Visitas inusuales: Biden y Trump en el frente de la huelga del sector automotor

El presidente en funciones, que actualmente está en plena campaña por su reelección, está a punto de hacer historia en Estados Unidos al convertirse en el primer mandatario en ejercicio en visitar a trabajadores en huelga. Su próximo destino será Michigan, ubicado en el norte del país y considerado el epicentro de una histórica huelga que ha sacudido a los tres principales gigantes de la industria automotriz: General Motors, Ford y Stellantis.

La anticipación y la expectación rodean esta visita, ya que se espera que el presidente Biden se presente frente a una de las instalaciones de producción de Ford en esta región específica, en el condado de Wayne. En ese lugar, en la mañana de un martes cualquiera, un grupo de aproximadamente una decena de valientes huelguistas mantiene un piquete en busca de mejoras salariales y condiciones laborales más justas.

“Es un apoyo muy importante, pues cree en aquello por lo que peleamos. Eso me llena de orgullo”, dijo a la AFP uno de los trabajadores, Patrick Small. Para él el sindicato UAW del sector deber apoyar al mandatario.

Al visitar el lugar el martes, le sacó ventaja a Trump, que irá el miércoles al mismo estado a cortejar a los obreros. La huelga, que por primera vez afecta a los tres icónicos gigantes del sector en Estados Unidos a la vez, se convierte así en terreno de batalla electoral.

Trump, que anunció su viaje antes del de Biden, acusó al presidente de copiarle. Su portavoz, Jason Miller, calificó la visita del presidente de “una pobre sesión de fotos”. La Casa Blanca niega que la idea de Trump haya influenciado la decisión del presidente.

“Prosindicatos”

Para Biden, el desafío es probar que es el defensor de los trabajadores, de los sindicatos y artífice del resurgimiento de la industria estadounidense. “Su viaje (...) mostrará que es el presidente más ‘prosindicatos’ de la historia” de Estados Unidos, dijo su portavoz, Karine Jean-Pierre, el lunes.

El viaje tiene sus riesgos para el presidente octogenario, que en cada desplazamiento recibe cuestionamientos sobre su estado físico: el conflicto en esta industria clave podría golpear a la economía estadounidense.

Biden ha señalado que los fabricantes deben beneficiar a sus empleados con sus “ganancias récord”. “No nos implicamos en las negociaciones” entre sindicato y empresas, dijo no obstante su portavoz, consultada sobre si el mandatario tomaba partido por alguna de las partes.

Estado clave

Biden hizo del apoyo a los sindicatos un rasgo clave de su mandato. El apoyo del sindicato UAW a su candidatura en 2020 fue esencial para que el estado de Michigan se pronunciara en su favor luego de votar por Trump en 2016.

El gobierno del demócrata es uno de los motores del cambio histórico de la industria automotriz hacia los vehículos eléctricos. “Cuando camine lentamente para pretender estar en un ‘piquete’, recuerden que él quiere enviar vuestros trabajos a China”, lanzó Trump en su red Truth Social.

La necesidad de asegurar el apoyo de los votantes que respaldaron a Trump en 2016, especialmente entre los trabajadores en estados decisivos como Michigan, Pensilvania y Wisconsin, se ha convertido en una prioridad crítica para la campaña de reelección del expresidente. En estas regiones, la base de apoyo obrero desempeñó un papel fundamental en su victoria anterior y, por lo tanto, son consideradas esenciales en su estrategia electoral actual.

La estrategia de Trump implica hablar directamente a estos votantes y mantener una conexión sólida con ellos, lo que le lleva a tomar el escenario el miércoles en una usina que se especializa en la fabricación de autopartes en Clinton Township, Michigan. Este evento está estratégicamente ubicado a unos 60 kilómetros de distancia del lugar donde su contrincante, el presidente Biden, pronunciará su discurso el martes.

*Con información de AFP.