Adolescente es sentenciado a cadena perpetua por asesinar a puñaladas a una porrista

¡Justicia!, es el grito que finalmente pudieron pronunciar los familiares de una joven porrista de 13 años en Estados Unidos, identificada como Tristyn Bailey, quien fue asesinada en 2021 por un adolescente de 16 años, quien la apuñaló en 114 oportunidades, y que hoy finalmente fue informado de su condena como responsable de este caso de feminicidio.

La sentencia, emitida en contra del joven, de nombre Aiden Faucci, se conoció este viernes por parte de las autoridades del estado de la Florida, quienes lo sentenciaron a la pena de cadena perpetua, como castigo al crimen que, según confesó el joven, respondió a un impulso de “simplemente matar a alguien”.

Según medios locales, la sentencia recibida por Faucci responde a la máxima que podría recibir por la comisión de su delito, luego de que, tras cometer el asesinato, además decidió deshacerse del cuerpo de su víctima, botándolo en un área boscosa de la localidad de Jacksonville.

Según declaraciones del juez del caso, Lee Smith, del circuito del condado de St. Johns, la pena correspondió a un delito cometido con ‘sevicia’, y reconociendo que este no estuvo motivado por razones pasionales o venganza.

De acuerdo con lo detallado por el juez, y recogido por medios locales de Estados Unidos, “no fue un delito que se cometió porque se sintió rechazado por ella. No lo hizo en un ataque de ira incontrolable. No había razón. No había ningún propósito”, explicó.

Y planteó que, contrario a todas las hipótesis que podrían haber rodeado el caso, el joven admitió haber matado simplemente por “satisfacer un deseo interno” de saber lo que se siente ser asesino, una respuesta que en su momento generó especial conmoción entre el jurado que conoció el caso.

El juez también explicó que fue un caso complejo de manejar, en tanto que, para el momento de la comisión del crimen, se estima que el joven responsable no contaba con un cerebro ‘totalmente desarrollado’, lo que hace aún más espantoso el panorama que rodeó a la muerte de la animadora.

No obstante, el juez reconoció que, basado en las evidencias, se pudo determinar que se trató de un hecho premeditado, siendo a su vez una ‘muerte dolorosa’, con un agravante adicional, y es que Faucci era una persona en quien ella confiaba.

En ese mismo sentido, se conoció que el joven ‘fantaseaba con su delito’, y que la escogencia de su víctima finalmente respondió a un ataque de ira, siendo el asesinato un escenario supremamente impactante debido a la cantidad de heridas y los lugares del cuerpo atacados.

En la investigación se determinó que el joven dibujaba desde tiempo atrás cuerpos mutilados, e incluso se manifestaba deseoso de ir a la cárcel para seguir con sus delitos.

Si bien el joven iba a ser juzgado como adulto, finalmente se cobijó a ‘beneficios’ al haber confesado el crimen y haber presentado unas excusas públicas a través de una carta escrita a mano que se leyó en la corte.

El joven reconoció que si bien lo ‘ocurrido ya estaba hecho’, esperaba que su carta pudiera en algo solventar el dolor y el horror de la comunidad, reconociendo que ya no había marcha atrás en su crimen, y que, hiciera lo que hiciera, nada traería de vuelta a la porrista.

En medio de la audiencia en que se dio a conocer la sentencia, no solo se vio el dolor de los padres de la adolescente asesinada, sino también los del joven sentenciado, quienes clamaron misericordia, incluso sugiriendo que les permitieran pasar un tiempo con el joven, petición que realizó la abuela, quien dijo que quería compartir con su nieto antes de morir.

Sobre las razones por las que el joven no fue sentenciado a pena de muerte, medios locales en Estados Unidos han explicado que ello se debió a que el asesino era menor de edad.