NACIÓN
A Ana la mataron: así determinó la Fiscalía que Ana María Castro murió
El ente acusador presentó resultados en la investigación, luego de dictar medida de aseguramiento alrededor de uno de los implicados.
Luego de que la Fiscalía imputó cargos por feminicidio agravado en calidad de coautor en contra de Julián Valente Ortegón Mosquera, como uno de los presuntos coautores del feminicidio de Ana María Castro Romero, el juez 33 penal municipal, con función de control de garantías de Bogotá, le impuso medida de aseguramiento en centro de reclusión.
La Dirección Seccional de Bogotá, con apoyo del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), recopiló elementos materiales de prueba dentro del proceso por los hechos ocurridos el 5 de marzo de 2020, que permitieron materializar la captura de Ortegón Mosquera este 22 de enero en la capital del país.
El ente acusador presentó a Ortegón ante un juez de control de garantías para imputar el delito de feminicidio agravado en una diligencia que además sirvió para exponer el material probatorio en su contra y algunos antecedentes que lo dejaron como un reincidente en delitos relacionados con violencia contra las mujeres.
¿Qué sucedió? Según lo establecido, la noche del 4 de marzo de 2020, la víctima se encontraba departiendo en un establecimiento comercial, ubicado en la zona de los bares de la calle 116 con Avenida 19. Sobre las 10 de la noche, un amigo de la joven llegó al lugar y vio que ella estaba con otro hombre; el primero se molestó y esperó a que su amigo Julián Ortegón saliera de trabajar.
A las 11 de la noche, los dos últimos entraron al bar donde se encontraba Ana María Castro en estado de alicoramiento. Posteriormente, en la madrugada del 5 de marzo, los dos hombres salieron del lugar, junto con Ana María y el acompañante. Todos decidieron ir a continuar tomando en un apartamento en el barrio Pontevedra.
En el vehículo de uno de los amigos de Ana María Castro, informó el ente acusador, iban por la calle 80, alrededor de la 1 y 30 de la mañana, cuando el conductor notó por el espejo retrovisor que la joven y su acompañante inicial se estaban besando, éste al parecer se disgustó y detuvo el vehículo para que se bajaran. Sin embargo, se conoció que el amigo de la mujer habría sido sacado del carro, mientras que a Castro se presume que la arrojaron del mismo en la calle 80 con 69 P. En la caída recibió golpes traumáticos que ocasionaron su deceso en un centro médico.
De acuerdo con testigos de los hechos, se vio cómo la joven se salía del carro y caía al suelo, como si fuera “un muñeco de trapo”. La mujer fue trasladada al Hospital de Engativá y, posteriormente, al Hospital Simón Bolívar, donde falleció por el politraumatismo contundente que había tenido. La joven entró a las instituciones médicas sin documentos, ya que estos se habían quedado, al parecer, en el vehículo que se transportó.
El abogado de Ortegón aseguró que no es cierto que su cliente represente un peligro para la sociedad, incluso dijo que los elementos de prueba de la Fiscalía sobre denuncias posteriores de violencia contra la mujer, fueron eventos aislados o propios de “peleas” de pareja por situaciones de celos.
“Labores de policía judicial demuestran que Ana María habría sido golpeada en el rostro y lanzada fuera del automóvil en la calle 80 con 69 P. La joven fue trasladada al Hospital de Engativá, en el noroccidente de Bogotá, y luego al Hospital Simón Bolívar donde murió a raíz de un trauma craneoencefálico producto de los golpes recibidos al caer, según el dictamen médico legal”, reveló el fiscal del caso en las audiencias de imputación contra el primer capturado en este caso.
El ente acusador cuenta con el testimonio de Daniel Vega, la persona que hizo énfasis en que a Ana María Castro la arrojaron como “un muñeco de trapo” e investiga a Paul Naranjo, la persona que iba manejando la camioneta y que luego de la detención de su amigo se dio a la fuga. Naranjo, que concedió varias entrevistas a medios de comunicación dando cuenta de que sí bajaron a Ana María Castro y a su acompañante por supuestos actos obscenos dentro del vehículo, podría entregarse. De acuerdo con su relato, él sí bajó a la joven y a su presunta pareja por los hechos mencionados, pero los dejó sanos y salvos y no comprende cómo apareció golpeada y muerta. Además, dijo en su momento, Julián Ortegón le ayudó a bajarlos, pero no empujándolos ni arrojándolos, como señalan los testigos.
La Fiscalía también investiga si el celular de Ana María Castro se quedó en el celular por accidente o con intención e investiga el testimonio del vigilante donde vive Julián Ortegón. Según dijo dicho vigilante, Julián le dijo a Paul que ahí quedaba el celular de ella, lo que abre las puertas a preguntarse si fue accidental o con intención que se extraviara el celular de la joven. Las pesquisas continúan.