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La Casa Blanca se pronuncia frente al posible impacto diplomático del ‘muro flotante’ con México
Tanto Estados Unidos como México han tenido que gastar parte de sus recursos para contener la crisis migratoria centroamericana.
La migración latina y caribeña hacia los Estados Unidos ha causado que el gobierno de Texas haya tomado medidas desesperadas por contrarrestar esta problemática social, la cual no parece tener fin.
La puesta en marcha de un muro flotante en el río Bravo, por medio de boyas a lo largo del cuerpo de agua, causó indignación tanto en Ciudad de México como en Washington, en donde la Casa Blanca no dudó en referirse al hecho.
“Claramente, no es algo que esté ayudando. Pero no puedo confirmar que haya habido un impacto directo en las relaciones diplomáticas con México”, expresó John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, agregando que las relaciones entre Estados Unidos y México son muy fuertes y que trabajan “estrechamente” para mitigar el tráfico de fentanilo y la crisis migratoria que se da en la frontera.
El problema para la gobernación texana
La puesta de estas boyas ha sido tan escandalosa para el estado norteamericano que el Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó el lunes pasado al estado de Texas por “haber instalado sin autorización federal una barrera de boyas en el río Grande, frontera natural entre ambos países, para frenar el paso de migrantes”.
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Asimismo, la fiscalía acusa directamente a Greg Abbott, gobernador de Texas, de incumplir la Ley de ríos de 1899, además de poner en riesgo al medioambiente y la integridad de los migrantes. También advirtió que este muro pone “en riesgo la política exterior de Estados Unidos” debido a que desde Ciudad de México se emitió una protesta diplomática por el hecho de que instalaran estas boyas.
Greg Abbott, férreo republicano conocido por su postura antiinmigratoria, acusó en su momento al mandatario estadounidense, Joe Biden, de no realizar su trabajo frente a la llegada de miles de migrantes en la frontera sur del país, además de afirmar que “Texas utilizará plenamente su autoridad constitucional para lidiar” con las caravanas migratorias.
A pesar de que la Administración federal expresará que los cruces en la frontera han caído a niveles mínimos desde que en mayo comenzara a aplicarse la nueva política de restricciones de la frontera, sustituyendo a la ordenada durante la pandemia de covid-19, esto no detuvo a Abbott de ordenar desde comienzos de julio la instalación de estas boyas incluyendo un alambrado para impedir el paso de migrantes desde México.
La lucha de los migrantes por tocar Estados Unidos
La migración hacia Estados Unidos ha sido uno de los problemas humanitarios más visibles durante todo el siglo XXI. Según los informes y estudios relacionados con migración, las principales naciones de donde provienen los pobladores que piden asilo y trabajo en la nación norteamericana son de México, Honduras, El Salvador y, recientemente, Venezuela, sin contar el caso especial de Cuba.
Los estados que comparten frontera terrestre con México se han visto afectados por las constantes caravanas migratorias que cada día llegan a Estados Unidos, en donde muchos se quedan, mientras otros continúan su camino hacia los estados del norte como Florida, Nueva Jersey y Nueva York.
Junto con la problemática migratoria venezolana, en donde el estado de Nueva York ha tenido que hacerle frente de manera constante en lo corrido de 2023, los factores económicos y ambientales por los que está atravesando Estados Unidos han convertido a la nación en un país donde la posibilidad de migrar para mejorar la calidad de vida se han visto afectados; sin embargo, miles de centroamericanos siguen arriesgando su vida desde el Darién hasta el río Bravo para buscar empleo y mejores ingresos en una nación que ha sido considerada como un territorio próspero y acogedor.