Estados Unidos
En Texas, que declaró ilegal el aborto en casos de incesto o violación, Corte Suprema tendrá que decidir si bloquea o no excepciones médicas
La Corte Suprema de Texas deberá decidir si establece cuáles son las excepciones médicas a las prohibiciones al aborto, tras demanda al Estado porque a mujeres se les negó el procedimiento pese a su condición de salud.
Las demandantes recibieron en agosto un fallo favorable de una juez de distrito, quien consideró que ellas debían haber accedido a un aborto en este conservador estado del sur de Estados Unidos.
La magistrada Jessica Mangrum bloqueó las prohibiciones al aborto en el caso de personas con complicaciones graves del embarazo, aclarando que los médicos pueden usar su propio criterio para aplicarlo.
Pero el estado apeló y ahora la Corte Suprema de Texas, con sede en Austin, deberá decidir si la decisión de Mangrum se mantiene, aunque no se conoció la fecha. El fondo del caso deberá ser juzgado aún en marzo de 2024.
Para la ONG Centro de Derechos Reproductivos (CRR), que presentó la demanda en marzo de 2023 en nombre de las afectadas, su pedido busca aclarar qué situaciones pueden ser consideradas excepciones médicas para practicar un aborto en Texas. Esto, ya que los médicos tratantes se han negado a realizarlo para evitar problemas legales, pese a que la vida de la madre estaba en riesgo o el embarazo era inviable.
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“Las demandantes han testificado que sus médicos no sabían qué hacer, sus manos estaban atadas por la ley”, dijo Molly Duane, abogada del CRR y de las demandantes, ante los magistrados en Austin.
Para Duane, si bien la ley en Texas tiene excepciones para aplicar el aborto cuando hay peligro de muerte de la madre, “nadie sabe lo que significa. Y el Estado no nos lo dice”. Los médicos pueden enfrentar hasta 99 años de prisión, multas de 100.000 dólares y la revocación de sus licencias médicas si la justicia considera que el aborto que practicaron fue ilegal.
Texas es uno de varios estados conservadores que declaró el aborto ilegal, incluso en casos de incesto o violación, luego de que casi un año y medio atrás la Corte Suprema de Estados Unidos anulara el fallo Roe v. Wade, que garantizó durante medio siglo a nivel federal el derecho de las mujeres a interrumpir sus embarazos.
Culpa del médico
Para la representante de la oficina del Fiscal General de Texas, Beth Klusmann, las demandantes deberían reclamarles a sus médicos y no al Estado. Consideró que si una mujer presenta líquido amniótico cayendo por sus piernas, “el problema no es la ley, es el doctor”, porque se trata de una excepción por emergencia médica.
El juez Jeff Boyd cuestionó su argumento. “Lo que genera la necesidad de claridad es que a algunas de las mujeres, incluso usted lo está diciendo, probablemente según la ley se les debería haber permitido abortar, pero el médico dijo que no, porque ‘no está tan claro para mí, así que no puedo hacerlo’”, aseveró.
Para Klusmann, la Corte de Distrito “excedió sus prerrogativas constitucionales al reescribir y ampliar las condiciones de emergencia médica”, y consideró que la demanda planteada busca “eliminar la línea para que realmente nunca haya una circunstancia en la que una mujer no pueda obtener un aborto”.
Duane, del CRR, insistió en que “los médicos tienen miedo de confiar en la excepción”. Pero el juez Brett Busby dijo que el trabajo de la Corte es “decidir casos, no elaborar y ampliar leyes para hacerlas más fáciles de entender o hacer cumplir”.
Huir para abortar
El caso se denomina Zurawski vs. Estado de Texas, por Amanda Zurawski, la primera en demandar. Pese a que en su situación el aborto espontáneo era inevitable, según sus abogados, el médico no intervino de inmediato porque el corazón del feto aún latía.
Ella tuvo un shock séptico y casi muere. Su bebé nació sin vida. Actualmente, la demanda suma 22 personas; también la integran médicos.
Jessica Bernardo, de 39 años, llevó en su vientre a una bebé diagnosticada con una dolencia que provoca acumulaciones masivas de líquidos en el cuerpo y no tenía posibilidades de sobrevivir. Los síntomas también se reflejaban en la madre. Debió viajar a Seattle, en el estado de Washington, para abortar.
Su doctora le dijo que antes de que las nuevas leyes antiaborto entrasen en vigor, hubiera podido ser tratada en Texas. Intentó ayudarla y llevó el caso a la junta de médicos del hospital, “pero lo negaron porque no estaba lo suficientemente enferma”.
“Tuvimos que hacer arreglos de última hora para encontrar algún lugar donde pudiera hacerme un aborto lo antes posible (...) Pero no todo el mundo tiene la misma suerte que yo”, le dijo a la AFP. Contó que gracias a aquella atención médica que tuvo, ahora finalmente ha podido quedar embarazada de un bebé sano.
*Con información de AFP.