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Dos colombianos fallecen en San Francisco: este es el clamor de una esposa por traer el cuerpo de su marido desde EE. UU. a Córdoba
María Fernanda Pinto, esposa de Manuel Peña, le contó a SEMANA el drama que viven. Pide ayuda para esclarecer lo que pasó y para poder enterrar a su marido en Colombia.
María Fernanda Pinto siente un enorme dolor e impotencia. La mujer de Chinú, Córdoba, vive con desesperación la muerte de Manuel Peña, su esposo y papá de sus tres hijos, en Estados Unidos. El drama enluta a otra familia del pueblo, la de Edwin Romero, otro colombiano que también falleció en las mismas circunstancias.
Por redes sociales, María Fernanda y los familiares de Romero han pedido a sus conocidos que les ayuden a recoger los 25 millones que vale traer de vuelta el cuerpo de cada uno de ellos. Ambas familias han estado en esa búsqueda desde el pasado 25 de diciembre, cuando se enteraron del deceso de sus parientes. “Me llamaron y me dicen que le dio un infarto. No sabemos qué pasó. No nos han dado ningún parte médico”, cuenta la mujer con tristeza.
La pareja lleva 12 años de vivir junta. Se casaron el 24 de diciembre de 2019 y de ese amor tienen tres niños pequeños. “Trabajamos en el pueblo. Tenemos un almacén de calzado. Las cosas comenzaron a tornarse difíciles. Trabajábamos con las uñas. Ante la necesidad, el 15 de octubre del año pasado, Manuel decidió irse. Quería trabajar para estar tranquilo”, contó sobre las razones que lo llevaron a perseguir el sueño americano.
Manuel tenía en Estados Unidos una tía y un primo y pensando en ayudarles a sus hijos y darles un mejor futuro, decidió embarcarse en la aventura de pasar la frontera. “Se fue por el muro, por México. Salió de la casa el 29 de octubre. Viajaba por avión a Tijuana. Ese día no dejaron abordar colombianos. Entonces se devolvieron a Cancún. Ahí se quedó hasta el 8 de noviembre. Se quedó allá del 30 al 8. Al final lo dejaron embarcar”, narró María Fernanda sobre esa travesía.
El sueño de Manuel era que su esposa y sus tres hijos, luego de que él se estabilizara en Estados Unidos, pudieran seguir sus pasos. Pero luego de vivir ese viaje, él mismo le comunicó que no tenía sentido desgastarla a ella y a los niños en algo tan difícil.
“Contó que era muy maluco. Se quedó en unos albergues. Vivió momentos muy duros”, contó ella.
Al pasar la frontera, Manuel buscó llegar a donde su primo en la ciudad de San Francisco. Pero las cosas no le resultaron tan fáciles como se imaginó. Nunca pudo enviarle el dinero prometido a su familia. “Se fue y comenzó a buscar cuentas Uber para trabajar. No consiguió. Le dio gripa muy fuerte. No pudo trabajar y perdió la cuenta”, asegura ella.
La última vez que hablaron fue el día de Navidad. “Él me escribió el 24. Había salido en el carro, pero no había movimiento en la ciudad como para trabajar. Se fue para el apartamento donde vivía. Comenzaron a llegar los compañeros, compraron unas cervezas. Empezaron a compartir”, contó sobre la celebración de esa noche en la que él estuvo con los compañeros con los que compartía la casa.
En medio de esa celebración se dio su muerte y la de su amigo Edwin. “La tía me llamó, me dijo que a mi esposo le había dado un infarto”, cuenta con dolor.
Tras esa noticia, ella buscó al primo que estaba con él esa noche. “Me dijo que estaban tomando y que él bajó a entregar una moto a un amigo. Lo llamaron que se devolviera. Lo encontró muy mal. Lo vio verde. Cuentan que estaba en una videollamada y tiró el telefono. Llamaron a emergencias y se lo llevaron”.
Tanto él como su amigo Edwin fallecieron. Desde entonces, las dos familias han hecho de todo para poder traer los cuerpos. Tienen fe en la solidaridad de los colombianos que ya les han permitido reunir más de la mitad de los fondos.