Jay Bentley, en el medio de la foto y de la base rítmica de la banda-ícono del punk californiano. Foto: cortesía Flora Music

ENTREVISTA

“Bad Religion habla de la humanidad, de su comportamiento y de sus creencias”

#DelArchivo El bajista Jay Bentley repasa con ARCADIA su visión pasada y presente de la banda que integra y que, desde los años ochenta, ha inspirado y encendido el fuego del punk californiano. La noche de Halloween la agrupación toca junto con The Offspring en el Royal Center de Bogotá.

Alejandro Pérez Echeverry
18 de octubre de 2019

Jay, completa con la banda completa casi cuarenta años de discos, giras, grabaciones, alquimias, desencuentros, éxitos, ¿cómo han hecho para no matarse en tanto tiempo?

El secreto, creo yo, es que ya hemos intentado matarnos los unos a los otros y vimos que no funcionó -suelta una carcajada-. Entendimos hace tiempo que era mejor mantener un comportamiento calmado y entender lo que hacemos sin preocuparnos mucho sobre si es importante o no.

Muchos seguidores lo han seguido por décadas, pero cuéntele a los lectores que poco lo conocen sobre los puntos más significativos de su carrera musical...

En primer lugar mencionaría el simple hecho de entrar a hacer parte de la banda. Fue un punto clave porque, como cualquier niño que algún día empuña una guitarra, uno se imagina tocando un día en una banda. Así que entré y fue muy importante para mí, así en ese momento tuviéramos conciertos en lugares pequeños.

El segundo momento clave vino cuando pagamos tiempo en un estudio por primera vez para grabar nuestro demo. Nos pudimos escuchar grabados, al gin. Eso nos dio una idea de a qué sonábamos, uno no tiene esa idea hasta que se escucha.

Luego, después de eso, los recuerdos son un poco borrosos. El momento que me viene a la cabeza fue cuando empezamos a grabar Suffer. Antes de ese punto, sentimos que habíamos hecho todo lo que, se suponía, una banda debía hacer, y terminamos separándonos. Así que nos reunimos en 1987 para hacer ese disco, y se sintió como una oportunidad del tipo "ojalá pudiera hacer lo que hice en el pasado sabiendo lo que sé ahora".

La industria musical ha cambiado mucho en sus años de actividad, desde el vinilo y el casete, pasando por el cd y ahora el streaming, ¿ha impactado esto a la banda?

No ha afectado la manera en la que escribimos música o en la que grabamos. Honestamente lo digo, lo que ha cambiado es la venta de discos, que ya casi no existe. El gran cambio vino con que los artistas no recibían retribución por su arte, parecía que eso era lo que la gente quería.

Bad Religion es de esas bandas icónicas que representan al punk californiano y también cruzan la barrera de géneros, tocando frente a distintas audiencias, ¿cómo siente que estas reciben su música?

Para mí es un reto, de hecho disfruto tocar frente a un público al que no le gustamos. Y no es que quiera necesariamente gustarles, pero quiero que sepan quienes somos. Ese reto de tocar para la "gente normal" es una oportunidad para presentar nuestra música y nuestro género a gente que lo cree solo ruido.

Jay, háblenos de ‘Age of Unreason‘, 2019, disco fresco, ¿qué es distinto en este trabajo en la manera de componer y en los temas de los que hablan?

Age of Unreason‘ es probablemente más cercano a ‘The empire Strikes First‘ (2004) que a ‘True North‘ (2013). Es un disco motivado por la situación social y política actual, basado en cómo la gente se anda comportando en 2019, en lo mucho que se interesa en definir quién es la "gente mala". Y nos dimos cuenta de que podemos escribir canciones sobre lo que significa ser un humano que vive en el planeta tierra así sea 2019 o 1988.

Esto es lo que hace Bad Religion, hablar de la humanidad, su comportamiento y sus creencias. ‘Age of Unreason‘ empezó, como proceso artístico, hace un par de años. Greg (Graffin) empezó a escribir mucho mientras viajábamos por el mundo. Pudo ver la manera en la que este cambiaba, evolucionaba, en el comportamiento de la gente y en el ascenso de ideales del tipo “mi manera de hacerlo es mejor que la tuya”. La política estadounidense, siendo la caldera que es hoy, aportó también para la escritura de este álbum.

Colombia se ha ido estableciendo como un destino para muchas bandas, cuando antes solo se pensaba en Chile, Argentina, Brasil y (mucho antes) Venezuela. Ustedes ya nos visitaron, ¿se habla de Colombia entre ustedes y con sus colegas? ¿Cómo les fue en esa visita?

Sé que la pasamos fantástico la primera vez que fuimos, y, honestamente, como una banda, nos interesa visitar lugares que quizás no conocemos, o que no han tenido acceso a nuestra música. Pero hay que aclararle algo a mucha gente que malinterpreta que la banda no va su país como un símbolo de rechazo. La verdad es que alguien nos tiene que invitar. Si nadie pregunta, no podemos llegar a ver qué sucede. Cuando se nos presentó la oportunidad de ir a Colombia, todos accedimos y nos divertimos mucho, y siempre que nos quieran de vuelta y lo pidan, iremos.

Cuéntenos de su relación con el bajo, de su manera de tocar. ¿Usa bajos diferentes? ¿Ha cambiado su manera de tocar con el tiempo?

Básicamente tengo un bajo, pero sí cambié mi amplificación hace poco porque ya estaba cansado de arreglar lo que venía usando. Uso ahora amplificación Orange y estoy muy contento. Sobre la manera en la que toco, en el contexto de Bad Religion, he aprendido a tocar muy en llave con el baterista. Cuando Pete (Finestone) hacía parte de la banda, toca acorde con Pete; cuando Bob (Schayer) integró el grupo, seguí a Bob. Cuando Brooks Wackerman entró a la banda tuve que volver a aprenderlo todo, empezar de cero, porque es un baterista tan diferente, tan bueno, que me obligó a tocar distinto. Ahora, con Jamie (Miller), él es sólido y aprendió a tocar todo lo que los anteriores hicieron, y disfruto mucho tocar con él pues navegamos todos esos estilos juntos. Es genial.

¿Qué escucha usted como músico y como amante de la música? ¿Explora mucho o visita sus viejos amores?

Cuando yo era más joven, y me volví muy aficionado a la música, me gustaba mucho Elvis Costello, The Jam, incluso Blondie. No me interesaba alguien gritándome ‘Jódete‘ en mi cara. En ese sentido, aún me atraen artistas con sensibilidad pop, capaces de entregar letras enojadas. Mi gusto no ha cambiado mucho, aún escucho Elvis Costello, aún escucho The Clash, y escucho a Emily Davis and the Murder Police, la considero fantástica.

Sé que es una pregunta compleja, tienen muchas composiciones, pero ¿qué canciones le recomendaría a un inexperto en Bad Religion?

-Ríe- Seguramente escogería ‘Do What You Want‘ como símbolo de lo que la banda representa, para expresar su sentimiento...

También escogería ‘Sorrow‘, por su significado y muestra la profundidad que podemos alcanzar. Por el nombre de la banda, mucha gente se hace ideas de que Bad Religion es satánico, y no, y ‘Sorrow‘ se inspira en la historia del libro ‘Book of Job‘.