ONU: el consumo de cocaína ha aumentado en el mundo. Hay preocupación por cultivos de coca en Colombia

De acuerdo con el último informe publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) la demanda global de la cocaína no parece tener tope.

El documento revela que el consumo en Estados Unidos se ha “mantenido prácticamente estable” en las últimas dos décadas, pero en Europa, Asia y Oceanía ha aumentado de manera considerable. Según The Economist, solamente en Sídney, la ciudad más poblada de Australia, durante el mes de julio cinco personas recibieron disparos debido a guerras territoriales relacionadas con pandillas por el microtráfico de cocaína, lo que evidencia que este negocio ilícito puede suscitar violencia incluso en las sociedades más pacíficas.

No obstante, así como existe el consumo de esta droga, la producción es clave para que este ciclo no tenga fin, por lo que varios organismos internacionales han puesto el ojo en los países productores de esta droga, en donde resalta Colombia, un territorio que produce cerca del 60 % de la cocaína a nivel mundial, y en donde, según el medio citado “se acumulan trozos blancos de pasta de coca” lo que evidencia la sobreproducción de esta droga.

¿Qué está pasando en Colombia?

Con base en el informe de la UNODC, ha habido una sobreproducción de cocaína en Colombia, lo que ha provocado que los precios de esta droga presenten una caída en el mercado ilegal. Asimismo, el reporte asegura que la producción de cocaína se ha acelerado más que la demanda, ya que en 2021 se registraron 204.000 hectáreas de cultivo de coca, lo que significó un 43 % de aumento con respecto a 2020.

Por su parte, la ONU como tal ha precisado que el “rendimiento potencial” de la producción de clorhidrato de cocaína en Colombia pasó de 6,5 kilos por hectárea en promedio en 2016 a 7,9 kilos por hectárea en 2020. Este aumento de producción de esta droga confirmaría que los campesinos dedicados a esta actividad han descubierto nuevas maneras de cultivar la planta de coca de manera más eficiente.

“La sobreproducción ciertamente está ocurriendo. Pero no puede explicarlo todo”, aseveró para The Economist Ana María Rueda, perteneciente a la Fundación Ideas para la Paz, quien enfatizó que detrás de la oferta de esta droga hay algo más. La experta explica que el negocio de la droga inicialmente estaba ligado con los carteles de Medellín y de Cali, pero luego de sus disoluciones, las guerrillas de las Farc y el ELN tomaron control de estas prácticas para financiarse.

No obstante, luego de la firma del tratado de paz en 2016 entre las Farc y el Gobierno nacional, las bandas criminales son las que actualmente regulan la producción y el precio de esta droga, por lo que sus jefes tienen “el derecho” de decidir en qué regiones se compra la droga y así reducen los precios a nivel local, precisó Rueda.

El diario citado destaca que con la llegada de Petro, quien ha culpado a la crisis del fentanilo en Estados Unidos por la caída del precio de la cocaína (argumento que no tiene la aprobación de varios expertos en el tema), lo que ha hecho el mandatario es frenar los esfuerzos de erradicación de coca por parte del Gobierno, ya que según el presidente colombiano “la guerra contra las drogas ha fracasado”.

Junto a las acciones de Petro, el Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración demócrata de Joe Biden, ha revertido el monitoreo satelital de la coca en Colombia, lo que ha aportado a que la acumulación de coca en el país sudamericano aumente.

Más países hacen parte del problema

El informe de la UNODC también asevera que Perú ha aumentado la producción de cocaína en un 62 %, el cual pasó de 49.800 hectáreas en 2017 a más de 80 mil en 2021.

Por su parte, Bolivia también ha evidenciado un crecimiento en la producción de coca en un 24 % de 24.500 a 30.500 en el mismo espacio de tiempo. Por último, el documento precisa que en Guatemala, Honduras y Venezuela la producción de esta sustancia también está al alza.