Ucrania
Zelenski visitó la devastada ciudad de Bucha, escenario de masacres
La vista del líder ucraniano se da tras la retirada de las tropas rusas, en un terreno marcado por la desolación derivada del alto número de civiles hallados muertos en toda la ciudad.
Visiblemente conmovido, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, visitó este lunes 4 de abril la localidad de Bucha, ubicada al norte de Kiev, cuyo control fue retomado recientemente por las tropas de la resistencia ucraniana, y que se fue escenario de una masacre de civiles que hoy despierta la indignación del mundo.
En declaraciones entregadas a medios internacionales, Zelenski advirtió que panoramas como el que se aprecia hoy en Bucha es una constante en muchos de los territorios que paulatinamente van siendo recuperados por los uniformados ucranianos, lamentando la magnitud de la tragedia, marcada por decenas de cadáveres hallados en distintos rincones de la ciudad, y las prácticas mortuorias a las que se ha tenido que recurrir para enterrar a los cuerpos en medio de fosas comunes, dada la magnitud de lo ocurrido.
Provisto de indumentaria de protección como chaleco antibalas, y en medio de una fuerte escolta militar, el mandatario recorrió algunas de las calles de la devastada ciudad, donde la tristeza de sobrevivientes locales se hace evidente.
En declaraciones repudiando la actuación de los ocupantes rusos, el presidente ucraniano advirtió que “los dirigentes rusos debían ser considerados los responsables” de las que calificó como “torturas y asesinatos”, que se hacen evidentes en Bucha.
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El panorama en Bucha
Según recogen medios internacionales, la tristeza y devastación en el lugar es realmente tangible, con cientos de personas que aún están llorando a las personas fallecidas, y donde, en medio de pilas de cadáveres, se intenta identificar a algunas de las personas que han sido dadas por desaparecidas, en medio del cansancio físico y mental de los habitantes.
Allí, debido a la descomposición de algunos cadáveres, estos han tenido que ir siendo enterrados en fosas comunes, que, según detallan narraciones recogidas por medios internacionales, han sido tapadas a medias, dejando a la luz algunos fragmentos de ropa o partes de cuerpos.
El ambiente también se ha visto marcado por ligeras caídas de nieve que han contribuido a que algunos de los cuerpos abandonados se hubiesen tapado bajo ella.
En declaraciones recogidas por la agencia AFP, pobladores locales y sobrevivientes a la ola de violencia advierten que “estas heridas jamás se van a curar [...] no le desearía esto a nadie, ni siquiera a mi peor enemigo”.
En la descripción del panorama que allí se evidencia, periodistas de diversos medios destacan como, la mayoría de los cuerpos, pertenecen a civiles, como lo evidencia su vestimenta, señalando de igual modo que los compilados de cuerpos se cuentan por decenas en la zona.
De igual modo, algunas de las descripciones dan cuenta de que más allá de las muertes colaterales por ataques a distintos edificios, en el lugar también se pueden evidenciar rastros de que lo allí ocurrido podría ser considerado una masacre, e incluso recopilan algunos escenarios de evidente tortura, con cuerpos que yacen con sus manos atadas a la espalda, o extrañas posiciones en las que finalmente son encontrados.
Por distintos rincones de la localidad circulan camionetas con personas encargadas de ir recogiendo cadáveres, previa revisión de sus documentos de identidad para facilitar los procesos de reconocimiento de los cuerpos.
En la zona, algunos animales también dificultan las labores de recolección e identificación de cadáveres, pues en algunos casos se puede tratar de sus dueños, o en otros casos de víctimas que se podrían haber convertido en una fuente eventual de alimento.
Trabajadores locales, en declaraciones también retomadas por medios internacionales, han admitido que la capacidad para enterrar a todas las víctimas es cada vez más escasa, y que ‘no dan a basto’ con el número de cuerpos.
Estos también denuncian que, durante la ocupación rusa, algunos de los uniformados habían evitado que se adelantaran prácticas fúnebres, por lo que la concentración de cuerpos data de varias semanas, y por lo que en muchos casos, se recurrió al uso de fosas comunes e incluso a depositarlos en un viejo acueducto en desuso.
Habitantes locales también advierten que en la ciudad, aparentemente, Rusia también había ubicado francotiradores que se “divertían” probando destreza con los transeúntes.
*Con información de AFP.
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