Estados Unidos
Por esta razón a una latina le negaron la entrada en Estados Unidos, ¿no basta con casarse?
La mujer fue vetada por diez años para intentar volver a Estados Unidos.
Irse a Estados Unidos, bien sea por motivos de turismo, estudio o trabajo, es lo que para muchos constituye el verdadero ‘sueño americano’, al cual se suma el intercambio cultural y nuevas oportunidades. Sin embargo, ser aceptado en ese país es más que una odisea para varias personas, más si los intentos no son regulares.
El Gobierno norteamericano ha intensificado sus políticas para frenar la inmigración ilegal y advertido sobre los riesgos a los cuales se exponen quienes toman rutas clandestinas. El llamado de las autoridades ha estado en buscar el proceso legal o enfrentar las consecuencias si son encontrados como irregulares.
En TikTok, una ecuatoriana compartió la experiencia de cuando el ingreso a esa nación le fue negado por diez años. Su ‘sueño’ de establecerse, trabajar y conformar una familia terminaron ‘frustrados’ cuando un error del pasado fue descubierto, pues el registro de sus incumplimientos llevaron a que la respuesta de entrada fuera un rotundo ‘no’.
Su intento por ser aceptada en EE. UU.
En su relato, la latina contó que había viajado a Estados Unidos cuando tenía 17 años. ¿El motivo? En principio, estudiar por un año y tramitar, desde allá, la visa de estudiante (proceso que nunca llevó a cabo). Expirado el lapso que le era permitido estar en ese territorio, su mamá le advirtió sobre el riesgo de permanecer ilegal si no volvía a Suramérica.
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Sin embargo, el lapso se cumplió, mientras vivía con unos familiares. Con el paso del tiempo sintió la necesidad de regresar a Ecuador, aunque sabía que sin documentos sentaría un precedente ‘negativo‘ para ingresar en el futuro. Ya estando en su país de origen, tuvo nuevamente comunicación con su expareja (residente en Estados Unidos) y él buscó la forma de ayudarla a ser admitida.
“Me dijo: ‘mira, yo te voy a ayudar y me voy a casar contigo’ (...). Como amigos nada más (...), éramos panas. En unos ocho meses empezamos a hablar ya tipo novios y entonces decidimos darnos una oportunidad (...). Él metió los papeles, contrató un abogado” para agilizar los trámites de la llamada Green Card o residencia permanente.
¿Por qué le negaron la residencia?
La ecuatoriana contó que la ayuda del abogado, en realidad, no facilitó el proceso; no obstante, tanto ella como quien legalmente era su esposo seguían intentando que las autoridades finalmente les dieran el aval. Así fue como ella empezó a ultimar detalles para comenzar una nueva vida como la compra de propiedades.
@unamanabaenmiami Replying to @NathalyMC .Parte 2 😅 no voy al grano me embalo 😅 #storytime #enmigrante #inmigrante #ecuadorian #latinosenusa
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Pero cuando llegó la hora de recibir la respuesta a su petición, lo que llevaba en marcha se ‘desmoronó’. “Me estaban haciendo muchas preguntas y yo dije la verdad. Me dijeron: ‘aquí dice que te has quedado este tiempo‘”. Luego de esperar por un rato, y revisada nuevamente su solicitud, le dieron la noticia: “Usted tiene negada la entrada a Estados Unidos por diez años”.
Exceder en el pasado el lapso permitido cuando no se tiene residencia fue lo que derivó en que la solicitud formal sufriera uno de sus mayores reveses. Cuando creyó todo perdido, consideró terminar su relación, ante su imposibilidad de viajar.
Finalmente, pudo ingresar; ¿cómo hizo?
Su pareja mantenía la esperanza de recibir la ‘luz verde’, él no se daba por vencido y contempló la opción de vender todas sus cosas. “Él nunca había vivido en Ecuador, iba y venía (...). Contrató un abogado porque le dijeron que podíamos pedir un perdón (...). Decían que la única manera de recibirlo era si mi esposo estaba a punto de morir o una tragedia así”, dijo.
Posteriormente, envió dos perdones más, pero las solicitudes eran rechazadas. Ambos decidieron esperar nueve años, se graduó de la universidad y todavía le faltaba poco más de un año para cumplir la década de sanción. Ya con hijos de por medio, hizo otro intento (aunque con bajas expectativas) de viajar (argumentando motivos de turismo).
Cuando comentó a las autoridades migratorias que tenía un hermano allá y que su esposo era estadounidense. “Me dijeron: ‘ah, ya. Está bien’. Me dieron la visa y me quedé fría. (...) Cuando entré no me dijeron nada. Como yo era quien estaba de paseo, mi esposo metió los papeles y me salió la residencia”, aseveró.