Estreno

"Nos tomaremos en serio el racismo y nos tomaremos en serio la opresión"

Gavin Rossdale, líder de la banda Bush, habló con ARCADIA sobre su disco ‘The Kingdom’, una bandera sonora contra las injusticias en el mundo. El vocalista y guitarrista londinense opinó sobre la autenticidad, la posibilidad de que el mundo mejore y la creatividad en la crisis.

RevistaArcadia.com
21 de julio de 2020
En el corazón de Bush, las voces y guitarras de Gavin Rossdale. Foto: cortesía

“Esta es la meta y este es el reino”

The Mind Plays Tricks on You era el nombre tentativo del nuevo álbum de Bush, uno influenciado musicalmente por System of a Down. Gavin Rossdale, su compositor principal lo describe como feroz en su honestidad y lo escribió para generar en las personas una expresión espontánea a través de sus sonidos. La expectativa era alta, el anuncio del nuevo Larga Duración vino en mayo de 2019, más de un año antes de su lanzamiento. La regla conveniente de solo elegir el título al final del trabajo se impuso mientras Rossdale terminaba de componerlo.

The Kingdom es segunda en el tracklist, pero fue una de las últimas canciones que escribió y terminó por dar nombre a todo el trabajo discográfico. Londinense de nacimiento, Rossdale describe a su ciudad natal como un crisol social en el que conviven todas las razas. Por eso, el reino del que habla en esta canción describe, en realidad, la mentalidad de las personas que se oponen a esas injusticias. “The Kingdom es una mentalidad de antirracismo, antiviolencia, antihomofobia, a favor del libre pensamiento. Básicamente es una forma de vida y trabajo colectivo”. En charla con ARCADIA, en la que no soltó por un segundo su guitarra eléctrica, Rossdale ratificó su fastidio por las recientes demostraciones de movimientos que buscan seguir oprimiendo a los oprimidos.

Sobre por qué The Kingdom da nombre a todo el trabajo, contó: “Se me ocurrió que encerraba todo el sentido del disco, y eso era que no me agradan las personas con mentes tóxicas. Quiero rodearme de gente que exprese su personalidad de forma poderosa e interesante. No me gustan las personas que se sienten moralmente superiores ni las que juzgan a los demás. No quiero tener nada que ver con ellas. Y en el mundo hay mucha gente así. Sobre eso se trata The Kingdom”.

La distancia del reino

Las circunstancias son difíciles, y Rossdale no ve tan cerca la llegada del reino de la creación colectiva, pero sí guarda “un poquito” de esperanza en que las cosas cambien. Para ello considera necesario dejar de destruir al planeta de forma colectiva, revisar los métodos del sistema educativo y asegurarse de que el sistema judicial deje de trabajar en contra de las poblaciones minoritarias y vulnerables.

Como ejemplo de lo último, Rossdale cita el caso infame de Kalief Browder, un afroamericano acusado sin pruebas de robar una mochila, capturado sin un juicio y sometido a confinamiento solitario. Browder acabó por suicidarse en la casa de su mamá por el impacto emocional de ese tiempo en prisión. “El estúpido sistema le falló desde que lo envió tanto tiempo a prisión. ¿Y cuál es el punto de hacer eso? Yo no quiero apoyar ni financiar sistemas de prisión privados que se llevan a un joven de 24 años porque supuestamente se robó una mochila. Algunas personas son ignoradas [por el sistema], luego destruidas [por el mismo sistema] y su vida llegó hasta ahí”.

Sin embargo, a manera de contraste, también habla de la reacción colectiva de las personas ante la amenaza de la covid-19. Esa respuesta le da esperanzas para que el mundo corrija esas injusticias a largo plazo: “Cuando dijeron ‘van a contraer el virus y van a morir o matarán a su abuela’ y esas cosas terribles, todos se quedaron en la casa, ¡en todo el mundo! Entonces, la unidad es posible. Entonces, ahora nos tomaremos en serio el racismo y nos tomaremos en serio la opresión que sufren los pobres. Es algo que sorprendentemente se ha retrasado, pero soy simple, soy positivo y me aferro. Es algo bueno que todo esté cambiando tanto. No lo habíamos visto antes”.

La originalidad de la música

A lo largo de su existencia, a Bush y a Gavin Rossdale se los ha comparado en aspectos superficiales -como el parecido físico entre Rossdale y el desaparecido Kurt Cobain- y en algunos de los esenciales. Por ejemplo, Bush llegó tarde a la escena musical y una banda canadiense ya había grabado con ese nombre. También llegó tarde al grunge y la revista Rolling Stone los azotó al llamarlos “la copia más desvergonzada y exitosa de Nirvana”, si bien canciones de su primer trabajo como Comedown, Everything Zen y Machinehead no guardaban mayor sonido o intención lírica en común con la banda que más vendió del movimiento que brotó de Seattle en los noventa.

Comedown y Machinehead, dos muestras de que a pesar de las críticas Bush tenía su propia impronta.

Volviendo al presente, en este mundo globalizado donde todo parece estar inventado ya, valía la pena preguntarle sobre el concepto de autenticidad. Él lo asocia con la capacidad de interpretar las realidades personales y sociales desde su propia experiencia y a través de su arte. “Honestamente, me divorcié y luego tuve una relación con muchos baches. He sido maltratado y tengo una percepción clara sobre el desamor; he tenido bastante de eso. No vivo una vida perfecta, en un castillo desde el que miro a la gente de abajo y les canto sobre el dolor. Estoy en la ciudad, al nivel del suelo”.

Rossdale destaca que la música puede resonar en las personas, en lo que sienten ahora o podrían llegar a sentir en un futuro próximo. Por eso no le afana pensar en la música del futuro: “No sé cómo sonaría y eso es lo lindo de esto. La música debe estar solo un poco adelantada a su tiempo porque tiene que salir ahora. Hice este disco que está muy bien en términos de composición, pero no funciona diciendo ‘Dios, estoy tan inspirado en estas tragedias terribles, haré un disco’, si así nace, lo oyes en un año y te preguntas ‘¿de qué se trata esto?’. Todo es susceptible de cambiar”.

El consejo de Gavin Rossdale para los creativos en crisis

2020 ha echado abajo los proyectos de muchas personas -especialmente aquellas involucradas en las siempre vulnerables industrias creativas- mientras pasaban o estaban a punto de llegar a su mejor momento. La banda de Rossdale vivió una frustración similar durante sus inicios: en la primavera del 94, los ejecutivos de Hollywood Records -la compañía que distribuiría su primer disco- decidieron echarse para atrás con el lanzamiento. Trabajaron en lo que saliera durante los meses que duró el limbo contractual. Luego, con el apoyo de Interscope, llegó la revancha y el reconocimiento internacional -aunque tardío, como fue dicho antes-.

La recomendación de Rossdale para los artistas que pasan un mal momento ahora es esta: mantener la pasión por el oficio y seguir trabajando en la técnica. “Se trata de técnica e inspiración. La técnica implica que deben dominar su oficio, independientemente del que elijan”. El vocalista cita a Banksy: “Es increíble la cantidad de artistas que estarían dispuestos a morir por su arte, pero muy pocos están dispuestos a aprender a dibujar”.

Él espera que los cineastas se motiven a seguir grabando muchos clips con su teléfono, que los escritores escriban mucho y que los músicos no dejen de componer. “Manténganlo simple y que siga siendo su pasión. De algún modo hallarán el camino”, remata.