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Madre ayudó a planear un tiroteo junto a su hijo en Florida. Esta es la historia
La mujer ya recibió sentencia por parte de los tribunales del estado.
Como Keith Agee, de 20 años, y su madre, Sheila Agee, de 50, fueron encontrados culpables de un tiroteo ocurrido en Pensacola, Florida a principios de este mes, el cual ocasionó la muerte de Brooklyn Sims, de 18 años.
Tan pronto las autoridades atendieron al llamado de emergencia, las investigaciones se orientaron hacia Keith, el cual fue arrestado el viernes pasado según Fox News. Asimismo, mientras los agentes trabajaban en conocer más detalles de la razón que llevó al hombre a acabar con la vida de la joven, se conoció que ellos tenían en común a una hija de 2 años, de acuerdo a WEAR.
Aún así, la policía estatal continuó investigando el tiroteo a tal punto de hallar una pista que los llevó a responsabilizar a la madre de Ketih del acto en el cual murió la joven madre.
¿Qué descubrió la policía?
Cuando el hombre fue arrestado por la Oficina del Sheriff del Condado de Escambia el 11 de agosto, la investigación se dirigió a identificar si habían más personas involucradas en el tiroteo de la mujer que trabajaba en The Home Depot, al interior de Pensacola.
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No obstante al revisar el celular del implicado, la Oficina del Sheriff dio a conocer a través de sus redes sociales que “Según los mensajes de texto, está claro que la madre de Keith Agee, Sheila Agee, conocía y participó en el plan para matar a los Sims de Brooklyn. Además, los mensajes de texto entre madre e hijo resaltan la participación de la madre para ayudar a localizar a la víctima”.
Conociendo los mensajes que intercambiaron madre e hijo, el pasado 14 de agosto, la Oficina del Alguacil que la madre de Ketih estuvo directamente implicada en el tiroteo que tenía como finalidad atentar contra la vida de la joven.
“El asesinato en sí es increíble, pero saber que la madre lo sabía y ayudó a coordinarlo es incomprensible”, aseveró a través de Facebook el alguacil Chip Simmons, además de dar a conocer los mensajes de texto, incomprensibles en algunas ocasiones, que intercambiaron ambos familiares:
*Los mensajes están traducidos al español con ortografía. Se advierte que los mensajes contienen lenguaje explícito y violencia.
Keith: “Ella no es monja, pero me costó dinero. Estoy listo para dispararle”.
Sheila: “Está bien”.
Sheila: “Ok, te llamaré y te diré si quieres ir a la cárcel te lo diré cuando nos acerquemos, pero si no vienes, mátala”.
Sheila: “No llames a la niñera y le digas que tratará de disuadirte”.
Keith: “Solo digo que tengo que ir al dentista”.
Sheila: “Ni siquiera vayas allí, ella no sabrá que te fuiste”. “No dispares a mi auto, no quiero morir”.
Keith: “No lo haré”.
Sheila: “Espera hasta que la apague”.
Keith: “Iba a esperar hasta que ella saliera”.
Sheila: “Está bien”.
Keith: “Pero eso es otra cosa si ella no sale de ese auto mamá y tengo que sacarla a rastras o no puedo pedirte que salgas porque estoy abriendo la puerta solo dispárale”.
Sheila: “Mientras no me dispares”.
Sheila: “Diablos, si sales del trabajo ahora, te daré la dirección aquí y puedes venir aquí y hacerlo para que no tengas que hacerlo frente a ella [hija]”.
Keith: “Envíamelo”.
Sheila: “Acabamos de estar en Pensacola”.
Keith: “Envíamelo”.
Sheila: “Espera, déjame sacarlo, borrar los mensajes de texto porque no quiero que nadie sepa que te estaba enviando un mensaje de texto, estúpido...”.
Keith: “Ya eliminé el mío, confía en mí”.
Keith: “¿Cuál es la dirección?”.
Sheila: “No puedo esperar a volver a esa tienda para darte la dirección porque tendrás que dispararme hoy. Ya te dije que me insultaste”.
Keith: “Todo lo que quiero es esa dirección, mamá. Ya terminé de hablar. Ya hablé lo suficiente. ¿Qué va a pasar y estoy de acuerdo con eso?”
Keith: “Ella estará en el piso, ¿verdad?”
Sheila: “Esperándote”.
Keith: “¿Estoy diciendo que tengo que encontrarla en la parte de atrás?”
Sheila: “Nop”.
Keith: “Está bien”.
Keith: “Quédate fuera de mi camino”.
Sheila: “Está bien”.
Keith: “Lol, hombre, deja mi teléfono. Todo lo que necesitaba era esa dirección. Déjame en paz. Termina tu día de trabajo”.
Sheila: “Ok, lo que sea, haz lo que hagas. Porque me voy a casa hoy, no al infierno ni a la cárcel”.
Keith: “Bien por ti”.
Sheila: “Ok, entonces deja de enviarme mensajes de texto. Estoy trabajando. Haz lo que quieras hacer. No me afecta de ninguna manera”.
Por su parte, el hombre fue acusado de agresión agravada y homicidio, tal como lo promulgaron los registros de la cárcel del Condado de Escambia, y permanece en prisión sin posibilidad de fianza según medios locales. Asimismo, Sheila fue arrestada en el Condado de Washington, Alabama por asesinato principal en primer grado y será enviada a Florida.