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Ya son nueve los muertos en naufragio de embarcación de migrantes que buscaba llegar a Italia
La nave se hundió frente a las costas de la famosa isla de Lampedusa.
El balance de fallecidos a causa del hundimiento de una embarcación en la que viajaban decenas de migrantes cerca de la isla italiana de Lampedusa ha ascendido a nueve, incluida una niña, según ha confirmado este jueves la Guardia Costera de Italia.
El organismo ha señalado que la embarcación se hundió a unas 30 millas náuticas (cerca de 55,5 kilómetros) al sureste de Lampedusa, “en el área de responsabilidad maltesa”, y ha agregado que envió equipos a la zona “tras una petición de cooperación” para las tareas de rescate.
Así, ha indicado que en el lugar se han recuperado nueve cadáveres y se ha rescatado a nueve personas, antes de resaltar que “los migrantes, en condiciones de grave hipotermia”, fueron trasladados a Lampedusa.
“Las operaciones de salvamento, que implicaron a socorristas marítimos en el agua, resultaron especialmente complejas debido a las adversas condiciones meteorológicas y marítimas presentes en la zona”, ha dicho, al tiempo que ha especificado que el mar estaba “muy agitado”, con “olas de hasta 2,5 metros”.
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Por último, ha recalcado que “también se utilizó un avión de la Guardia Costera italiana, a petición de la autoridad coordinadora maltesa, para sobrevolar la zona del naufragio en busca de los desaparecidos”, sin que por el momento haya información sobre cuántas personas se encontrarían aún en el agua.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en la región del Mediterráneo Central ya han muerto o desaparecido al menos 385 personas, once de ellos menores de edad, en lo que va de año. La mayor parte de los migrantes que cruzan esta región, la más mortífera del mar Mediterráneo, parten de las costas de Libia o Túnez.
Parlamento Europeo aprueba el polémico Pacto Migratorio
La plenaria del Parlamento Europeo aprobó este miércoles (10 de junio) una profunda y controvertida reforma del Pacto de Migración y Asilo, que refuerza los controles fronterizos y establece un sistema de solidaridad entre los miembros del bloque.
La sesión de votación llegó a ser brevemente interrumpida a causa de una ruidosa protesta en las gradas de la plenaria. Ahora la nueva normativa deberá ser formalmente aprobada por los 27 países miembros.
“Hicimos historia”, se congratuló en la red X la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, poco después del fin de las votaciones.
“Hemos creado un marco legislativo sólido sobre cómo abordar la migración y el asilo en la UE. Han pasado más de diez años en su elaboración. Pero cumplimos nuestra palabra”, aseguró la legisladora maltesa.
La reforma aprobada este miércoles representa “un equilibrio entre solidaridad y responsabilidad”, indicó.
Por su parte, la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, dijo que con la reforma la UE “podrá defender mejor nuestras fronteras exteriores”.
También, señaló, podrá defender “a los vulnerables y a los refugiados, devolver rápidamente a aquellos que no son elegibles para quedarse”, y al mismo tiempo implementar una “solidaridad obligatoria” entre los Estados del bloque.
“Gracias por tener el coraje de alcanzar un acuerdo”, expresó Johansson.
La sesión de votación llegó a ser brevemente interrumpida a causa de una ruidosa protesta en las gradas del plenario, donde activistas pedían a gritos a los eurodiputados que voten contra el proyecto de reforma.
“¡Este pacto mata! ¡Voten NO!”, gritaban.
El grupo parlamentario de Izquierda indicó en la red X que la aprobación de esa reforma marcó “un día oscuro para los derechos humanos, pero la lucha por una política migratoria más humana no termina aquí”.
Solidaridad obligatoria
El pilar central de esta propuesta fue lanzada por la Comisión Europea (el brazo ejecutivo de la UE) en 2020, en una tentativa de acercar las posiciones de los diferentes grupos políticos.
Así, la reforma promueve un refuerzo en los controles de las fronteras externas de la UE.
La reforma establece un procedimiento obligatorio para controlar a los migrantes que llegan a las fronteras, donde deben ser registrados para determinar el procedimiento aplicable.
El plan es que las demandas de asilo sean examinadas rápidamente.
Así, los inmigrantes que no sean aceptados serán retenidos en centros especiales de acogida mientras se determina su expediente en forma acelerada, para proceder más rápidamente con la devolución de esas personas a sus países de origen.
Simultáneamente, determina la implementación de un sistema obligatorio de solidaridad, como forma a ayudar a los países que reciben a muchos inmigrantes y demandantes de asilo, como Italia, Grecia o España.