Los 10 mejores álbumes de septiembre de 2019

Metronomy – Metronomy Forever

Metronomy está de vuelta con su sexto álbum de estudio y en esta ocasión se atreve con el synth-pop, el funk, e incluso un poco de disco. Con la misma intensidad a la que nos tienen acostumbrados, Metronomy Forever sigue siendo muy electrónico, pero rememora esa etiqueta de indie que tanto se les asignó a principios de los 2000. Lo que destaca es que, tal y como indica el título, este trabajo parece englobar en uno todos los que han hecho desde entonces.

Jenny Hval – The Practice of Love

La cantante y también escritora de Noruega nos entrega una nueva propuesta de electrónica avant-garde en este séptimo álbum, en el que colaboran las también artistas Vivian Wang, Laura Jean Englert y Felicia Atkinson. Este es un trabajo luminoso, vaporoso, lleno de texturas, y dominado por una voz extremadamente delicada. Magnético desde la primera escucha.

Brittany Howard – Jaime

La que fue conocida por estar al frente de Alabama Shake entrega su primer álbum en solitario, que dedicado a su hermana que murió de cáncer, y el resultado es tan bueno como sus anteriores trabajos en formato colectivo. Howard toma riesgos y se atreve, canta desde lo más personal de temáticas como la infancia, la religión o la sexualidad, y la potencia de su voz y la honestidad de sus letras no dejan indiferente.

Djo – Twenty Twenty

Quizás lo mejor es no saber quién se esconde detrás del pseudónimo de Djo, y de hecho él ya se ha encargado de mantener un perfil discreto al presentar su proyecto musical. Twenty Twenty recuerda a Tame Impala desde el primer instante, pero la voz y el estilo son muy personales, y parecen de alguien con una gran trayectoria musical a sus espaldas. Se trata de Joe Keery, el actor que encarna a Steve Harrington en Stranger Things.

Lightning Bug – October Song

El trío neoyorkino formado por Audrey Kang, Kevin Copeland y Logan Miley está de vuelta con su segundo álbum después del aclamado Floaters (2015), y el resultado es una obra minimalista pero con capas elaboradas y minuciosas de melodías suaves y sonido envolvente. Algunos ya lo dijeron desde el principio, pero con October Song confirman que no hay que perderles la pista.

Devendra Banhart – Ma

Devendra Banhart es hoy un artista consagrado, reconocido por atreverse a explorar y a tomar libremente varias direcciones a lo largo de su carrera, y quizás por eso no se espera mucha novedad de él. Con Ma, sin embargo, parece abrirse un nuevo camino. El músico estadounidense-venezolano suena en su décimo álbum menos presuntuoso y, en cambio, más simple, más desnudo y más ligero, como si ya no tuviera nada que demostrar.

JPEGMAFIA – All My Heroes Are Cornballs

Se le llama rapero par simplificar, pero todo el que haya escuchado al de Baltimore sabe que no hay etiqueta que pueda definirlo, porque su música es siempre experimental, disonante, no sigue ni normas ni estructuras. Barrington Hendricks sigue con su tercer álbum con esta línea, pero lo nuevo es que a pesar de que sus canciones siguen siendo muy políticas, y como él mismo lo dijo, una forma de canalizar su rabia, ahora se le escucha más comedido y más relajado.

Charli XCX – Charli

Nadie como ella ha abrazado el pop comercial pegajoso, rechazando el prejuicio de los que lo tachan como malo sin darle una oportunidad, para resignificarlo y volverlo experimental sin dejar que pierda su esencia. Este tercer álbum de Charlotte Aitchison es una eclosión de este proceso, y su calidad se debe en buena parte también a los artistas invitados: Sky Ferreira, Lizzo, HAIM, Clairo, Yaeji y Troye Sivan.

(Sandy) Alex G – House of Sugar

Alex Giannascoli es discreto y misterioso. Mantiene un perfil público bajo y no ofrece interpretaciones de sus canciones. Pero esto no le ha impedido erigirse como uno de los mejores artistas del indie rock actual. El título de House of Sugar suena romántico e infantil, pero el álbum, que gira alrededor de la historia de Hansel y Gretel, parece reinterpretar el clásico cuento de los hermanos Grimm creando una versión siniestra. Más que un sueño, ahora parece una pesadilla, pero lo curioso de ello es que es agradable escucharla.

Tinariwen – Amadjar

Tinariwen significa "desiertos", y es que los miembros de este grupo, activo desde hace ya cuarenta años, son músicos tuaregs procedentes de Mali. Durante su larga trayectoria se han erigido como figuras de gran relevancia pública por sus posturas políticas en Medio Oriente, por las que han sufrido represalias, y esto se nota en su música, que suena a resistencia y a esperanza. Destaca también que a pesar de tener como origen la música local, se nota en su sonido la influencia de todo tipo de géneros procedentes del resto del mundo.

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