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Sanciones de Estados Unidos a Cuba alcanzaron casi 5.000 millones de dólares
El gobierno de la isla dice que esos recursos le habrían permitido crecer 9 por ciento en un año.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, indicó el jueves que las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Cuba en el periodo transcurrido entre los meses de marzo de 2022 y febrero de este año alcanzaron los 4.800 millones de dólares.
Según el funcionario, esos recursos habrían permitido crecer al país 9 % en ese plazo, un índice significativo para una economía pequeña y en crisis como la de la nación caribeña.
“Uno no puede dejar de recordar la esencia del bloqueo”, dijo Rodríguez durante una conferencia de prensa el jueves. “Provocar hambre, sufrimiento y el derrocamiento del gobierno”, agregó.
Seis décadas de bloqueo
El canciller indicó que había hecho entrega al cuerpo diplomático del informe que será debatido en el pleno de la Asamblea de Naciones Unidas el 1 y 2 de noviembre y en el cual pedirá la condena a Estados Unidos por las sanciones unilaterales y extraterritoriales que llevan más de 60 años —impuestas en 1962— tras el triunfo de la revolución cubana.
El ejercicio en la ONU es anual desde 1992 y por lo general los países suelen rechazar las sanciones.
En 2022, la resolución de condena a las iniciativas de Washington contra la isla obtuvo 185 votos a favor contra dos (Estados Unidos e Israel) y dos abstenciones, de Ucrania y Brasil.
Rodríguez destacó que el embargo a Cuba le cuesta al país 405 millones de dólares mensuales y que con la mitad de esa cantidad –unos 200 millones de dólares-, la nación caribeña podría poner a punto las centrales de generación de energía y evitar los apagones que agobiaron a la población en estos meses.
Además, ejemplificó el funcionario, con 1.600 millones de dólares hubiera cubierto la totalidad de la canasta básica o libreta de abastecimiento que el gobierno entrega cada mes a todos los cubanos e incluye arroz, frijoles, algo de carne, huevos, café y productos de aseo.
Larga crisis
Cuba sufre una dura crisis económica que se refleja para la población en un desabastecimiento de productos básicos y alimentos, falta de combustible y largos apagones, lo que a la postre ocasionó la migración de miles de personas que buscan llegar a Estados Unidos o países de Europa y las primeras manifestaciones en dos décadas ocurridas en julio de 2021 y octubre de 2022.
Luego de un periodo de acercamiento y flexibilización durante el gobierno del expresidente estadounidense Barack Obama, su sucesor Donald Trump impuso un reforzamiento de las medidas contra Cuba que tocaron todas las esferas de la vida: desde el turismo, limitando los viajes de sus nacionales a la isla, pasando por la cancelación de los vuelos a la prohibición del envío de remesas. El actual gobernante Joe Biden casi no modificó esa política.
La pandemia de COVID-19 y una serie de ajustes macroeconómicos por parte de las autoridades terminó por agudizar la crisis. Cuba tuvo una caída del 11% en el Producto Interno Bruto en 2020 y apenas creció 1,3% en 2021 y 2% en 2022.
De otro lado, los dos eternos rivales se vieron enfrentados de nuevo en la ONU recientemente a causa de la guerra entre Israel y Hamás.
El incidente se dio cuando el canciller cubano Bruno Rodríguez, dijo este jueves que el veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU a una moción para una pausa humanitaria que permita el acceso de ayuda a la Franja de Gaza demuestra la necesidad de una reforma profunda en ese organismo multilateral.
No solo es “lamentable” sino también “peligrosa la posición del gobierno de Estados Unidos que compromete el detener esta escalada genocida”, expresó el funcionario cubano durante una conferencia de prensa.
La moción vetada la víspera en el Consejo de Seguridad había sido presentada por Brasil y pedía la revocación de la orden de Israel para que la población y el personal de Naciones Unidas salieran del norte de la Franja de Gaza, a la vez que demandaba pausas en los enfrentamientos para entregar suministros a civiles por parte de organizaciones como la Cruz Roja con sus respectivos corredores humanitarios.
La representación de Estados Unidos justificó su veto alegando que el proyecto no mencionaba el derecho del Estado de Israel a defenderse y que hay que continuar haciendo diplomacia.
Según el canciller Rodríguez, son necesarios cambios profundos en la ONU para “protegerla y salvarla frente a los intentos” de convertirla en una entidad de hegemonía “unipolar” por parte de las potencias.
*Con información de AP.