CORONAVIRUS
Vladímir Putin se negó a recibir la vacuna rusa Sputnik V contra covid-19
A pesar de que el presidente ha resaltado la efectividad de la Sputnik V, dijo que se vacunará a finales del verano o a principios de otoño de este año.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no tiene ningún tipo de afán para vacunarse. A pesar de que en más de una oportunidad ha exaltado la efectividad del fármaco creado en su territorio, el mandatario decidió que se “podría” vacunar a finales de este año.
Con esta acción, el presidente, de 68 años, rechazó las sugerencias de vacunarse de inmediato para alentar la aceptación del público. “No quiero hacer tonterías frente a las cámaras”, fueron las palabras que les dijo el presidente a los periodistas.
El mandatario afirmó que podría recibir la vacuna a finales del verano o a principios del otoño. Según el diario ruso Kommersant, las fechas tentativas del presidente son muchos meses después de que el Ministerio de Salud ruso aprobara las dosis para los mayores de 60 años.
Putin ha sido blanco de críticas desde agosto del año pasado, luego de que declarara la vacuna rusa como segura y efectiva. Sin embargo, los ensayos clínicos estaban incompletos.
Este mes, tiempo después de sus afirmaciones, los resultados fueron publicados y mostraron que la vacuna Sputnik V contaba con un 92 % de efectividad a la hora de prevenir la covid-19.
Esta noticia fue celebrada con júbilo por todo el personal científico y político en Moscú, y que disipó todas las dudas occidentales que existían sobre la vacuna.
La negativa del presidente por aplicarse la vacuna volvió a revivir estas dudas. En su defensa, el mandatario explicó que tenía un calendario de vacunas que no se podían aplicar al mismo tiempo, por lo que el inmunizante contra la covid-19 tendría que esperar unos meses más.
Por el momento, se conoció, gracias a los medios rusos, que cualquier persona que desee reunirse con Putin deberá realizar una cuarentena estricta de dos semanas. La oficina de Putin también ha hablado de los túneles de desinfección especiales por los que deben pasar todas aquellas personas que visiten su residencia fuera de Moscú o que se encuentren con él en el Kremlin.
En agosto del año pasado, como una campaña para potenciar la credibilidad en la vacuna rusa ante todo el mundo, el presidente ruso afirmó que una de sus hijas se había ofrecido como voluntaria para recibir la vacuna Sputnik V antes de que fuera completamente aprobada. Posteriormente, el mandatario confirmó que su hija se sentía bien. “Sé que funciona con bastante eficacia, forma una fuerte inmunidad y, repito, ha pasado todos los controles necesarios”, dijo Putin en ese momento.
Meses después de que el mundo se enfrascara en la pandemia de covid-19, Putin decidió no ahorrar esfuerzos en la investigación y en el desarrollo de la vacuna contra el virus que azotaba al mundo. Los científicos y militares pusieron manos a la obra para ganar la denominada carrera de las vacunas.
Precisamente, en agosto del año pasado, Putin declaró al Sputnik V como la primera vacuna registrada en el mundo, pero la OMS y Occidente todavía tenían sus dudas por el secretismo en el que se fabricó, por lo que fue ignorada, pero el tiempo les dio la razón.
La vacuna rusa se puso a disposición de toda la población general en el país en diciembre del año pasado. Al día de hoy, su aplicación ya ha sido aprobada en más de 15 países, pero se espera que muchos otros la adquieran por los retrasos de los demás farmacéuticas.
Dimitri Peskov, diplomático ruso, dijo que Rusia sigue trabajando para impulsar aún más la producción de vacunas en el extranjero. “El número de países que registran esta vacuna aumenta cada día más”, dijo. “Somos muy activos respondiendo a las consultas de varios países que solicitan el suministro de esta vacuna”.