“Volver a poner a Dios en el centro”: papa Francisco da inicio al Sínodo en medio de turbulentas dudas por el futuro de la Iglesia

El Sínodo de la Sinodalidad comenzó este miércoles en la Ciudad de Vaticano, lugar principal de la Iglesia Católica Romana, en donde el papa Francisco ofició una misa de bienvenida en pro de lograr grandes avances que la institución religiosa, a la cabeza del sumo pontífice, espera ratificar.

“El Espíritu Santo deshace, a menudo, nuestras expectativas, para crear algo nuevo que supera nuestras previsiones y negatividades”, fue una de las ideas que resaltó Francisco en medio de su homilía, en donde ya se encontraban los nuevos cardenales y demás miembros del Colegio Cardenalicio en la Apertura de la Asamblea General del Sínodo de los Obispos, señaló Vatican News.

Asimismo, el papa recalcó que, a pesar de los malos tratos que recibió Jesús, no dejo que eso endureciera su corazón, llamando la atención así a no dejarse afectar por los malos momentos personales que suceden en la vida de cada sacerdote. “No se dejó (Jesús) aprisionar por la desilusión, no se volvió amargado, no abandonó la alabanza. Su corazón, cimentado sobre el primado del Padre, permaneció sereno aún en medio de la tormenta”, enfatizó.

Dios en el centro de la Iglesia

Mientras el papa Francisco se encontraba compartiendo un mensaje de unidad eclesiástica, una frase llamó la atención de los obispos participantes del Sínodo, ya que el sumo pontífice señaló que la mayor tarea del encuentro que comenzó este miércoles es el de “volver a poner a Dios en el centro de nuestra mirada, para ser una Iglesia que ve a la humanidad con misericordia”.

Asimismo, el papa recalcó que se necesita de “una Iglesia unida y fraterna”, que “no crea división internamente, ni es áspera externamente”, porque “es así como Jesús quiere a su Iglesia”. “Una Iglesia de las puertas abiertas”, argumentando que desde el seno de la institución religiosa no se debe dejar a Dios de lado “sino que, por el contrario, (la iglesia) vuelve los ojos a Dios que es comunión y, con asombro y humildad, lo bendice y lo adora, reconociéndolo como su único Señor”.

¿Posibles cambios institucionales?

En medio de las dudas que presentaron cinco cardenales, de marcada tendencia conservadora, quienes cuestionaron al papa sobre la posibilidad de bendecir uniones del mismo sexo, debatir sobre la presunta ordenación a las mujeres y resaltar la acción del perdón como un “derecho humano”, el papa Francisco respondió dos veces a las cartas enviadas por los obispos para aclarar sus incógnitas.

Aunque el sumo pontífice aseveró que el matrimonio solo se puede dar entre un hombre y una mujer, los sacerdotes no pueden jugar a ser jueces, ni a excluir a las personas que buscan la bendición de Dios. Asimismo, a pesar de que en el rito latino las mujeres no se pueden ordenar como sacerdotisas, esto no quiere decir que estén por debajo del hombre en asuntos que enmarcan la iglesia.

Por otro lado, Francisco expresó que hay distintas maneras de arrepentirse por un pecado, por lo que no es imperativo que, para hacerse con el perdón a través del sacramento de la confesión, una persona esté demostrando físicamente su pesar (como el acto de llorar).

De hecho, Francisco, en marco del inicio del Sínodo, asevero que Jesús invita a que la iglesia sea una institución que acoja a todo el que busque refugio u orientación en ella, recordando que “mientras aquellos que se creen sabios no reconocen la obra de Dios”, el Señor “se alegra en el Padre porque se revela a los pequeños, a los sencillos, a los pobres de espíritu”.

Por último, el papa Francisco enfatizó en que la Iglesia se encuentra “en una época compleja como la actual”, en donde los desafíos evangelizadores y sociales “requieren una actitud interior, cordial y amable, para poder confrontarnos sin miedo”.