17 AÑOS A BORDO DE LA ANDI
Fabio Echeverri hace un balance de los cuatro periodos presidenciales en los cuales estuvo al frente de la Andi.
Con solo 57 años de edad, y después de dedicarle 17 a la presidencia de la Andi, Fabio Echeverri Correa, uno de los más controvertidos dirigentes gremiales que ha tenido el país, decidió pensionarse. Cuando se le pregunta el porqué de su retiro, dice simplemente: "Porque me provocó" .
Así, de frente, con la sinceridad que lo caracteriza. "Si uno es claro y franco asegura puede pelear con cualquiera.
Y a mí me han tocado peleas muy duras, con adversarios muy poderosos".
A Fabio Echeverri, en efecto, no le ha temblado el pulso para señalar las cosas buenas, regulares y malas que se han atravesado en su camino, como dirigente gremial o como simple ciudadano. Y eso lo saben muy bien los ministros y presidentes que han sido blanco de sus duros y agudos comentarios.
Hoy, al retirarse de la Andi, no se arrepiente de nada. Al contrario, sigue siendo el observador crítico que siempre ha sido. SEMANA, por ejemplo, lo tentó para que hiciera el balance de los cuatro gobiernos bajo los cuales se desarrolló su mandato al frente de los industriales. Y no dudó ni un segundo: "López hizo cambios importantes, especialnente en materia petrolera, pero su gobierno fue bastante casuístico y estuvo caracterizado por el chamboneo. Turbay fue amable con la gente, pero no logró dar solución a los grandes problemas del país. Betancur fue simpático. A Barco, en cambio, no lo podría definir, porque nunca lo ví. Es más, depronto sería más fácil hablar del gobierno del señor Montoya..."
Fue mucho menos crítico, en cambio, al referirse a la administración actual. "Al gobierno de Gaviria lo veo muy bien. Tiene un equipo descomplicado y sencillo. Nadie se siente profeta y todos están dispuestos a conversar. Es la primera vez en que todos tenemos la misma camiseta".
Echeverri, que comenzó de "patinador" en el Banco de Colombia y alcanzó las más altas posiciones en el sector industrial, antes de ser llamado a la presidencia de la Andi, se siente orgulloso de haber conducido a su gremio al sitial de privilegio que tiene hoy en día. Pero asegura, con modestia, que no es por sus méritos. "No creo que pueda presumir de muchas cosas, porque cuando yo llegué hace 17 años a la Andi como presidente de la primera asociación empresarial del país, la organizacion ya tenía 30 años de existencia seria y competente".
De lo que si se jacta es de haber mantenido la independencia de la institución. Peleando, cuando fue preciso, con presidentes, ministros, parlamentarios y directores de medios de comunicación. Los ministros de Hacienda, en particular, tuvieron en Fabio Echeverri a un implacable fiscal de su gestión. Unos para bien, otros para mal. "Con los ministros que más malas relaciones tuve fue con Abdón Espinosa y con Rodrigo Botero, porque ellos sencillamente lo sabían todo, no tenían que hablar con nadie y no podían recibir ninguna sugerencia. Me fue muy bien en cambio con Alfonso Palacio Rudas, gran interlocutor; con Edgar Cutiérrez Castro, viejo compañero de colegio, y con Roberto Junguito. Y ahora estoy muy contento por la relación que tengo con el actual ministro y con el doctor Ramírez, el viceministro, que a mi gusto es uno de los funcionarios más competentes que ha pasado por ese ministerio".
Hace unos años, Echeverri acuñó una frase que hizo carrera: "la economía va bien, pero el país va mal". Hoy, sigue pensando lo mismo: "Ahora tenemos un gobierno mejor, pero no nos va mejor porque los problemas de seguridad no se han resuelto, el gasto público sigue incontrolado y las observaciones y reclamos que el pueblo tiene contra la clase política siguen igual.
Contra lo que la gente cree, sin embargo, Echeverri no es un hombre pesimista. Su opinión sobre el balance de la economía en los 17 años que ha estado al mando de la Andi, es bastante bueno:
"Colombia ha crecido, ha progresado, hay más escuelas, más universidades, más industrias, más comercio". Lo que no quiere decir que todo este solucionado: "Necesitamos seguridad y tranquilidad. Necesitamos facilidades para que venga el capital extranjero. Necesitamos que el aparato estatal cumpla con el cronograma de modernizacion para poder enfrentar la globalización de la economía".
Por ello luchará Echeverri. El dice que no, pero muchas personas consideran que su papel está en la política. "La verdad -dice- es que yo solo quiero hacer mandados". Pero quienes lo conocen dicen que no sería extraño que quienes algún día le hagan el mandado sean sus electores.