Estados Unidos
“Depravado”: ginecólogo abusó sexualmente a cerca de 250 pacientes y ahora deberá pagar en la cárcel por sus actos
De acuerdo con las autoridades de su país, los hechos abusivos comenzaron a presentarse en los años ochenta.
Un halo de descanso y de justicia se vivió en días pasados en Estados Unidos para cerca de 245 mujeres, luego de que las autoridades de ese país confirmaran la sentencia a 20 años de cárcel que pesa en contra de un especialista en ginecología que es señalado por todas ellas de ser el responsable de casos de abuso sexual, aprovechándose de su posición como médico.
De acuerdo con las autoridades judiciales de Estados Unidos, el abusador fue identificado como Robert Hadden, un reputado especialista de 64 años, que desde hace 30 años venía siendo responsable de sucesivos casos de abuso sexual selectivo entre sus pacientes, en hechos que estallaron en cascada, luego de que la primera de ellas se atraviese a hablar.
De acuerdo con la información presentada por medios locales en Estados Unidos, basados en el expediente que ahora enviará por dos décadas a la cárcel al abusador, la mayoría de sus víctimas eran mujeres en estado de gestación o problemas físicos, situación que era aprovechada por el especialista en salud íntima para abusar de ellas sin que estas pudieran oponer resistencia.
En ese mismo sentido, la investigación también menciona que dentro de las víctimas se cuentan mujeres que habían acudido a su consultorio por primera vez, sirviéndose del desconocimiento de las jóvenes sobre las actitudes correctas e incorrectas en un examen ginecológico, haciendo que muchas veces esto pasara como algo normal.
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La sentencia en contra del referido abusador se conoció el pasado martes, luego de una audiencia practicada por las autoridades de Nueva York, que determinaron su culpabilidad en los casos denunciados, señalando que el médico Hadden era el culpable de una conducta reiterativa enmarcada en “abusos sexuales escandalosos”, señalando a su vez que el ahora reo es un “depravado”, y calificando su conducta como una actuación “horrible”.
Sobre las conductas abusivas, los registros, basados en las denuncias de las mismas víctimas, permitieron conocer que estos hechos comenzaron en la década de 1980 y se extendieron hasta la mitad de la década de los años 2010.
En medio del folio del caso, también se denuncia, por parte del New York Post, medio local de la denominada capital del mundo, que las actuaciones abusivas comenzaron cuando el especialista prestaba sus servicios para una entidad conocida como el Columbia-Presbyterian, y fue una conducta que también presentó como empleado del Centro Médico Irving, de la Universidad de Columbia, al igual que otros centros médicos en los que ha laborado durante las últimas tres décadas, logrando gran prestigio.
En medio de las declaraciones de las víctimas, el doctor Hadden fue señalado por algunas de ellas como el “demonio escondido tras una bata blanca”, lamentando que muchas se atrevieron a hablar tiempo después de ser abusadas por miedo, pero reconociendo que su denuncia oportuna podría haber ayudado a prevenir más casos.
Sobre la forma en la que el médico abusaba de sus pacientes, medios estadounidenses han señalado que las conductas inapropiadas consistían en tocamientos indebidos, referidos a caricias en las zonas genitales, los cuales en muchas ocasiones adelantaba incluso sin guantes. En algunos casos, según describe el New York Post, parte de las denuncias afirman que el médico llegó a poner su boca en su zona vaginal.
De igual modo, dentro de las infidencias del caso, se ha revelado que existían víctimas de alto nivel dentro de las abusadas por el médico Hadden, afirmando que incluso la esposa de un excandidato presidencial podría haber estado siendo ultrajada por el médico.
En medio de la audiencia condenatoria, y después de conocer su sentencia, trascendió que el médico buscó excusarse con sus decenas de víctimas, señalando: “Lamento mucho todo el dolor que he causado”.
Tras conocer que pasará sus próximos años en prisión, el médico estalló en llanto y se mostró arrepentido de sus conductas abusivas, aunque se manifestó inocente de varias de ellas.
Desde las autoridades judiciales se señaló, en declaraciones recogidas por medios locales, que el ginecólogo era un hombre manipulador, al advertir que logró engañar a psicólogos con el objetivo de tapar sus inclinaciones voyeuristas y desviaciones sexuales. Debido a ellas, el médico es considerado un peligro para la sociedad.
En medio del caso, también se conoció que las instituciones a las que estuvo adscrito el médico acordaron el pago de indemnizaciones a las víctimas por una suma total de 236 millones de dólares.