de nuestras elecciones democráticas y que responderíamos”, aseguró Biden, en una referencia a la carrera presidencial de 2016, que estuvo marcada por escándalos de influencia rusa a través de la diseminación de noticias falsas.
El dirigente norteamericano también le entregó una lista de 16 “infraestructuras críticas” (energía, distribución de agua...) que, en su opinión, son “intocables”. Preguntado al término de la rueda de prensa por qué pensaba que Putin iba a cambiar su comportamiento, dijo que nunca había sugerido tal cosa. Ambos mandatarios también acordaron iniciar un diálogo sobre “ciberseguridad”.
Tensiones
En un gesto de apaciguamiento en sus tensas relaciones desde la llegada al poder de Biden a la Casa Blanca en enero, ambos mandatarios acordaron el regreso de sus respectivos embajadores. Los embajadores “regresarán a su lugar de trabajo. ¿Cuándo?, exactamente es una cuestión puramente técnica”, dijo el mandatario ruso, quien también avanzó posibles “compromisos” para un intercambio de prisioneros.
Después de que Biden comparara a Putin con un “asesino”, Rusia llamó a consultas en marzo a su embajador Anatoli Antonov y su par estadounidense en Moscú, John Sullivan, volvió en abril a Washington. Sobre Joe Biden, el jefe de Estado ruso dijo que era “una persona constructiva, equilibrada”. “Algo que me esperaba”, comentó.
Y sobre Vladímir Putin, su homólogo dijo que “lo último que quiere ahora es una guerra fría” con Rusia, aunque reconoció las diferencias sobre la cuestión de los derechos humanos.
El ruso lanzó ante los periodistas una larga crítica contra Estados Unidos, evocando desde el ataque al Congreso el 6 de enero al bombardeo de civiles en Afganistán, pasando por la violencia policial contra la minoría afroamericana. “Son comparaciones ridículas. Una cosa es que criminales rompan un cordón policial (...) otra es que el pueblo desfile hacia el Capitolio y denuncie que no se le deja hablar libremente”, le respondió Biden.