A la cárcel médico en Estados Unidos que abusó sexualmente de al menos 9 pacientes haciendo pasar sus aberraciones como ‘exámenes’

Indignación ha despertado en el estado de California, Estados Unidos, el caso de un médico identificado cómo William Thompson IV, de 56 años, quien se convirtió en el protagonista de una macabra historia de terror para al menos 9 de sus pacientes, a quien el especialista abusó sexualmente, haciendo pasar su hechos impúdicos cómo ‘exámenes’ necesarios para el esclarecimiento de sus rutinas.

Según destaca el medio estadounidense The New York Post, el caso se volvió de público conocimiento en su país luego de que el pasado miércoles se lograra el arresto del médico por parte de miembros de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Orange.

Sobre Thompson, el medio refiere que se trataba de un médico especialista en casos virales, que tenía especial aceptación en los círculos de pacientes de la comunidad LGTBIQ+, quien ahora deberá responder ante los tribunales por al menos nueve casos de abuso sexual, referidos a practicas indebidas de exámenes innecesarios a muchos de sus pacientes, procedimientos que usaba para ‘escudar’ algunos de sus abusos sexuales, ante los cuales las víctimas, si bien sospechaban de que se trataba de prácticas inusuales, accedían confiando en el especialista.

En la mayoría de los casos, los actos abusivos se referían penetraciones sexuales, cargos a los que también se han sumado imputaciones por “agresión sexual por fraude”, y dos casos de “cópula oral forzada”; un delito que se estima grave.

En medio del desarrollo de este aterrador caso judicial, las víctimas han revelado que la mayoría de las agresiones denunciadas, y que han permitido poner tras las rejas al médico, se efectuaron entre 2016 y 2020, sin descartar que el agresor hubiese podido incurrir en otras prácticas más.

Las víctimas se percataron de que habían sido objeto de casos de abuso, cuando, en medio de otros procedimientos médicos, pudieron constatar que el médico en cuestión, les había sometido a algunas prácticas anómalas o innecesarias dentro del diagnóstico de sus enfermedades y el respectivo tratamiento.

Según refiere el post, citando el reporte de las autoridades, dentro de las prácticas indebidas que se advierten como parte de los actos abusivos, se encuentran algunos tocamientos anales, y, en uno de los casos, un escenario de sexo oral.

Si bien actualmente se habla de un total de 9 abusos, no se descarta que sean muchas más las víctimas de este médico que faltó a su deber hipocrático y a su ética profesional.

En medio del reporte policial, uno de los hechos descubiertos en la investigación que más indignación despierta, es el hecho de que en la mayoría de los casos, los pacientes confiaban ciegamente en el especialista, advirtiendo que él era su esperanza de atención, lo que los convertía en personas vulnerables ante el especialista; un hecho que este aprovechó para abusarlos, en favor de su “gratificación sexual”.

Los especialistas lamentaron que el doctor se hubiera consolidado en una figura tan importante para los pacientes, que estos mismos hubiesen temido denunciar los casos de abuso sexual, bajo la premisa de que si lo hacían, eventualmente perderían la oportunidad de ser tratados.

Para las autoridades, una cita médica “debe ser un lugar donde los pacientes develar o compartir seguramente sus vulnerabilidades sin tener que tener miedo a ser atacados por un depredador sexual”, cuestionando que el victimario es, en este caso, una persona que “ha jurado proteger a sus pacientes”.

La pena que le esperaría

Tras ser llevado a los tribunales para el estudio de su caso, se espera que el referido médico pueda ser sometido a una pena carcelaria de mínimo 30 años o incluso una cadena perpetua.

Si bien el médico fue capturado, este ha podido acceder nuevamente al al libertad tras el pago de una fianza de 100.000 dólares. El hombre estará a la espera de su juicio previsto para el día 2 de noviembre.

El médico ha señalado que históricamente se ha especializado en población vulnerable, al encontrar la necesidad de sectores muchas veces infectados con enfermedades cómo VIH, señalando que su espacio de consulta siempre ha buscado ser “cálido para sus pacientes”.

Al ser llevado ante las autoridades, el victimario se reconoció culpable de delitos menores referidos a la conducción bajo estado de alicoramiento, pero desestimó los relacionados con abuso sexual.