Estados Unidos
Trump comparecerá ante la justicia este jueves por manipulación de testigos y conspiración en las elecciones de 2020
Se acusa a Trump de sacar provecho al caos del asalto al Capitolio para difundir afirmaciones falsas de fraude electoral.
Donald Trump fue acusado formalmente de delitos graves el martes por tratar de anular los resultados de las elecciones de 2020 antes de la violenta revuelta de sus simpatizantes en el Capitolio federal, y el Departamento de Justicia tomó medidas para exigirle cuentas por un intento sin precedentes de bloquear la transferencia pacífica del poder presidencial.
Ante esto, el expresidente Trump tiene programado comparecer el jueves ante la jueza federal Tanya Chutkan, el primer paso en el proceso legal que se desarrollará en un tribunal ubicado entre la Casa Blanca que alguna vez controló y el Capitolio en el que sus simpatizantes alguna vez irrumpieron.
El acta de acusación con cuatro cargos revela nuevos detalles sobre un oscuro capítulo en la historia de Estados Unidos que ya ha sido objeto de minuciosas investigaciones federales y cautivadoras audiencias públicas. Menciona notas escritas a mano del exvicepresidente Mike Pence sobre los incesantes acosos de Trump para rechazar el conteo de votos colegiados.
Además, acusa a Trump y a sus aliados de sacar provecho al caos que provocó el ataque de sus simpatizantes en el Capitolio para difundir afirmaciones falsas de fraude electoral y tratar de persuadir a miembros del Congreso para que aplazaran la certificación del triunfo electoral de Joe Biden.
Tendencias
Incluso en un año de problemas legales en rápida sucesión para Trump, el caso penal presentado el martes, que incluye cargos de asociación delictuosa para defraudar al gobierno de Estados Unidos que alguna vez encabezó, fue particularmente impactante por las acusaciones de que un exmandatario arremetió contra los cimientos de la democracia en un intento desesperado, y eventualmente fallido, de aferrarse al poder.
“El ataque al Capitolio de nuestra nación el 6 de enero de 2021 fue un asalto sin precedentes a la sede de la democracia estadounidense”, dijo el fiscal especial Jack Smith, cuya oficina le dedicó meses a investigar a Trump. “Fue impulsado con mentiras, mentiras del acusado dirigidas a obstaculizar una función fundamental del gobierno federal de Estados Unidos: El proceso nacional de recolectar, escrutar y certificar los resultados de la elección presidencial”.
Según el acta, las afirmaciones de Trump de que ganó la elección eran “falsas, y el acusado sabía que eran falsas. Pero de igual forma, el acusado las repitió y diseminó ampliamente, para hacer parecer que sus declaraciones que sabía que eran falsas parecieran legítimas, para crear un intenso ambiente nacional de desconfianza y molestia, y para socavar la confianza del público en la administración de la elección”.
El acta de acusación, que representa el tercer caso penal contra el expresidente mientras busca volver a la Casa Blanca en 2024, se produce luego de una larga investigación federal sobre las gestiones de Trump y de sus aliados para subvertir la transferencia pacífica del poder y mantenerlo en el cargo pese a una derrota decisiva ante Biden.
El caso penal se produce mientras Trump lidera la contienda interna del Partido Republicano por la nominación presidencial. Sin duda, el expresidente y sus simpatizantes, e incluso algunos de sus rivales, le restarán importancia a la nueva acusación y la calificarán como otro simple proceso con fines políticos. Sin embargo, los cargos se derivan de una de las amenazas más graves a la democracia estadounidense en la historia moderna.
Los cargos se enfocan en los turbulentos dos meses posteriores a los comicios de 2020, en los que Trump se rehusó a aceptar su derrota y difundió mentiras de que le robaron la victoria. El caos tuvo como resultado el ataque al Capitolio federal, cuando simpatizantes de Trump irrumpieron en el recinto, atacaron a policías e interrumpieron el conteo legislativo de votos colegiados.
En el periodo entre las elecciones y la revuelta, Trump exhortó a funcionarios electorales locales a revertir los resultados de las votaciones en sus estados, presionó a Pence para que suspendiera la certificación de votos del Colegio Electoral y afirmó falsamente que la elección le había sido robada, una noción que los jueces rechazaron en reiteradas ocasiones.
La acusación era algo esperado desde que Trump dijo a mediados de julio que el Departamento de Justicia le había informado que era objeto de su investigación. Una comisión bipartidista de la Cámara de Representantes que pasó meses investigando lo sucedido antes del asalto al Capitolio también recomendó procesar legalmente a Trump por diversos cargos, incluyendo ayudar a una insurrección y obstrucción de un procedimiento oficial.
*Con información de AP.