Estados Unidos
Joe Biden exige “prohibir otra vez, los rifles de asalto AR-15″ en el aniversario de la masacre de Uvalde
El presidente de Estados Unidos ha llamado al Congreso a lograr un cambio que pueda evitar nuevas tragedias escolares.
Este 24 de mayo, se cumplió un año de la trágica masacre en Uvalde, Texas, la cual dejó 19 niños y dos profesores que murieron por un tiroteo. Mientras familias y seres queridos lloraban la inimaginable pérdida, el presidente Joe Biden afirmó desde la Casa Blanca que demasiadas escuelas y demasiados lugares se han convertido en “campos de muerte”.
El presidente de Estados Unidos ha llamado al Congreso a lograr un cambio que pueda evitar nuevas tragedias escolares. “Es tiempo de actuar”, dijo el mandatario demócrata, quien propuso prohibir los rifles de asalto ante el rechazo de los republicanos.
“No podemos acabar con esta epidemia hasta que los legisladores aprueben reformas de sentido común y las armas de guerra queden fuera de nuestras calles y de las personas peligrosas”, dijo el mandatario en un mensaje que conmemora la tragedia que ocurrió en las aulas.
La comunidad texana planeó una ceremonia privada, en la cual liberó mariposas y una vigilia a la luz de las velas en la noche; y el Congreso de Texas hizo una pausa para guardar un minuto de silencio a las 11:30 de la mañana (hora local), en alusión al momento en el que el agresor entró en la Escuela Primaria Robb el año pasado, desatando el tiroteo escolar que ha dejado más muertes en una década.
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Biden pronunció su discurso frente a 21 velas, una por cada víctima, acompañadas de una rosa blanca y lazos de satén de los colores de la escuela, que además, llevaban escrito el nombre y edad de cada una de las víctimas. Antes de que el presidente comenzara con su discurso, él y la primera dama, Jill Biden, se detuvieron a observar los nombres de los fallecidos.
“Sé que hoy es un día muy duro para todas las familias”, comentó Biden. “Recordar es importante, pero también doloroso”.
Joe Biden también habló sobre la visita que realizó a Uvalde unos días después de la masacre y de cómo se quedó observando las 21 cruces afuera de la escuela con los nombres de las víctimas. Señaló que pasó horas con los familiares en duelo.
“Sabemos que, un año después, esto sigue siendo muy duro para ustedes. Echarán de menos los cumpleaños y las festividades, las obras de teatro escolares, los partidos de fútbol. Tan sólo esa sonrisa. Un año de alegría cotidiana que se ha ido para siempre”, dijo Biden.
Ahora bien, las muertes, junto con otro tiroteo masivo en Buffalo, Nueva York, dieron lugar a una ley bipartidista que fue aprobada por un dividido Congreso federal un mes después de los incidentes. Fue la ley de seguridad de armas de fuego más significativa en décadas.
Dicha ley endureció los controles de antecedentes para los compradores de armas más jóvenes, y pretende alejar las armas de fuego de personas imputadas por violencia doméstica y ayudar a los estados a poner en marcha leyes de bandera roja que faciliten a las autoridades retirar las armas a las personas consideradas peligrosas.
“Demasiadas escuelas, demasiados lugares cotidianos, se han convertido en campos de muerte en comunidades de todo Estados Unidos. Y en cada lugar escuchamos el mismo mensaje: Hagan algo. Por el amor de Dios, hagan algo”, manifestó Biden. “Después hemos hecho algo, pero no lo suficiente”.
Esas leyes no han evitado los tiroteos masivos o las muertes de niños por armas de fuego. Y Uvalde aún lidia con las consecuencias de la fallida respuesta policial el día de la masacre.
Por esta razón, el presidente Jode Biden cree que la discusión debe centrarse en las armas que empuñan los asesinos.
Cabe recordar que hasta el 24 de mayo, se han registrado por lo menos 25 masacres en Estados Unidos en lo que va de 2023, que han dejado al menos 127 personas muertas, sin incluir a los agresores que fallecieron, de acuerdo con una base de datos operada por The Associated Press y USA Today en colaboración con la Universidad Northeastern.
Además, ha habido al menos 556 matanzas desde 2006 en Estados Unidos, según la base de datos, que causaron la muerte de al menos 2.892 personas.