¿Traidor en las filas? Soldado estadounidense se declara culpable por trabajar con células terroristas

Una de las consecuencias de la Guerra Civil en Siria de 2011, que se dio en medio de la denominada ‘Primavera Árabe’, fue la creación del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) el cual se fundó entre Siria e Irak en 2014, cuya filosofía principal fue la expansión de un califato en la región bajo la interpretación radical de la Ley Sharia, un conjunto de normas que rigen la vida y el comportamiento de los musulmanes.

Dada la fragmentación de Siria entre los simpatizantes del gobierno de al-Asad y los rebeldes, apoyados por las potencias occidentales, el Estado Islámico, quien le debe sus inicios a Al Qaeda, fue tomando parte del territorio de Sira, a tal punto de controlar buena parte de la nación, por lo que, ejércitos como el de Estados Unidos tuvo que intervenir para que este grupo no se expandiera por la región.

De los más de 16 mil muertos, de parte de los aliados, por esta guerra contra el Estado Islámico, en medio de decapitaciones, coches bomba, y embocadas, los militares eran objetivos claros por este grupo, y uno de estos militares les ayudó por un tiempo a los terroristas, a acabar con la vida de sus colegas.

¿Quién es el implicado y de qué se le acusa?

Como Cole Brigdes, o también conocido como Cole González, un soldado estadounidense de 22 años, estaría siendo condenado a 40 años de prisión por crímenes asociados con brindar apoyo material a una organización terrorista extranjera, en este caso el Estado Islámico, y de intentar asesinar a miembros del servicio militar de los Estados Unidos.

Bridges, de quien se sabe que se unió al ejército norteamericano en septiembre de 2019, fue asignado como explorador de caballería en el Estado de Georgia, de acuerdo a los fiscales federales que asumen el caso.

Desde el instante que Bridges se unió a la milicia, él comenzó a investigar sobre propaganda yihadista asociada al Estado Islámico y allí comenzó a expresar su apoyo a dicha organización terrorista.

En medio de la pandemia, en octubre de 2020, los fiscales dijeron que Bridges comenzó a contactarse con un agente encubierto del FBI el cual se hizo pasar como miembro del Estado Islámico y quien le contaba al soldado que él hacía parte de las filas combatientes de la organización para ganarse con confianza.

De acuerdo a los fiscales que manejan el caso, Bridges: “Brindó capacitación y orientación a los supuestos combatientes de ISIS que estaban planeando ataques, incluido el asesoramiento sobre posibles objetivos en la ciudad de Nueva York”. Era tanta la afición de Bridges con la organización terrorista que llegó a diagramar maniobras militares muy detalladas para ayudar a ISIS a asesinar a la mayoría de las tropas estadounidenses.

Teniendo todas estas pruebas en su contra, Bridges fue arrestado en enero de 2021 y durante los últimos días se declaró culpable de intentar ayudar al Estado Islámico y asesinar a soldados estadounidenses en el Medio Oriente, información que dio a conocer el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

El fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, por medio de un comunicado expresó: “La conducta traicionera de Bridges fue una traición a sus camaradas y a su país. Gracias al increíble trabajo de los fiscales de esta oficina y de nuestros socios en el FBI y el Ejército de los EE. UU., se reveló la intención maligna de Bridges, y ahora espera sentencia por sus crímenes.”

En esta investigación muy peculiar, de acuerdo a la oficina del fiscal federal, participaron varios organismos del Estado norteamericano como La Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo de Nueva York del FBI, la Contrainteligencia del Ejército de Estados Unidos, la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea y otras entidades militares y policiales.