NACIÓN

36 años de infamia: cuando los terroristas del M-19 se tomaron el Palacio de Justicia

Al menos 350 personas entre magistrados, funcionarios y empleados se convirtieron en rehenes. La toma solo dejó muertos, desaparecidos y terror

6 de noviembre de 2021
Holocausto del Palacio de Justicia. | Foto: Archivo - SEMANA

La verdad sobre el holocausto del Palacio de Justicia aún no llega completa. Pero 36 años después, es imposible que Colombia no recuerde con horror las cinematográficas imágenes en la Plaza de Bolívar, cuando un comando de 35 integrantes del M-19 decidió ingresar al recinto, asesinando inicialmente a dos guardias. Luego, tomó a por lo menos 350 personas como rehenes.

Los delincuentes justificaron el hecho, argumentando incumplimientos por parte del gobierno de Belisario Betancur. Tras el rompimiento de la tregua, el golpe fue sangriento, mortal y despiadado. Fueron 28 horas de terror que el mundo entero registró.

Cabe recordar que en una casa ubicada en el número 8-42 de la Calle 6a. Sur un grupo de guerrilleros diseñó el que sería el golpe de mayor trascendencia del M-19.

El grupo subversivo, que desde los años 70 había sorprendido con grandes impactos mediáticos, como la toma de la embajada de República Dominicana, el robo a la espada de Bolívar y el de las armas del Cantón Norte, estaba dispuesta a hacer un juicio histórico al presidente Belisario Betancur.

De acuerdo con las diferentes informaciones que se han conocido sobre la toma del Palacio de Justicia, esa barbarie habría sido planeada por Álvaro Fayad, quien con medio año de anticipación diseñó el asalto.

Pero como si fuera una película, los detalles del plan fueron encontrados en un allanamiento del servicio de inteligencia de la Policía (SIJÍN) a la casa del sur en Bogotá. El mismo 7 de noviembre de 1985 los investigadores encontraron fotos, planos, mapas y documentos que certificaban los propósitos del M-19.

Los hallazgos evidenciaban, según las autoridades, un plan táctico y un plan estratégico. El primero consistía en la toma del Palacio, un edificio que los guerrilleros tenían muy bien analizado.

Pero el macabro plan del M-19 contaba con tres fases. Una, de preparación logística; otra, de toma del edificio y de rehenes; y la tercera, un juicio revolucionario al presidente Belisario Betancur y a tres de sus principales ministros.

Posteriormente, el 23 de octubre de 1985, el comandante del Ejército, general Rafael Samudio Molina, indicó que el M-19 envió casetes a los medios de comunicación en los que anunciaba “una acción que aterraría y sorprendería al mundo”.

Palacio de Justicia reconstruido. (Foto: Archivo SEMANA)

Así mismo, la toma estaba diseñada para las 11:40 a.m. Los guerrilleros entrarían por los dos únicos accesos del Palacio: la puerta grande que daba a la Plaza de Bolívar y el sótano.

Pero esa hora en específico tenía una razón concreta. A las 12 del mediodía terminaba la jornada de la mañana y los funcionarios salían a almorzar. Lo mismo sucedía en despachos y guarniciones militares.

Sobre el plan meticuloso, el asalto contemplaba la toma de los primeros pisos e incluía la muerte de los vigilantes del Palacio. Luego, la ocupación de los edificios, hasta la toma de rehenes.

El asalto llegó y como estaba planeado a las 12 del mediodía, el Palacio ya estaba tomado y la resistencia de los vigilantes y los escoltas fue insuficiente. Dos vigilantes y el administrador del edificio fueron asesinados y los pisos primero y segundo fueron controlados por los guerrilleros en cuestión de instantes. De ahí en adelante reinó el caos.

Sin embargo, uno de los elementos que siempre ha sido un interrogante es si Pablo Escobar cumplió un papel en la planeación y financiación del holocausto de la justicia. Para el especial de los 30 años, Popeye habló con SEMANA sobre ese rol. “Yo soy la memoria histórica del cartel de Medellín”, le dijo al periodista que le hizo la entrevista en la capital de Antioquia. “El financiamiento por parte de Pablo Emilio Escobar Gaviria y el cartel de Medellín a la toma del Palacio de Justicia es una realidad; nótese que no digo supuestamente”, puntualizó el extinto criminal.

Luego, tras la firma de la Paz, con Carlos Pizarro Leongómez a la cabeza, este fue asesinado cuando aspiraba a la Presidencia. Entre quienes sobrevivieron, los líderes más importantes han sido, entre otros, Gustavo Petro que hoy es senador y candidato presidencial, Antonio Navarro, Everth Bustamante y Rosemberg Pabón.