Estados Unidos
Corte Suprema de Estados Unidos falló sobre deportación de indocumentados: esta fue la decisión
Las llegadas clandestinas a la frontera sur de Estados Unidos habían alcanzado máximos históricos antes del cambio en las reglas de inmigración.
La situación de los inmigrantes irregulares en Estados Unidos continúa siendo una de las situaciones que se revisan con lupa día a día, y en medio de la incertidumbre de esta población en medio de la regularización de su situación migratoria, así como los miedos de una deportación, la Corte Suprema de este país dio una nueva directriz este viernes 23 de junio.
Según informaron medios locales, la corte otorgó este viernes una clara victoria al gobierno del demócrata Joe Biden al autorizarlo a aplicar la política que escoja en materia de deportación de inmigrantes indocumentados, esto en medio de la incertidumbre por un aumento del flujo migratorio hacia este país.
Esta sentencia permite la entrada en vigor de una directiva adoptada en septiembre de 2021 por el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, que reclamaba a la Policía de Migración (ICE) centrar sus esfuerzos en los extranjeros que supongan una amenaza terrorista o delictiva y los que arribaron al país después del 1 de noviembre de 2020, por lo que, en teoría, no se estaría persiguiendo a aquellos que entren al país para pedir asilo y que no tengan antecedentes penales.
Más de 11 millones de inmigrantes indocumentados viven en Estados Unidos. “No tenemos recursos para arrestar y deportar a cada uno de ellos”, justificó Mayorkas, defendiendo una visión contrapuesta a la del expresidente republicano Donald Trump, quien se continúa aferrando a la necesidad de limitar la entrada de este tipo de población.
La directiva fue impugnada de inmediato ante la justicia por las autoridades de Texas y Luisiana, alegando que les generarían costos adicionales en materia de educación, policía y servicios sociales. Un juez federal falló a su favor en junio de 2021 y bloqueó la implementación de esta política.
El gobierno de Biden recurrió entonces a la Corte Suprema, que finalmente estuvo de acuerdo con él, sin entrar a considerar los argumentos de fondo. “Los Estados pretendían que la justicia federal ordenara al Ejecutivo modificar su política de detenciones para proceder a más detenciones”, pero el tribunal ha aclarado en numerosas ocasiones que solo las personas que son objeto de esa política pueden cuestionarla, explicó el magistrado Brett Kavanaugh en nombre de la mayoría del tribunal.
“En aplicación de este principio fundamental (...), concluimos que los Estados no tienen potestades para interponer esta demanda”, agregó. “La decisión no debe entenderse como una sugerencia de que el Ejecutivo tiene total libertad” en la materia, aclaró, dejando la puerta abierta a futuras demandas.
Las reacciones a la decisión de la Corte
El poderoso grupo de derechos civiles Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha acogido con satisfacción el rechazo “sensato” de la Suprema Corte a la iniciativa de Texas y Luisiana de “obligar al gobierno a implementar la política de control de inmigración más draconiana”.
“Esta decisión es indignante. SCOTUS le da al Biden Admin. carta blanca para evitar la rendición de cuentas por abandonar la aplicación de las leyes de inmigración. Texas continuará desplegando la Guardia Nacional para repeler y hacer retroceder a los inmigrantes ilegales que intentan ingresar ilegalmente a Texas”, afirmó en su trino.
This decision is outrageous.
— Greg Abbott (@GregAbbott_TX) June 23, 2023
SCOTUS gives the Biden Admin. carte blanche to avoid accountability for abandoning enforcement of immigration laws.
Texas will continue to deploy the National Guard to repel & turn back illegal immigrants trying to enter Texas illegally. https://t.co/h1bKMXzsXo
Las llegadas clandestinas a la frontera sur de Estados Unidos habían alcanzado máximos históricos antes del cambio en las reglas de inmigración hace seis semanas, y siguen siendo altas, con casi 170.000 detenciones en mayo.
Este tema, que divide profundamente a la sociedad estadounidense, se anticipa como uno de los principales de la campaña presidencial de 2024.
*Con información de AFP