Nación
Por brote de varicela, Universidad del Quindío mantendrá las clases virtuales en algunos programas
Los estudiantes recibirán la clases de manera virtual.
Debido al diagnóstico positivo para varicela de 8 estudiantes, la Universidad del Quindío ha determinado que hasta el próximo 26 de septiembre se mantendrán las clases virtuales en los programas de Tecnología en Instrumentación Electrónica e Ingeniería Electrónica.
“Con acompañamiento de la Secretaría de Salud del municipio de Armenia y por recomendación de la Oficina de Epidemiología, la presencialidad de estos dos programas se retomará el martes 26 de septiembre. Desde el Centro de Salud de nuestra Universidad se realizó la entrega de tapabocas y se brindará acompañamiento al personal docente y administrativo que deba permanecer en las instalaciones de nuestra alma mater”, explica la institución en un comunicado.
De igual manera se indica que se están llevando a cabo jornadas de limpieza en profundidad por parte del equipo de mantenimiento de la Uniquindío, con el propósito de que la circulación de los docentes, estudiantes y el personal administrativo se pueda hacer con total seguridad.
También se específica que ningún alumno podrá regresar a las aulas de clase o laboratorios, en caso de presentar lesiones o descamación en la piel debido al contagio por la enfermedad.
Precisamente en Armenia las autoridades en salud miran con preocupación el incremento en los casos de varicela, ya que con corte al 8 de septiembre se registraban 137 contagios, de los cuales 39 pertenecían a niños con edades de 0 a 5 años.
Otro factor preocupante es la aparición de 15 brotes, de los cuales 10 se han dado en instituciones educativas, 2 en universidades como es el caso reciente de la Uniquindío; y 3 al interior de las familias.
Esta patología es causada por el virus Varicela Zóster, (VVZ), que se puede transmitir por contacto directo con las lesiones de una persona infectada, aerosoles respiratorios y la saliva.
Sus síntomas pueden ser erupción cutánea con prurito generalizado, fiebre alta, malestar general y dolor de cabeza que puede llegar a ser muy intenso. El virus podría mantenerse latente en los ganglios nerviosos sensitivos para reactivarse varios años después.
Los fallecimientos por infección con varicela se dan principalmente en mujeres embarazadas, recién nacidos y pacientes con comorbilidades como VIH o cáncer; quienes pueden presentar complicaciones en el sistema respiratorio, la piel o el sistema nervioso central.
En el mundo esta patología causa aproximadamente 4,2 millones de complicaciones cada año en las cuales el paciente debe ser hospitalizado. Des estos casos hay cerca de 4.200 que terminan en fallecimientos por sobreinfección bacteriana de lesiones cutáneas con Streptococcus Betahemolítico y Staphylococcus Aureus.
Suele ser más grave su infección en niños con menos de un año de vida y en adultos, ya que normalmente requieren hospitalización aunque se encuentren sanos, alcanzando una tasa de fatalidad demasiado alta.
Cuando llega a los pulmones puede ocasionar neumonitis viral, mientras que a nivel neurológico puede provocar cerebelitis, encefalitis, meningitis, ataxia cerebelosa, síndrome de Guillain Barré, síndrome de Reyé y mielitis transversa.
La varicela también puede desencadenar en una complicación hemorrágica severa por la presencia de algunas lesiones llenas de sangre, pericarditis, hepatitis o nefritis.
Los niños cuyas madres se contagian con la enfermedad en el periodo comprendido entre los cinco días antes del parto y dos días después, tienen un riesgo del 20 por ciento de desarrollar varicela neonatal, la cual podría ocasionar su muerte.
Entre tanto la varicela congénita se puede producir por infección de las madres entre la semana 1 y la 20 de gestación. Su tasa de incidencia entre los recién nacidos es entre el 0,4 y el 2 por ciento; aunque llega a generar encefalitis, bajo peso al nacer, anormalidades en la piel, microcefalia, enfermedades oculares y malformaciones esqueléticas que afectan los huesos pélvicos y otros como fémur, cúbito y peroné.
Para combatir está enfermedad la mejor herramienta es la vacuna, por lo que en países como Colombia está incluída en el Plan Ampliado de Inmunización, (PAI), desde 2015. Esta comprende la aplicación de una primera dosis al año de edad y otra de complemento a los 5 años.