Estados Unidos
Murió el mayor asesino en serie de la historia de Estados Unidos
Tuvo más de 90 víctimas y estaba cumpliendo una pena de cadena perpetua. A los 80 años, murió en un hospital.
Samuel Little, el asesino en serie más “prolífico” en la historia de Estados Unidos, murió el miércoles 30 de diciembre a los 80 años en un hospital de California, después de cumplir los primeros años de una pena de tres cadenas perpetuas por el asesinato de tres mujeres entre 1987 y 1989.
Little padecía diabetes, problemas de corazón y otras dolencias, y Vicky Waters, portavoz del departamento de correccionales de California, dijo que la causa de muerte la determinará un forense, pero que no parece tratarse de un acto criminal, citó AP.
Según reportó el medio The Washington Post, en 2018 Little confesó 93 asesinatos en 19 Estados de su país entre 1970 y 2005, después de haber evadido la justicia por más de cuatro décadas. Por el momento las autoridades han podido confirmar casi 60 de esos crímenes, aunque según dijo el FBI en 2018, todos suenan creíbles.
Sus víctimas, contó Little, por lo general eran mujeres marginadas. Buscaba trabajadoras sexuales, consumidoras de drogas y mujeres pobres, sobre todo afroamericanas cuyos crímenes no pudieron resolver las autoridades en repetidas ocasiones.
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“Estaban quebradas y sin hogar y entraban directo a mi telaraña”, sostuvo Little en 2019. “No creo que hubiera otra persona que hiciera lo que a mí me gustaba hacer. Creo que soy el único en el mundo. Ese no es un honor, es una maldición”, dijo el asesino, según lo citó CBS.
La cantidad de detalles que entregó este hombre sobre los crímenes que cometió, fue espeluznante para los oficiales, quienes sentían terror al escucharlo describir a cada una de sus víctimas.
“Da miedo la claridad que tiene sobre ciertas cosas después de todo este tiempo. Recuerda nombres y caras”, le contó en 2019 al diario The New York Times el detective Michael Mongeluzzo, del condado Marion, Florida, donde ocurrió uno de los asesinatos confesados por Little.
Tim Marcia, detective del Departamento de Policía de Los Ángeles, aseguró a ese medio que era difícil describir la sensación que generaba Little. “Lo creas o no, solo ves el mal unas pocas veces en tu carrera”, sostuvo, “mirándolo a los ojos, diría que él era pura maldad”.
Increíblemente, por el peso del caso, el estadounidense fue referido al Programa de Captura de Criminales Violentos del FBI, que luego publicó un reporte en el que señalaba que las víctimas confirmadas por Little tienen “patrones alarmantes” y “vínculos convincentes” con muchos otros crímenes que no se han resuelto en ese país, según relató BBC Mundo en su momento.
En el reporte, el FBI decía que las el método de Little no siempre dejó signos claros de que se tratase de un homicidio. De hecho, en muchas ocasiones no apuñalaba o le disparaba a sus víctimas, por lo que varias de esas muertes no se habían clasificado como homicidios, sino que se atribuyeron a sobredosis de drogas, accidentes o causas naturales.
Samuel Little, exboxeador, entró y salió de la cárcel por delitos como secuestro, robo a mano armada o violación durante 50 años, pero siempre lograba quedar libre. Por esa razón, para Mitzi Roberts, detective de la policía de Los Ángeles, “hubo muchas oportunidades para encerrarlo para siempre y no fue así”, como lo registró The Washington Post en una serie de reportajes sobre Little. Incluso, dice el medio que a las autoridades de la ciudad les costó lograr que hubiera un interés amplio por este criminal, a pesar de que en 2012 ya lo habían catalogado como potencial asesino serial.
Ahora, la tarea de las autoridades es cumplir con su meta de esclarecer todos los casos sin resolver que Little confesó y en algunos casos retrató.