Incendio en la madrugada deja graves averías en iglesia histórica de Salento, Quindío; hay tristeza en los habitantes

Con gran tristeza los habitantes de Salento, uno de los municipios más turísticos del Quindío, observan las afectaciones en una de las alas de la parroquia Nuestra Señora del Carmen tras el voraz incendio que se registró hacia las 2:00 de la madrugada de este sábado 17 de diciembre.

En el lugar todo era alegría ayer con el inicio de las tradicionales novenas de Navidad y la participación de las familias y los niños de la comunidad, pero ahora solo hay desolación al ver la manera en que el fuego consumió una parte importante de la estructura de este templo que es muy querido por los pobladores.

Para evitar que la tragedia fuera aún mayor y consumiera la estructura en su totalidad, resultó clave la reacción del párroco y algunos de sus colaboradores que, al percatarse de la situación, dieron aviso de inmediato a los organismos de emergencia, los cuales trabajaron durante varias horas hasta lograr que el fuego no se siguiera extendiendo.

Sin embargo, las llamas consumieron parte del techo del templo, la sacristía y algunos elementos religiosos de gran valor artístico y sentimental para los feligreses, como lo es el cuadro de la Virgen de Guadalupe, que goza de gran devoción por parte de los asistentes a la iglesia.

Muchas son las personas que han manifestado su profundo pesar por lo que ha sucedido con esta joya de la arquitectura colonial y religiosa, que es una de las más admiradas y frecuentadas por los visitantes en el departamento del Quindío.

Entre las voces que han expresado su tristeza está la del presbítero Martín Uberto Rojas, quien a través de sus redes sociales indicó: “Nuestra Diócesis de Armenia (Quindío) cumple hoy 70 años de creación. Anoche por un cortocircuito la primera parroquia Ntra. Sra. del Carmen de Salento fue afectada en la nave lateral por un incendio. Unidos en oración por la Diócesis y está comunidad”.

Para entender la magnitud de lo que representa esta emergencia, es necesario saber que la iglesia Nuestra Señora del Carmen del municipio de Salento fue construida hace 172 años, concretamente en 1850, y tiene como gran particularidad la utilización, desde las columnas hasta el techo, de una madera llamada Ceroxylon Andicola, la cual es muy poco usada en construcción.

Se destaca además que no es la primera vez que se ve sacudida por una desgracia, ya que en los años posteriores a 1920 varios movimientos telúricos hicieron que parte de su estructura se cayera, por lo que pasó de tener dos torres en su diseño original a solamente una.

El coordinador municipal de Gestión del Riesgo, David Alejandro Echeverry, destacó la actuación oportuna de los organismos de emergencia y los 12 bomberos de la población para controlar las llamas y evitar que se extendieran por todo el templo y las edificaciones vecinas.

Por su parte, la alcaldesa de Salento, Beatriz Díaz Salazar, dijo que el 15 % de la iglesia sufrió afectaciones, pero que es indispensable la solidaridad de los habitantes del municipio y de todos los quindianos para restaurar esta estructura que es un patrimonio cultural, religioso e histórico.

Una de las primeras personas que se dio cuenta de lo sucedido es el párroco de la iglesia Nuestra Señora del Carmen de Salento, sacerdote José Balmore Cañola Jiménez, quien explicó que hacia las 2:00 de la mañana se originó un cortocircuito que provocó una fuerte explosión.

“Gracias a Dios la asistencia fue rapidísima para evitar una tragedia mayor. La señora alcaldesa también estuvo acompañándonos y la comunidad en general está volcada apoyando con las labores de limpieza y remoción de los escombros”, manifestó.

Precisó además que la nave izquierda de la iglesia está casi consumida por completo, y que debido a las altas temperaturas que se alcanzaron, los vitrales explotaron y muchas de las imágenes religiosas fueron afectadas por el humo.

Agradeció la rápida asistencia de la Policía y el Cuerpo de Bomberos para evitar que el fuego se propagara a toda la estructura y las viviendas aledañas, las cuales están construidas principalmente en bahareque y madera, de acuerdo con las medidas de conservación de la arquitectura colonial.