Expectativa por visita sorpresa de Henry Kissinger a China en medio de tensiones bilaterales

Gran expectativa ha generado en diversos rincones del mundo la noticia del viaje sorpresa a China del centenario exfuncionario del gobierno estadounidense Henry Kissinger, recordado como uno de los referentes internacionales de la diplomacia, y quien otrora se desempeñara, en los momentos difíciles de la Guerra Fría, como secretario de Estado de su país.

La visita sorpresa de Kissinger a territorio chino despierta especial expectativa, debido a que el mundo atraviesa un momento marcado por las tensiones entre las dos potencias, que han pasado en años recientes por momentos críticos que se han visto aún más entorpecidos por cuenta de escenarios de pugna internacional como el tema de Corea del Norte, y más recientemente la guerra entre Ucrania y Rusia, donde China ha tomado partido moderadamente a favor de Rusia, mientras que el mundo occidental se ha inclinado a favor de Ucrania.

Este viaje tiene especial interés después de que se confirmara que en medio de su visita a Beijing, Kissinger adelantará un encuentro bilateral con el ministro de Defensa local, Li Shangfu, quien recientemente se había referido a los acercamientos entre los dos países como “una comunicación amistosa destruida”.

En medio del encuentro, en el que según medios chinos las partes expresaron su compromiso de dar su mejor esfuerzo y presentar sus buenas voluntades para trabajar en pro de la reconstrucción y reforzamiento de las relaciones bilaterales, Kissinger se habría manifestado ‘un amigo de China”, según recoge el medio británico The Guardian.

En ese mismo sentido, al término del encuentro, las partes puntualizaron que tras el diálogo han llegado al conclusión de que las partes “no pueden darse el lujo de tratar al otro como un adversario”, acusando que un escenario que necesitan evitar a toda costa es el estallido de una eventual guerra.

Tanto el representante chino como el exdiplomático estadounidense apuntaron que una eventual pugna bélica entre las dos partes “no conducirá a ningún resultado significativo para los dos pueblos”, por lo que es menester trabajar para evitarlo.

Esta visita de Kissinger a China concuerda a su vez con los esfuerzos que adelanta el enviado climático de Estados Unidos, John Kerry, también a ese país.

Al igual que Kissinger, Kerry adelanta una serie de encuentros en tierras deOriente encaminadas en fijar estrategias conjuntas para la lucha contra el cambio climático.

Este viaje de Kissinger y de Kerry se da apenas pocas semanas después de que el actual secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, adelantara también una visita a China en medio de gran expectativa en junio.

Según refieren medio internacionales como el tabloide británico The Guardian, pese a que las tensiones diplomáticas están en una temporada de crecimiento entre los dos países, aún se mantiene una esperanza en poder enmendar las asperezas para abogar por la construcción conjunta de un ambiente mundial menos tenso.

Según The Guardian, “hay un optimismo cauteloso”, y grandes expectativas frente a cómo se puede redirigir los diálogos y acercamientos en pro de fijar nuevas y mejores bases y lazos que hermanen a China y Estado Unidos.

Esta visita de Kissinger a China trajo a la memoria de los historiadores la visita del entonces funcionario, en julio de 1971 a China, para alistar el camino para que el presidente Nixon lograr normalizar las relaciones bilaterales entre los dos países.

En aquel entonces, en esa visita de hace 52 años, el deslazamiento de Kissinger a China también se manejó en secreto, y ahora, esos buenos oficios del diplomático vuelven a salir a flote, reiterando el rol del diplomático como “amigo de China”.

Laos buenos oficios de Kissinger son mundialmente reconocidos y aplaudidos, y se considera una de las mentes más brillantes del manejo diplomático, siendo recurrente en sus advertencias sobre el riesgo de dejar deteriorar las relaciones.