Nación
“A $ 200.000 venden los puestos para sacar el pasaporte”: usuarios denuncian caos y poco control en oficinas de Cancillería
En la localidad de Chapinero, en Bogotá, solo se entregaron 1.200 fichas para los interesados en sacar el pasaporte.
La calle 53 n.° 10-60, en la localidad de Chapinero, occidente de Bogotá, es un lugar de alta congestión, todo por los cientos de ciudadanos que buscan sacar su pasaporte atendiendo al llamado del pasado 26 de noviembre que hizo la vicepresidente y canciller, Marta Lucía Ramírez, para la expedición del documento para viajar como plan piloto.
El trámite funciona con pico y cédula, para el jueves 2 de diciembre le corresponde a los que tengan documento de identidad terminado en 6 y 7, y el día vienes 3 de diciembre a los de número finalizado en 8 y 9.
Sin embargo, poco orden se ve con este plan piloto. Las aceras de la calle 53 y las calles por donde transitan los vehículos son un verdadero caos. La gente llegó incluso con dos o tres días de anticipación, equipados de cobijas, carpas, sombrillas, sillas, termo de tintos y muchas madres con sus pequeños hijos. El clima es incierto, generalmente el calor es insoportable en las mañanas y para los que en la tarde no han logrado cumplir su objetivo, la lluvia los obliga a buscar refugio, causando mayor aglomeración.
SEMANA recorrió el lugar y se encontró casos como el de Marcela, una ciudadana que llegó desde Medellín, gastó 12 horas viajando confiada en lo que según ella encontró en la página: “No decía nada de pico y cédula, ahora me va a tocar devolverme porque tengo a mi hijo en casa solo. Nos dijeron que la solución está en la web, pero es falso, está caída”, denunció a este medio mientras cargaba su maleta.
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Aída llegó días antes a hacer la fila con un enorme termo del tinto y esperó más de 400 turnos hasta que consiguió el pasaporte: “Vine desde antier a sacar el pasaporte, traje termo para el frío. Llegamos a las 3:00 a. m. con el ficho 428”, y aunque ya está lista para viajar, denunció la desorganización y el poco control de las autoridades con aquellos que aprovechan para hacer un negocio del desespero por las filas.
“Mucha desorganización porque hay gente que se queda desde el día anterior, pero a $ 200.000 venden los puestos, mucho colado. Solo dan 1.200 fichas, entonces toca madrugar”, asegura mientras sirve un poco de la bebida que todavía queda en el recipiente.
María Carolina Arévalo Rincón llegó desde El Rosal, Cundinamarca y está convencida de que el personal de logística asignado no está haciendo de la mejor manera su trabajo porque ayudan a agudizar la situación.
“Hay mucha desorganización, cuando viene la fila la parten en tres o cuatro por las calles, Contagios, cero medida de bioseguridad. No hay alternativa para las mujeres de niños en brazo, personas de la tercera edad” y pide regulación por parte de las autoridades hacia los que venden los fichos para que no resulten engañados: “Hay personas que pagaron los 200 mil por el turno y la policía los quita porque no los vieron, pierden la plata, el tiempo y la fila”, denunció a SEMANA.
Sin embargo, hay personas que han contado con más suerte y a las que la medida, con reparos y aspectos a mejorar, les gustó: “Vine con mi hija porque necesito sacarle el pasaporte. En la página es misión imposible, pero esto ayuda a descongestionar el trámite. Sí es verdad que venden los fichos porque la trasnochada vale y lo cobran, ahí se ve el rebusque”, dijo Amparo La Torre mientras su hija dormía en sus piernas.
Otra madre de familia, mientras entretenía a su pequeño con libros de dibujo, pedía al Estado más presencia y mejor inversión en logística: “Llevaba dos meses intentando sacar las citas en la página, pero por más que den instrucciones virtuales, no se puede. Este plan piloto deberían hacerlo para que las personas que no pudieron, lo logren. Estoy desde las 4:00 a.m. con mi bebé con hambre, sueño y frío. Nos falta mucho y con los impuestos que se paga deberían invertir en una mejor organización”, relató.
También encontramos casos de despistados que por dejar la cédula perdieron el turno después de largas horas de esperarlo: “Mi señora dejó la cédula, pero se la trajeron. Entonces llamamos a los funcionarios porque los agentes de Policía pidieron una contraseña y cuando nosotros llegamos, el conteo lo hicieron de manera verbal y ahora piden dizque ficho. Mucho desorden porque no atiende uno y el otro, y no se ponen de acuerdo para ayudar”, dijo uno de los usuarios mientras pedía a la Policía ayuda para su esposa.