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Volodímir Zelenski, el líder emocional de Ucrania
Habrá que observar en las próximas semanas si el personaje de líder creado por el presidente ucraniano es capaz de resistir el terrible guión de la guerra.
Son muchos los comentarios de admiración que ha generado el comportamiento de Volodímir Zelenski tras más de seis semanas de invasión al frente del gobierno ucraniano. Medios como TIME o Forbes lo describen como un auténtico modelo de liderazgo del siglo XXI e incluso políticos han propuesto a él y al pueblo ucraniano como aspirantes al premio Nobel de la paz para este año 2022.
¿Por qué Zelenski es visto como especial y diferente del resto de los políticos? Hay muchas definiciones de liderazgo, pero la siguiente refleja bien algunas ideas comúnmente aceptadas en la Psicología. Peter G. Northouse señala: “El liderazgo es un proceso de influencia entre el líder y los seguidores que tiene como fin conseguir las metas de un grupo, organización o sociedad”.
Esta definición es amplia y permite incluir un conjunto de estilos de liderazgo muy diversos, desde los más autoritarios y jerarquizados hasta los más democráticos y flexibles. Analicemos algunos momentos clarificadores de la vida política del presidente ucraniano para comprender su estilo.
Ascenso al poder
El inicio de la escasa vida política de Volodimir Zelenski está íntimamente relacionado con su carrera de actor. Tras una licenciatura en derecho en el año 2000, se dedicó exclusivamente a la interpretación y dirección de obras de teatro y de cine.
Tras diversos éxitos y fracasos, en 2015 se convirtió en una estrella de la televisión ucraniana gracias a su papel protagonista como presidente de Ucrania en la serie Servidor del pueblo. Inesperadamente –no consta experiencia previa en política– en 2018 fundó un partido con el mismo nombre que la serie de televisión, el cual además incorporaba a muchos miembros de su productora Kvartal-95 en el equipo político.
En la Nochevieja de 2018, en horario de máxima audiencia, Zelenski apareció en televisión anunciando su candidatura y usando sin ningún rubor el nombre de la serie que le había hecho tan famoso.
Meses más tarde, Zelenski consigue de forma arrolladora la victoria en una campaña virtual, mediante redes sociales y Youtube, sin mítines públicos ni ruedas de prensa. Desde entonces, y hasta la fecha del conflicto, el nuevo presidente intentó poner en práctica algunas políticas reformistas en el país acerca de la administración interna, el conflicto del Donbás y las relaciones exteriores.
En la fase previa a la invasión, su actitud frente a la movilización de tropas rusas cerca de la frontera fue llamativamente despreocupada, hasta el punto que el 28 de Enero de 2022, apenas un mes antes de la invasión, Zelenski pidió a Estados Unidos y Reino Unido que no crearan alarma respecto a los anuncios de invasión de Rusia pues dañaba a la economía de su país.
El líder emocional
Una vez iniciada la invasión rusa, el comportamiento de Zelenski ha experimentado un giro radical ante el panorama internacional. De la tímida actividad diplomática previa se ha pasado a una presencia virtual frenética en los parlamentos de diferentes países (hasta 12 parlamentos en dos semanas) que aún continúa.
Zelenski busca persuadir a la opinión pública internacional con palabras sugerentes y emotivas que generen empatía hacia su causa: ante Alemania citó el muro de Berlín; ante Japón recordó el incidente nuclear de Fukushima y su similitud con la planta de Chernobyl tomada por los rusos; ante el parlamento norteamericano recordó Pearl Harbour y los ataques del 11-S; ante el parlamento inglés citó la frase célebre de W. Churchill “We shall defend our island, whatever the cost may be, we shall fight on the beaches, we shall fight on the landing grounds, we shall fight in the fields and in the streets, we shall fight in the hills; we shall never surrender” (“Defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el costo, lucharemos en las playas, lucharemos en las pistas de aterrizaje, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas, ¡nunca nos rendiremos!”) y ante el Elíseo francés nombró el lema “libertad, igualdad y fraternidad”. En todos ellos hay un claro objetivo de apelar a la empatía, a la solidaridad y a los valores compartidos de los líderes políticos.
Una imagen en perfecta transformación
La imagen del presidente también ha evolucionado desde los primeros días de invasión: abandonó rápidamente las formas institucionales y, vistiendo la conocida camiseta verde militar, la barba sin afeitar de varios días y un aspecto descuidado, salió a las trincheras, a los lugares más reconocibles de la ciudad o a los hospitales para realizarse fotos con la población, apoyar a las tropas o mostrar resistencia y cercanía frente a la adversidad y el miedo.
Una vez más, el uso de las redes sociales le dio una fantástica ventaja a la hora de llegar al pueblo. Es cierto que Zelenski carecía de experiencia política suficiente hasta la fecha y ciertamente cometió errores iniciales. Pero también es cierto que ha sabido utilizar el valor del liderazgo carismático/transformacional.
Gracias a su habilidad con las redes sociales y los medios de comunicación, ha sabido apelar a la fortaleza moral y confianza y ganarse la admiración de muchos: la población civil, las tropas ucranianas y los miles de voluntarios internacionales que se han sumado a sus filas y han realizado un esfuerzo heroico. Además, ha logrado conmover a los dirigentes políticos internacionales que no han dudado en donar cantidades enormes de material militar. Probablemente, sin esas características que ha mostrado en estas últimas semanas de guerra, la situación de Ucrania hoy sería muy diferente. Habrá que observar si en el futuro el personaje de líder creado por Zelenski es capaz de resistir el terrible guión de la guerra.
Por: Luis Ángel Díaz Robredo
Profesor en la Facultad de Educación y Psicología, Universidad de Navarra
Artículo publicado originalmente en The Conversation
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