El Caribefunk: música del Caribe colombiano para el mundo

Sobre sus inicios y su evolución musical: ¿qué momentos los han definido como artistas?

Nosotros nos conocimos en Cartagena, pero no queríamos formar una banda del caribe porque era redundar un poco. Nos mudamos a Buenos Aires por la universidad y en esa nostalgia de nuestra ciudad, decidimos hacer música que nos acercara a casa.

El Caribefunk nace en el año 2012 en Buenos Aires y aunque siempre nos había gustado la música y tocábamos, era complicado reunirnos por el tiempo. Igualmente, queríamos darle vida a una canción que teníamos en mente desde hace tiempo y al final, la compusimos y decidimos que queríamos seguir transmitiendo la energía del Caribe.

¿Cómo fueron sus comienzos como banda?

Empezamos tocando para cinco personas aproximadamente, en un hostal en Buenos Aires. En ese entonces los hostales empezaban a cobrar por el espacio, lo que hacía más difícil que tocáramos ante un público. Pero, eventualmente, algunos hostales nos empezaron a abrir las puertas y fuimos creciendo como banda. Cada 15 días hacíamos conciertos. A raíz de esto, grabamos nuestro primer disco ‘El Caribefunk’ (2012) e hicimos una gira totalmente autogestionada.

¿Cómo recibió Argentina su música tropical?

No creíamos que iba a tener tanta acogida, pero la tuvo. La gente siempre nos decía que nuestra música los transportaba a algún lugar. Eso nos impulsó a seguir y, cada vez que vamos a Argentina, nos reciben como si fuéramos locales. Es como nuestra casa.

Estamos en el marco del Hay, un festival de letras esencialmente, ¿qué lecturas lo han marcado en su vida?

La lectura ha sido mi formación más que el alma mater. Aparte de músico también soy escritor, y el autor que hizo que me enamorara de los libros fue Raúl Gomez Jattin, un poeta maldito y escritor excepcional. Este poeta marcó mucho mi gusto por la lectura y sobretodo el género de la poesía.

En mis épocas de colegio, llegué por obligación a Gabriel García Márquez. Pero empecé a tener un interés especial por sus historias al hablar con mi abuela, quien no había leído Cien años de Soledad, y encontré que las historias y anécdotas de mi abuela no estaban tan alejadas a las del libro. Una curiosidad, mi abuela se apellida Buendía.

Luego me sumergí en las lecturas de Álvaro Cepeda Samudio, Héctor Abad Faciolince. También me interesa leer sobre el Ho’opono (técnica y tradición hawaiana para lograr la paz interior) o la medicina tradicional china, la musicología de John Blacking, y la política y filosofía de Hannah Arendt.

En cuanto a las letras y su música ¿De dónde viene la inspiración?

Cuando toco la guitarra, hay melodías que me transportan a ciertos recuerdos, y comienzo a materializar ese proceso de reflexión y creación con palabras. La música y los sonidos me hacen recordar situaciones positivas. Por eso, intento tocar y transmitir energía positiva.

¿Cuáles son los temas recurrentes?

El tema de la añoranza, la paciencia e incluso el racismo son temas que tocamos. La catarsis, reflexiones personales reflejadas en una historia con musicalidad.

¿Se puede hablar de UNA música colombiana?

Yo creería que sí se puede hablar de UNA música colombiana. La música colombiana tiene una temática recurrente y es común encontrar melancolía mezclada con amor, pasión y una doble moral católica.

¿Cómo describen la movida de la música colombiana hoy en día?

Considero que Colombia se ha convertido en una potencia musical porque la gente ya no le teme a vivir de la música. Antes existía este paradigma de que si se era músico, se vivía en la pobreza. Hoy la tecnología ha permitido simplificar el proceso que hacía que un músico perdiera la fe en seguir su sueño. Se puede grabar un disco en su cuarto y subirlo en plataformas como Spotify con un clic.

El álbum ‘Energía para el regalar’ llega en un momento revitalizante para muchos, ¿cómo fue el proceso artístico de escribirlo, tocarlo, grabarlo en épocas de pandemia?

Teníamos varias canciones compuestas desde el 2005 - 2008 pero no habíamos encontrado la oportunidad de grabarlas. Andrés Mordecai, mi compañero, escogió las canciones e invitamos a amigos músicos para que fueran parte de ‘Energía para regalar’. Empezamos a grabar el álbum en diciembre del 2019 y el resultado fue un álbum muy familiar, hecho con todo el cariño.

¿De dónde sale la idea de la portada de ‘Energía para regalar’?

Otro compañero que trabaja en el diseño, justamente estaba viajando por Europa y se cruzó con una obra de Basquiat que lo inspiró para el arte de la portada del álbum.

A nivel humano, ¿qué lecciones les deja esta etapa de sus vidas?

Este fue un periodo de introspección y catarsis. Me di cuenta de muchas cosas personales que había ignorado, precisamente por todo el ritmo de los conciertos, las giras, las grabaciones. Entonces, sí fue un momento necesario de pausa, reflexión y redescubrimiento como individuo.

Tuvieron que aplazar su gira del año pasado para el primer semestre del 2021, ¿cómo ven el panorama?

Teníamos fe en volver al escenario este año, pero viendo como están las cosas, aplazaremos la gira. Aunque las plataformas virtuales se han vuelto el escenario hoy en día, no es lo mismo para nosotros. Nos hace falta sentir el cariño y la energía de la gente y estamos dispuestos a esperar a que todo pase para volver a la tarima.

Para la escena musical en general, la virtualidad ha sido el camino. ¿Qué tienen preparado para este concierto virtual en el HAY?

Para el evento tenemos un concierto pregrabado que preparamos desde noviembre del año pasado.

¿Qué recomienda escuchar del pasado? ¿del presente?

Podrá sonar cliché, pero Could You Be Loved de Bob Marley es una canción que nunca pasará de moda. Del presente, recomiendo al compositor y cantante cubano Kelvis Ochoa, Dayméi Arosena también la cantante cubana de jazz y Koffee, una cantante de reggae jamaiquina.

No se pierda el concierto virtual de El Caribe Funk en el marco del Hay Festival, este viernes a las 10:00 p.m. Puede registrarse en este enlace.